No. Esto no cambia «con mentalidad, con carácter, con actitud, con querer estar, con intensidad, con vivir el partido...», según afirmó el técnico del Valencia, Rubén Baraja, tras la derrota en Son Moix ante el Mallorca del pasado viernes (2-1). No. Esto cambia con ... un poquito de fútbol. Porque el guión se repite fuera de Mestalla. El equipo de Baraja apenas genera jugadas de ataque, no dispara a la portería contraria, no da tres pases seguidos, busca el empate a nada y, casi siempre, acaba perdiendo. En Mestalla, la mística del estadio centenario y de su apasionada hinchada le permite ofrecer algo más y haber ganado dos partidos para evitar la cola de la clasificación. Pero fuera, las vergüenzas salen todas a relucir: es, probablemente, el peor 'once' de la Liga desde el punto de vista de la técnica individual. Ni un futbolista creativo, con visión de juego, de un gran manejo de la pelota. Y ya es hora de exigirle al entrenador, después de casi dos años en el banquillo, un poquito de valentía. Arrojo para reclamar a la directiva 'monchita' de Peter Lim un puñado de fichajes de calidad. En caso contrario, el Valencia y sus seguidores están condenados al sufrimiento implacable en la lucha por la salvación. Y solo cabe rezar. Baraja fue un 10 como jugador y debería saber perfectamente cómo reforzarse. Porque los fichajes del verano, por parte de la dirección deportiva de Miguel Ángel Corona, son para echarse a llorar: Rafa Mir, Caufriez, Germán Valera y Dani Gómez. En cualquier club sensato, Corona habría sido enviado a galeras. Y el director corporativo, Javier Solís, también. Solís se paseó tan ufano el pasado viernes por el césped de Son Moix para recibir de Toni Lato la senyera como parte del homenaje de la directiva mallorquinista a las víctimas de las inundaciones en las comarcas valencianas. ¿Qué pintaba ahí Solís si ya estaba el capitán Gayà? No conforme con la incompetencia, Solís quiso ser protagonista cuando su jefe apenas ha contribuido con algo más de 600.000 euros a las víctimas de la DANA mientras el Real Madrid ha aportado 1 millón y el Villarreal, 2, por ejemplo.

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Quedarse en Mestalla, un debate necesario. Esta tarde, a la 18 horas en el Colegio de Arquitectos de Valencia, un grupo de arquitectos e ingenieros defenderán la viabilidad de rehabilitar Mestalla y evitar marcharse al nuevo estadio en la Avenida de les Corts Valencianes, cuyas obras está previsto reanudarse el 12 de enero. Mestalla está construido por anillos independientes y eso le facilitaría la reforma integral, según estos expertos. Una reflexión pública y técnica que no se le debería haber hurtado ni a la ciudad ni a los aficionados. Además, el proyecto del nuevo estadio presentado en octubre por el Valencia presenta graves deficiencias técnicas, según denunció en este periódico el ingeniero Javier Machí. En realidad, los partidarios de marcharse al nuevo recinto son Lim, el Ayuntamiento y los especuladores urbanísticos. En contra, todos los demás. Una decisión capital para la ciudad no debería estar nunca en manos de un especulador sin escrúpulos como Lim.

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