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Las seis jornadas sin ganar que acumula el Valencia tras el empate, y gracias, ante el Mallorca el sábado en Mestalla no impide que ... la sensación general siga siendo que, a falta de fichajes de renombre en el césped, la incorporación más ilusionante de la temporada para la grada sea la de José Bordalás. Así lo lleva demostrando la gran mayoría de los aficionados desde el Trofeu Taronja. Con el gran arranque de curso, sumando 10 de los primeros 12 puntos, se acuñó el término de 'bordaleta'. El frenazo en la puntuación, 3 de los últimos 18 en juego, deja al Valencia con una foto calcada al equipo gris de Javi Gracia y peor que en el arranque de Celades, ya que el madrileño en sus primeros diez partidos ligueros (entre la Jornada 4 y la Jornada 13) sumó 16 puntos. La pasada campaña, la entidad de Peter Lim sumó 12 de los primeros 30 puntos. Ahora, son 13 de 30. Es decir, que hasta el momento a nivel numérico Bordalás está casi emulando a Gracia y empeorando el inicio de Celades tras el despido de Marcelino. Aunque suene surreal.
Con esa foto fija, el equipo que ayer volvió a los entrenamientos en Paterna para comenzar a preparar los dos duelos de esta semana hará bien en despertar porque la clave del pasado año de instalarse en tierra de nadie hasta que acabó la Liga, es que el grupo de Javi Gracia siguió con el motor gripado en los siguientes encuentros, dejando su mal arranque en 14 de los primeros 39 puntos tras la Jornada 13, con el equipo en la duodécima posición de la tabla. Su triste listón el resto de la temporada, con la foto final en el puesto decimotercero con 43 puntos. Ahora, el Valencia de Bordalás superará esos 14 puntos en las primeras 13 jornadas si logra al menos dos de los siguientes nueve. Esos tres partidos serán otras tantas pruebas de nivel, puesto que enfrentará a los de Mestalla en Sevilla ante el Betis (el miércoles a las 20 horas), frente al Villarreal de Emery el sábado en casa (18:30 horas) y terminará el ciclo contra el actual campeón liguero, el Atlético de Simeone, visitando el Wanda el próximo domingo 7 de noviembre a las 16:15 horas.
Uno de los dramas para el alicantino es que en los síntomas que está dejando la parálisis en la puntuación aparece como una de las claves la diferencia abismal entre la primera y la segunda unidad. Más allá de la rotación en la portería, donde se han turnado Mamardashvili y Cillessen, el resto de posiciones clave en el once se resienten cuando se mueve el banquillo. Empezando por la delantera y terminando por los dos capitanes. Gayà y Carlos Soler son, a día de hoy, insustituibles. También, por el nivel que están dando sus relevos, Guillamón y Alderete tienen esa etiqueta. El canterano, que arrancó el curso estrenando cambio de posición en el campo, se ha mostrado como el compañero más fiable de Soler o Wass. Racic, fijo para Gracia, ha arrancado la Liga con un nivel muy inferior. Bordalás le señaló al descanso dejándolo en la ducha, junto a Maxi y Diakhaby. El francés sigue mostrándose muy inseguro. Algo que ya ocurría el pasado año pero que en éste, con Guillamón en el mediocentro, es más sangrante.
La preocupante parálisis goleadora de Maxi Gómez
Si por algo mantiene Bordalás a Maxi Gómez como titular, lo ha sido en los nueve partidos que ha disputado, es por lo que le ofrece a nivel defensivo en la presión de la salida del rival y en el juego dividido para activar segundas jugadas. Todo ello muy ponderable, pero a un delantero lo que hay que pedirle como principal consigna es que marque goles. La actual sequía del uruguayo es aún más preocupante que la de la pasada temporada, donde se quedó en 7 tantos en 31 partidos. Con Javi Gracia, y Voro, al frente del banquillo, Gómez necesitó 385 minutos de media para marcar. Traducido a partidos completos, salía a un gol cada 4,3 encuentros. Sus números en el arranque de temporada han empeorado aún más si cabe. En los nueve partidos que ha disputado Maxi Gómez ha marcado sólo un gol. Es decir que lo hace cada 743 minutos y en partidos cada 8,25. Unos números, por mucho trabajo que ponga encima de la mesa el de Paysandú en labores de intendencia, que no son propios de un delantero titular en el Valencia si el club quiere aspirar a terminar este curso en la primera parte de la tabla.
El relevo de Maxi Gómez, con Manu Vallejo de momento sin tener la confianza de Bordalás, es Marcos André. El brasileño fue una petición expresa del técnico y para hacerle hueco el club tuvo que prescindir de Kang In para desbloquear una plaza de extracomunitario. El exjugador del Valladolid lleva los mismos goles que el uruguayo, uno, que sirvió para rascar un punto frente al Athletic. André está, por tanto, en un gol cada 240 minutos.
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