Bordalás se apuntala

La solidez defensiva es la clave del 'método Bordalás'. En sus últimos cuatro años dirigiendo al Getafe, el conjunto azulón encajó en Liga 43, 37, 35 y 33 goles respectivamente. ¿Saben cuántos encajó el Valencia en los últimos cuatro? 53, 53, 35 y 38. Esos dos años por debajo de los cuarenta fueron con Marcelino. Para construir un equipo ganador hace falta hacerlo desde atrás. Y parece que Bordalás ha encontrado a sus hombres. La línea defensiva de Correia, Paulista, Alderete y Gayà parece inamovible. Cillessen es el portero de Bordalás, pero ante los problemas físicos del neerlandés, el joven Mamardashvili se ha erigido como una alternativa más que seria, con grandes actuaciones como las del miércoles en Mestalla. La retaguardia parece estar ya definida para el estreno contra el Getafe.

Pero, ¿y el medio? Aquí llegan los problemas. Durante la pretemporada, la única constante ha sido Hugo Guillamón, que lo ha disputado todo en una posición que no es la suya, como parche de emergencia. El nivel del de l'Eliana ha sido remarcable y no se descarta que se ubique definitivamente en esa nueva demarcación ante el buen nivel mostrado y la dura competencia que hay en el centro de la defensa. Pero es que ni Uros Racic, que apenas disputó el primer amistoso y cayó lesionado, al igual que Yunus Musah, ni Carlos Soler y Kang In Lee, que han disputado los Juegos Olímpicos, ni Daniel Wass que ha apurado sus vacaciones tras la Eurocopa han podido estar disponibles para Bordalás.

Nombres como Fran Pérez, Alessandro Burlamaqui o Vicente Esquerdo del filial han sido los que han ocupado la sala de máquinas valencianista. Por eso el preparador alicantino lo tiene claro. Quiere refuerzos en el centro del campo. Para ser más exactos, quiere a Mauro Arambarri. Su pupilo en el Getafe es una debilidad para el técnico y quiere traérselo a Mestalla. Pero las complicaciones económicas del club se lo impiden. Falta ver si con la inyección de dinero por parte de la Liga se acomete algún refuerzo en la medular tal y como demanda el propio Bordalás, que lo afirmaba anteayer en rueda de prensa tras el Trofeo Naranja:«ahora mismo diría que el mediocentro es una necesidad muy importante para el equipo». También dejó claro que la directiva está trabajando en ello. «Es cierto que quedan pocas fechas para el comienzo del campeonato, pero estamos en contacto el presidente, la directiva, con Corona, trabajando todos los días para que los jugadores que necesitamos para puestos específicos e importantes lleguen lo antes posible», afirmó.

José Bordalás no quiere acabar como Javi Gracia. Quiere que le hagan caso. Pidió un central y específicamente a Alderete, al que ya le había echado el ojo desde que se cruzara con él cuando el paraguayo militaba en el Basilea. Y se lo han traído. Ahora pide un mediocentro. Y no pide precisamente por avaricia. Pide porque hace falta. Y quien no lo vea está ciego o no quiere ver. El centro del campo del Valencia necesita más hombres. Uno seguro, dos si sale Wass. El danés es un comodín importante ya que puede actuar de lateral, de banda y en el doble pivote. Por eso Bordalás lo quiere. Cuenta con él. Tendrá que convencerle para que cambie de opinión y cumpla su contrato con el Valencia y se olvide de la tentación del Olympique de Marsella.

La delantera es otro tema a tratar. El nombre de Marcos André, del Valladolid, lleva sobre la mesa unas cuantas semanas. Es del agrado de Bordalás pero la secretaría técnica de Pucela no lo dejará salir por menos de cinco millones, y el Valencia no parece dispuesto a realizar una inversión de esas cifras si no hay una salida previa. De cara al gol, Maxi Gómez confía en recuperar su mejor versión con Bordalás y Manu Vallejo ha realizado una buena pretemporada. Tocará esperar.