Un calvario de 125 días

Nunca había estado tanto tiempo sin jugar Gonçalo Guedes, un tipo que llegó a convertirse en el ídolo de Mestalla pero cuya lesión, como suele ocurrir, ha posibilitado la confirmación de Ferran como gran futbolista. Tampoco es que haya tenido el internacional portugués una larga trayectoria profesional. En realidad, a sus 23 años y con dos de ellos ya completos en el Valencia, su curriculum tampoco ha podido dar mucho de sí. En el medio año que estuvo en el PSG se llegó a quedar sin jugar una docena de partidos pero por cuestiones deportivas. Ahora han sido 22 y por culpa de una lesión. 125 días ha estado el extremo portugués esta vez en la enfermería, saliendo únicamente para ir de consulta en consulta buscando soluciones a ese pie derecho que han convertido estos cuatro meses en un verdadero calvario para él. Tal ha sido el efecto que el Guedes que costó 40 millones de euros, ahora (contabilizando los 6 partidos de titular que ha jugado) se le llega a aplicar un valor de mercado de 26 millones. No es que esté en estos momentos para aliviar al Valencia del dolor que se siente por quedarse si un central de la ascendencia de Garay, pero al menos saber que ya tiene el alta médica desvía la atención del grupo y calma las preocupaciones de Celades.

El portugués no está para jugar de titular. Quizás ni para participar unos minutos si el partido de esta noche se vuelve bronco y copero. Pero es seguro que será la principal novedad en la lista de convocados. Habrá que esperar a esta mañana para confirmar en cualquier caso la incógnita ya que el técnico, aprovechando que el equipo vuela hoy, prefirió guardarse la baza hasta el último momento. El motivo es que tenía también elementos entre algodones. Gameiro y Gayà, por ejemplo, no salieron a entrenarse este lunes. Cillessen, en cambio, ya parece que está olvidando esos dolores en el muslo y si entra en la convocatoria podría por lógica hasta ser titular.

A Celades le toca manejar los algoritmos y ver cuál es la mejor combinación posible para que su gente llegue fresca el sábado contra el Getafe. Hoy se juega el pase a la semifinal de Copa pero dentro de cuatro días la empresa, con toda la exigencia que implica el conocido rival madrileño, es de Champions. Por eso son múltiples las combinaciones posibles para el once y hasta para la estrategia inicial. Del 4-4-2 tradicional se puede perfectamente pasar al 4-2-3-1, que ofrece menos desgaste a los centrocampistas y que, de hecho, ya sirvió en León. Para eso hay que tener en cuenta diversos aspectos. Florenzi ya no completó por si acaso el partido contra el Celta y debe además coger automatismos; Coquelin y Wass no jugarán el sábado por sanción por lo que hoy se pueden exprimir; en algún momento habrá que darle minutos a Mangala; Rodrigo tiene que coger el estado óptimo, tanto mental por lo que tuvo que pasar como físico; y a Soler y a Ferran no se les debe –pese a su juventud– vaciar las baterías del todo. El Atalanta está muy cerca.

«Jugamos contra un equipo que lo está haciendo muy bien y en su campo, donde tiene un rendimiento muy grande. El fin de semana ya llegará», decía Celades aparentando que no hace más cálculos que los de esta noche. En Los Cármenes se va a vivir una fiesta. Hacía diecinueve años que los andaluces no llegan a unos cuartos de final de Copa. Ahora les viene encima el campeón.