Som el Valencia CF

Teóricamente, el equipo de Rubén Baraja no está entre los tres peores (lo dice el balance de los goles a favor y en contra, -6) y depende de sí mismo para mantener la categoría en estas nueve jornadas, la primera este domingo ante el colista Elche. El entrenador está a tiempo de recuperar la energía con la que llegó a Mestalla hace dos meses. Y rescatar de la depresión a algunos de sus jugadores. El primero es Gabriel Paulista, el mejor defensa de largo de la plantilla, casi inédito esta temporada entre lesiones y la autoexpulsión en el Bernabéu tras golpear a Vinicius. La pareja de centrales Paulista-Diakhaby jugó en la Champions y no desentonó. Ese debe ser el muro de contención que pare las acometidas de los rivales. Ah, y dejen de experimentar con Gayà: si es uno de los mejores laterales izquierdos de Europa, déjenlo en esa posición a fin de llegar por sorpresa a la línea de fondo, e imprimir desde allí su carácter indómito en la defensa. Es el capitán y el máximo referente. No lo mareen.

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Una afición de primera

El centro del campo necesita de un mediocentro posicional. Tanto Almeida, que juega muy bien, como Yunus Musah, son acompañantes. Les toca contener a Hugo Guillamón o a Nico González, tal vez los dos a la vez. El Guillamón de la primera parte del campeonato es necesario que vuelva a ocupar su puesto en la medular. Las críticas y algunos abucheos en Mestalla no le han hecho ningún bien, pero por eso son jugadores profesionales, por su capacidad para sobreponerse a los bloqueos mentales.

La sequía en el ataque se ha agudizado en las últimas jornadas, sobre todo tras la lesión de Kluivert en Almería. Caído esta semana también Marcos André tras romperse el menisco, solo queda confiar en Cavani, en su rebeldía el pasado domingo al enfadarse tras ser sustituido frente al Sevilla por el entrenador. No tenía razón, pues su actuación fue mínima, lastrado por un pobre estado de forma, pero al menos quiere decir que está dispuesto a ayudar hasta las últimas consecuencias. Si Cavani vuelve a marcar, llegarán más goles y el VCF volverá a tener esperanza. La confianza, sí, pero el talento no puede haberse extraviado. Sancionado ante el Almería Hugo Duro, cabe considerar la posibilidad de devolverlo, ante el Valladolid, a la banda izquierda: en esa demarcación rindió mucho mejor el curso pasado con Bordalás. No es un delantero centro y tal vez se libere al quitarle la obligación de marcar. Y en cuanto a Lino, una última reflexión: no tiene gol, pero sí genera, por su desborde, ocasiones de gol. Casi el único. Todos suman. Y el valencianismo necesita volver a creer en ellos. Llevar la cabeza bien alta hasta el final. 'Som el València CF'.