Bombardeo contra el sueño del Valencia

Quedaban 16 equipos y, casualmente, tanto al Atalanta como al Valencia les tocó la lotería. No suele ocurrir que dos equipos sean felices cuando el sorteo les cruza, pero la Champions League es así. Antes, cada cual había hecho su gesta: los blanquinegros ganando en Ámsterdam para ser primeros en un grupo con Ajax y Chelsea; los italianos superando la fase con siete pírricos puntos después de estar contra las cuerdas en las cinco jornadas iniciales de la competición. Gasperini, técnico del Atalanta, celebró el cruce con el Valencia porque evitó a los transatlánticos del fútbol europeo. Celades, en su línea, una mucho más comedida, no festejó absolutamente nada aunque dio por hecho que las bolas no se portaron nada mal con el Valencia.

Se hizo de rogar, pero el día es hoy, el momento de regresar a San Siro 19 años después de reprocharle al fútbol su infinita crueldad por la final de Champions perdida ante el Bayern de Múnich. El momento de demostrar un nivel suficiente como para estar entre los ocho mejores del torneo y soñar que no se tiene techo. El Valencia lleva demasiado sin catar esa sensación de que el resto del continente le mire con atención o de reventar Mestalla, como sucederá el 10 de marzo, para ayudar a ganar una batalla de Champions al equipo. Todo está abierto en esta eliminatoria que enfrenta a un Valencia muy mermado por las lesiones y al Atalanta, que ha convertido los goles y las goleadas en su forma de vida para ir pisando fuerte en el Calcio y la Liga de Campeones.

Con las fuerzas justas

La expedición blanquinegra llegó ayer a Milán con la ilusión intacta pero las fuerzas muy justas. Con tantos problemas en la enfermería, a Celades se le ha negado la oportunidad de rotar o al menos, dar mínimos descansos a sus jugadores importantes pensando en el Atalanta. Prácticamente cada día es un suplicio en la ciudad deportiva de Paterna y no hay como la previa de este partido para explicarlo. Al poco de comenzar en el entrenamiento, cayó Kang In Lee. El coreano regresaría algunos minutos junto a sus compañeros pero el técnico no pudo incluirlo en la lista. Más. Ni Rodrigo ni tampoco Coquelin alcanzaron las horas decisivas con opciones de viajar a Milán. Dos hombres importantísimos que restar a los planes tácticos del entrenador.

Kang In, Rodrigo y Coquelin se sumaron definitivamente a los otros cinco futbolistas que se lo pierden por lesión: Florenzi (varicela), Piccini, Paulista, Garay y Vallejo. Ya no es novedoso que al Valencia se le intuya el once al milímetro, básicamente porque no hay más. Regresó Correia a la lista y también Cillessen, mientras que Celades convocó al canterano Guillem Molina (puede actuar como central y lateral) y el guardameta Cristian Rivero.

Se espera que el singapurense Peter Lim, dueño del club, presencie el partido desde el palco del mítico San Siro de Milán. Una ocasión especial para el magnate, que sí vio ganar al Valencia la Copa del Rey pero el equipo todavía no había superado la fase de grupos de la Liga de Campeones bajo su mandato.

Frente a ese sueño, un Atalanta lanzado. Su técnico, Gasperini, de quien Mourinho hablaba auténticas maravillas, entiende el juego de forma vertical. El Atalanta lleva 63 goles en el Calcio (en 24 partidos) y es el tercer mejor registro de Europa, sólo por detrás del PSG (67) y el Manchester City (65). Su show ofensivo del presente curso incluye un 0-7 al Torino, un 7-1 al Udinese o un 5-0 al Milan, entre otros. Ilicic, Muriel, Zapata, Gosens, Gómez... Un grupo de bombarderos que amenazan la frágil resistencia valencianista, liderada esta noche por Diakhaby y Mangala.