La carta de Murthy escalda al vestuario del Valencia

El gato escaldado del agua fría huye. La frase más utilizada en la carta abierta que firmó el presidente del Valencia el viernes por la noche –aquello de que las malas experiencias suelen servir de escarmiento– se le volvió en contra. La extensión del comunicado, y la sensación constante de sacar pecho de la gestión de Meriton en el club desde 2014, además de enlazar datos inexactos pisó varios charcos que han tenido sus consecuencias dentro y fuera del club.

La plantilla del Valencia recibió uno de los golpes y tal y como pudo confimar este periódico, el vestuario está indignado con lo que consideran expresiones ofensivas para los futbolistas. Más allá de volver a evidenciar el no conocer cómo funciona un club de fútbol, 'escaldar' a tus jugadores de forma pública no parece la receta más inteligente para una persona, el propio Murthy, que ahora ejerce de director deportivo. Con las salidas de Coquelin y Parejo aún calientes, dos de los jugadores más respetados en el vestuario, éste es el párrafo que indignó a los futbolistas: «Debemos bajar los salarios, lo que significa vender jugadores con dos años o menos de contrato y salarios altos. Además, algunos están envejeciendo y son propensos a sufrir lesiones. No podemos mantenerlos y no deberíamos». Los jugadores consideran que es una falta de respeto referirse a compañeros en esos términos y señalar en público a los jugadores que cumplen los requisitos expuestos por Murthy para ser vendidos en el mercado (Rodrigo, Kondogbia, Cillessen, Paulista o Wass). En el caso de los dos últimos, en la lista de los que tienen dos años de contrato, es un contrasentido puesto que se está intentando renovarles. O esa es la sensación que tienen.

La salida de Parejo o Coquelin son un alivio para Murthy porque eran del núcleo duro que no se callaba cuando veían cosas internas que nos les gustaban. En el vestuario de Paterna aún quedan futbolistas que alzaron la voz en la última reunión de calado del presidente en la Ciudad Deportiva, cuando tuvo que calmar las aguas el pasado verano ante el intento de despido de Mateu Alemany. La postal podría repetirse en los próximos días, puesto que los jugadores sopesan solicitar una reunión con Murthy para que les explique el motivo del ataque en el comunicado que consideran «gratuito».

No fue el único charco que pisó Murthy en su carta, aunque la torpeza es mayor con el dardo a los jugadores que aún son activos del Valencia. El ninguneo al proyecto de Marcelino y Mateo Alemany, responsable de dos clasificaciones seguidas para la Champions y el título de Copa de 2019, tampoco pasó desapercibido: «No podíamos seguir gastando. Ya teníamos más de 30 jugadores en el equipo, intentando sacar de la plantilla a jugadores jóvenes y prometedores de la Academia (como Lato, Kangin y Ferran) para hacer espacio a otros independientemente de su valor futuro. Esto tenía que terminar. Y así lo hicimos. Debes ser un tonto para seguir el camino del gasto sin pensar en cómo va a pagar el club». En la lista de jugadores sin valor futuro para el club no incluyó el presidente a Abdennour, Nani o Aderllan Santos.

El valencianismo, movilizado los últimos días contra la gestión de Meriton, digirió la carta entre la sensación de que el 'escaldado' es Peter Lim por las protestas e intentando descifrar las incoherencias. Murthy se refirió a la deuda del club en 2008 (547 millones) pero se le olvidó recordar que la refinanciación de Lim con Bankia fue de una deuda rebajada con el banco a 230 millones y que la actual, tras cinco años de gestión de Meriton, es de 563 reconocida en la última Junta. Ajeno a todo esto, Javi Gracia despidió la primera semana de entrenamientos con una exigente sesión técnica. El primer amistoso será el sábado 22 de agosto, en Paterna, contra el Castellón.