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Javi Guerra, durante el partido contra el Valladolid. Jesús Signes
Los canteranos salen al rescate del Valencia

Los canteranos salen al rescate del Valencia

Mestalla se agarra al descaro de los jóvenes valores, simbolizado en el gol de Javi Guerra, como uno de los caminos para acabar evitando el drama del descenso

Marc Escribano

VALENCIA

Martes, 2 de mayo 2023, 00:58

El valencianismo militante afronta la parte final de la temporada, con su equipo asomado a un punto del descenso a falta de seis partidos, con pocos clavos a los que agarrar la ilusión que a cada uno le quede en el cuerpo. El 'efecto Baraja' se ha ido apagando al mismo ritmo que el ratio de puntos por choque conseguido por el pucelano en el banquillo. El resorte que nunca falla, y más ahora que se han cumplido cuatro décadas del gol de Tendillo en 1983 que salvó del descenso al Valencia, es el de Paterna. En el regreso al eterno debate futbolístico de si es mejor la cartera o la cantera, hay un argumento que es irrefutable: la cantera nunca falla. La cartera te puede llevar más arriba, pero también más abajo como se ha comprobado con la confección de la plantilla del Valencia de esta temporada. En el último partido disputado en Mestalla ya se demostró que lo que rescató al equipo del abismo fue la factoría de Paterna.

Un zapatazo de Javi Guerra (Gilet, 2003) tumbó al Valladolid y permitió a los de Baraja sumar tres puntos vitales. Sí, tras la derrota en Cádiz han aumentado incluso su valor. El joven centrocampista –que cumplirá 20 años el 13 de mayo– fue la sensación del encuentro. No sólo por su tanto, ya que también tuvo acciones destacadas en balones divididos donde demostró saber utilizar bien su cuerpo para proteger el esférico y ser capaz de ganar duelos ante jugadores experimentados de Primera. No le quedó grande la categoría al de Gilet. Desde su fichaje en 2019 procedente de las categorías inferiores del Villarreal, Guerra venía apuntando maneras en el Juvenil y en el Mestalla.

Algo le vio José Bordalás hace algo más de un año cuando le hizo debutar en Copa del Rey ante el Atlético Baleares, aunque fuese sólo para jugar un único minuto. Lo mismo que ha estado viendo Miguel Ángel Angulo, su técnico en el filial durante toda la temporada en una Segunda Federación que ya se le ha quedado pequeña. Y lo mismo que ha visto, claramente, Baraja y todo el valencianismo. Que este chico tiene talento para jugar en el Valencia. Y lo más importante, sabe lo que significa vestir la camiseta blanquinegra y lo que pesa el escudo. Porque con gente de la casa, siempre es más seguro. El esfuerzo no se negocia. Guerra, si no hubiese jugado, habría sido uno de los más de 42.000 valencianistas que alentaban al equipo en Mestalla. La felicidad irradiaba del joven rostro de Guerra al finalizar el encuentro. «Soy de aquí de Valencia y la verdad que ver a Mestalla así da gusto. Han venido los compañeros a felicitarme y la victoria es de todos», dijo tras finalizar el partido. Cuando el canterano fue preguntado por si era el nuevo ídolo del valencianismo, mantuvo los pies en el suelo: «Tengo que ir paso a paso, lo primero es el equipo». Así se gana uno el cariño de Mestalla desde el primer momento.

El debate de las rotaciones

En Cádiz, Baraja apostó por hacer rotaciones en varias piezas importantes del equipo, con Gayà, Cavani o Almeida en el banquillo, pero no apostó por los canteranos sino por una segunda unidad donde el rendimiento de Moriba es el que más enciende el debate en el valencianismo. Al final, la ilusión que siempre desprenden los jóvenes valores no depende de los años que lleve ese deportista en la Ciudad Deportiva. Aunque a Javi Guerra se le ponga la etiqueta de canterano, el Valencia no lo ha criado futbolísticamente durante toda su etapa formativa. Algo común con los otros dos protagonistas recientes de la cantera, que son ejemplos del poder de captación y scouting que tiene la Academia de Paterna, capaz de fichar a jóvenes talentos de otros equipos para darles esa primera oportunidad en el fútbol profesional. Los chicos saben que el Valencia es un gran trampolín en el que pueden iniciar su carrera, y más en la situación actual donde la plantilla no es tan potente y hay resquicios para conseguir esa ansiada oportunidad que en un Valencia que estuviera jugando competiciones europeas, no tendrían al alcance.

Diego López (Turón, 2002) salió del fútbol base del Sporting de Gijón rumbo al juvenil del Real Madrid. Tras un breve paso por Valdebebas, el extremo asturiano se marchó al juvenil del Barcelona un par de años hasta que el Valencia, con ese buen ojo para cazar talentos, le echó el anzuelo para el Mestalla en 2021. Con el primer equipo ya ha disputado tres partidos. Gattuso le hizo debutar en la tercera jornada ante el Atlético de Madrid, con nueve minutos. Ocho meses tuvieron que pasar para que volviese a vestir la camiseta del primer equipo, esta vez con Baraja, que lo ha empleado en los últimos dos compromisos dándole 16 minutos en los que ha dejado destellos de calidad y una gran capacidad de desborde.

Situación similar a de López es la de Alberto Marí (Alicante, 2001), que deslumbró con sus 18 minutos ante el Elche, en los que estuvo cerca del gol. El delantero alicantino se formó en el fútbol base del Hércules, club en el que militó su padre. Terminó su formación juvenil en el Eibar, llegando a jugar para el filial del club vasco hasta que, también en 2021, firmó por el Mestalla para enriquecer la plantilla del filial valencianista, donde está siendo el máximo goleador esta temporada con 11 goles en 28 partidos bajo las órdenes de Angulo.

El gran estandarte para todos ellos es José Luis Gayà. El capitán fue otro de los jugadores que descansaron en Cádiz y que, a buen seguro, volverá para el derbi crucial contra el Villarreal de mañana en Mestalla. Con 18 puntos en juego, y el rendimiento cuestionable de los jugadores de una segunda unidad de Baraja, una de las decisiones complicadas que tiene el 'Pipo' por delante es si pondera la dosis de ilusión y descaro que le pueden ofrecer estas tres perlas de la cantera, que en el reverso de la moneda no tienen poso en situaciones dramáticas como la que está viviendo el Valencia, o si exprime los minutos con la plantilla profesional buscando la salvación.

Ramón Planes, al Betis (2026)

Precisamente, la coyuntura actual del Valencia descubre que para que estas jóvenes promesas puedan en algún momento hacerse un hueco en la primera plantilla, el club tiene un vacío importante en la figura de quien tendría que apostar precisamente por este tipo de futbolistas jóvenes y que pueden dar un buen resultado al corto/medio plazo. Está Corona, sí, pero si ya dudaba Meriton de su capacidad en verano –su continuidad se debió al respaldo que encontró de Gattuso–, actualmente su proyección en el futuro del club se antoja prácticamente imposible teniendo en cuenta.

El Valencia había tanteado varias opciones para esa figura de director deportivo y ayer precisamente el Betis confirmó la contratación de Ramón Planes (hasta 2026), precisamente uno de los que había estado en la órbita del Valencia.

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