Bordalás acaba con el gafe foráneo del Valencia

La última vez que el Valencia consiguió ganar un partido fuera de casa en Liga, Filomena estaba tiñendo de un manto blanco la mitad de la península. Para encontrar dos victorias seguidas de los de Mestalla en el campeonato liguero, directamente hay que viajar a antes de la pandemia. Resulta tremendo para un equipo grande pero los dos datos son reales y, a la vez, explican la mediocridad en la que se instaló el club en las dos últimas temporadas. Con Bordalás todo ha cambiado. Tras once partidos (con un pobre balance de 4 empates y 7 derrotas) los valencianistas volvieron a sacar tres puntos a domicilio. Ya no se recordará más en las crónicas aquel 0-1 en Zorrilla contra el Valladolid con un gol de Carlos Soler.

La estadística de las dos victorias seguidas nos lleva a febrero de 2020, donde el entonces equipo de Celades tumbó de forma consecutiva en Mestalla al Barça (2-0) y al Celta (1-0). Curiosamente, esa racha la cortó de forma abrupta el Getafe de Bordalás en el siguiente partido, con un rotundo 3-0 en el Alfonso Pérez. El próximo domingo, contra el Real Madrid, el Valencia tendrá la oportunidad de sumar tres victorias seguidas en Liga. Algo que la entidad no consigue desde mayo de 2019, cuando sumó los últimos nueve puntos de esa temporada y consiguió una plaza de Champions. Lo selló en Valladolid, con Marcelino en el banquillo, pocos días antes de conquistar la Copa del Rey en Sevilla.

La nota negativa de una tarde en la que salió todo redondo en Pamplona la dieron Cheryshev y Gayà. El ruso tuvo que ser sustituido y aunque sus gestos en el directo hicieron temer una nueva lesión, la cruz del interior zurdo desde que viste la camiseta valencianista, Bordalás se mostró optimista con respecto a su dolencia tras el encuentro: «No estaba cómodo con la rodilla, esperemos que no tenga nada grave». Lo del capitán también fue un buen susto. Gayà abandonó la concentración de España al lesionarse el gemelo en el minuto 74 del partido ante Georgia. Aunque esa noche, en Badajoz, se le leyó en los labios «me he roto» al abandonar el césped, las pruebas a las que fue sometido en Valencia una vez descartaron una lesión importante. Tras el trabajo de fisioterapia y, también hay que decirlo, el compromiso del jugador, su evolución le permitió no sólo entrar en la convocatoria que viajó ayer a Pamplona, el Valencia prefirió aumentar las horas de descanso de sus jugadores en casa y no desplazarse hasta horas antes del partido, sino entrar en el once titular. Tras el parón del descanso, Gayà notó que algo no funcionaba bien con lo que Bordalás decidió no arriesgar y cambiarle. «En frío volvió a sentir molestias en el gemelo y por eso lo cambiamos», declaró el alicantino tras la victoria. El aviso del gemelo, eso sí, aconseja tratar de nuevo la zona en vistas al partido del domingo.

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