![Canós, un valenciano más para Baraja](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/07/09/F0lS6SqWYAQ2kBu-RgOh67cFx8xjcW02s19PJhN-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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La necesidad hizo que en el vestuario del Valencia en verano de 1986 se hablara valenciano casi todo el tiempo. La 'culpa' la tuvieron los José Manuel Sempere, Revert, Cotino, Juárez, Giner, Arias, Voro, Fernando Paco Ferrando, Subirats, Fenoll, Alcañiz y Sixto. Llegar hoy en ... día a repetir una escena como esa que se vivió hace casi cuarenta años se hace prácticamente imposible. Pero el Valencia actual va camino de alcanzar cifras altas de jugadores de la Comunitat.
EL mismo día que el Valencia oficializaba la compra de Pepelu (Dénia, 11-8-1998), Sergio Canós (Nules, 2-2-1997) agitaba las redes sociales con un mensaje en su camiseta que de encriptado tenía bastante poco, en el que se podía extraer la reclamación del futbolista para que, o bien el Brentford suavizara sus exigencias económicas para dejarlo marchar, o para que el Valencia aumentara la presión y la propuesta para traérselo lo antes posible, o incluso para ambos. Uno de Alicante y otro de Castellón que pueden compartir en los próximos días vestuario y escudo.
El Valencia asegura que aún quedan varios pasos que dar para echarle el lazo definitivamente a Canós, pero no pasa desapercibido que el mercado veraniego, en lo que se refiere a los intereses blanquinegros, esté siendo salpicado por nombres con origen en la Comunitat. Precisamente, el año en el que el club ha escogido como lema de cabecera para sus campañas publicitarias la cuestión del ADN Mediterráneo. El año de Pepe Bordalás se explotó comercialmente lo del ADN valencianista en un intento por imprimir el carácter sobrio y competitivo al equipo y, de paso, tocar la fibra del aficionado; mientras que para este próximo ejercicio se le ha dado un matiz algo más bucólico.
De cualquier forma, es innegable que los primeros trazos de la plantilla que va a dirigir Rubén Baraja están claramente marcados por el sello local, con todo lo que eso conlleva. Al aficionado siempre le ha gustado ver a gente de la casa y de la tierra –que no es lo mismo– corriendo por el césped de Mestalla, por aquello de que supuestamente sentirán más el escudo. Pero eso puede acarrear un peligro si no se tiene en cuenta que la exigencia del Valencia es de tal envergadura que siempre hace falta una experiencia y calidad definidas.
La lista, de cualquier forma, se abrió semanas atrás cuando se puso encima de la mesa la posibilidad de que Vicente Guaita (Torrent, 10-1-1987) llegara para reforzar la portería (siempre y cuando salga Mamardashvili). Ahí, de cualquier forma, ya están listos por si Baraja les necesita los Jaume (Almenara, 5-11-1990) y Cristian Rivero (Gandia, 21-3-1998).
Es verdad que se ha marchado Lato (Valencia, 21-11-1997), pero el peso de José Luis Gayà (Pedreguer, 25-5-1995) es indiscutible. En defensa, es improbable que Cristhian Mosquera (Alicante, 27-6-2004) tenga dorsal del primer equipo, idéntica situación a la de Iranzo (Picanya, 14-3-2003) y Tárrega (Aldaia, 26-2-2002); pero en el centro del campo además del mencionado Pepelu hay que anotar a Hugo Guillamón (nacido en San Sebastián aunque él se considera valenciano), Javi Guerra (Valencia, 13-5-2003); Fran Pérez (Valencia, 9-9-2002), aunque está pendiente de su cesión al Elche; y en ataque volverá a buscar su oportunidad Alberto Marí (Alicante, 11-7-2001), si bien mientras la nómina de delanteros del primer equipo siga tan llena no le quedará otro remedio que volcarse en el filial y esperar.
La temporada anterior (2021-22) a esta recién finalizada, contaba con Álex Blanco y Carlos Soler mientras que la 2019-20 fue la última de Ferran y de Jaume Costa (había media docena de valencianos en el primer equipo) y otro de la tierra como Nacho Vidal acabó en 2018 (Nacho Gil no tenía dorsal del primer equipo) y Paco Alcácer fue vendido en verano de 2016.
El fichaje de Pepelu por el Valencia se ha convertido de momento en el único movimiento de cierta enjundia protagonizado por el Valencia, más pendiente e inquieto por abrir la puerta para que salgan jugadores que por reforzar el equipo de Baraja. La marcha de Orriols de Pepelu va a dar que hablar aún, por lo que había significado este jugador para el aficionado granota y por la apuesta de futuro que hizo hace justo un año el club.
Aunque se desconoce si hay más letra pequeña en el contrato de venta del centrocampista, lo cierto es que el hecho de que el Levante haya permitido al Valencia fraccionar el pago de los 5 millones de euros que tenía en su cláusula (le han puesto 100 millones en su nueva cláusula de rescisión) ha sido de alguna forma compensado por la inclusión de un pellizco en el supuesto de que el Valencia traspasara en algún momento a Pepelu.
Fuentes cercanas a la operación apuntan la cifra del 10% como principio por el que el Valencia consiguió rebajar la postura inicial de fuerza levantinista. Pepelu ha sido internacional en todas las categorías inferiores y nadie duda de que tiene a sus 24 años un prometedor camino por delante.
Pepelu ya se puso la camiseta de entrenamiento del Valencia cuando pasó revisión este sábado por la mañana y este lunes se la volverá a poner pero ya en la ciudad deportiva de Paterna, donde están citados los jugadores para esta vez pasar diferentes pruebas físicas, también por grupos pero ya con Baraja atento.
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