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Hoy hace justo un año, el Valencia le ganaba 2-1 al Granada, con Voro como casi siempre como entrenador, y con una decepcionante plantilla en la que todavía estaban los Parejo, Kondogbia, Ferran, Coquelin, Rodrigo... parece que no ha pasado tanto tiempo pero entre aquel partido en Mestalla y lo que se vivirá esta mañana en la ciudad deportiva ha transcurrido una temporada entera, tan insípida y extraña que para muchos sólo va a constar en las estadísticas. La 2019-20 no sirvió para nada, tan sólo para confirmar los tonos grises en los que se va a mover el Valencia en estos y próximos tiempos. El tiempo pasa pero el Valencia sigue igual. O casi igual. Esta mañana, cuando las puertas de Paterna se vuelvan a abrir, la única cara nueva será la de Pepe Bordalás –y sus ayudantes–. Ni un solo fichaje al que dar la bienvenida. Tampoco es que los hubiera habido el verano pasado. Que le pregunten a Javi Gracia cómo se le quedó el cuerpo cuando se cerró el periodo de incorporaciones y nada se modificó, una situación casi sin precedentes en el Valencia, y que aún se agravó más cuando Kondogbia, de la noche a la mañana, hizo las maletas para largarse al Atlético.
Ya pintaba con dudas aquel Valencia y sólo el pilotaje de Gracia invitaba al menos a creer en una supervivencia cómoda. Más o menos como pasa hoy también, con la salvedad de que parece que Bordalás (57 años) viene con la lección mucho más aprendida que su antecesor. Al alicantino no le han tenido que descubrir cuáles son las claves para enganchar a la afición. Lo tenía claro desde el primer día y ese ADN del que presume le va a servir de aliciente pero también de exigencia desde el primer día.
La plantilla del Valencia está actualmente diezmada y no sólo por la ausencia de incorporaciones sino también porque las vacaciones no han sido grupales al tener un sinfín de compromisos internacionales. La vuelta de Rubén Sobrino y del desconocido Jorge Sáenz configuran la única salvedad, con diez chavales del Mestalla: Esquerdo, Guillem Molina, Koba Lein, Jesús Vázquez, Fran Pérez, Hugo González, José David Menargues, Giorgi Mamardashvili, Diego López y Alberto Marí.
Conforme vayan pasando los días van a ir sumándose efectivos, siendo Kang In y Carlos Soler los últimos en ponerse a las órdenes de Bordalás. Es más, la liga empezará y el Valencia no tendrá todavía a todos sus futbolistas listos.
Encima, va a ser este un verano también atípico por el miedo también que hay al contagio. La juventud de los futbolistas les sitúa además en el grupo actualmente de riesgo más activo, y encima si se tiene en cuenta que vienen también del periodo de vacaciones. Por eso, los controles PCR van a ser continuos como marca el protocolo de la propia LaLiga. Hoy tendrán el primero, en una jornada en la que únicamente habrá pruebas médicas. Mañana será el turno de las físicas y de esfuerzo.
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