El Valencia sobrevivirá a Peter Lim

Cómo y cuándo empieza la regeneración? El club de Mestalla ha mostrado siempre una capacidad brutal de resurgir de sus cenizas. El hecho de desplazar ... a 5.000 aficionados a Elche significa que puede con todo: también sobrevivir a nueve años de tiranía de Lim. Se necesita una catarsis integral sea en Primera o en Segunda, infinitamente mejor en la máxima categoría: uno sabe cuándo cae, pero nunca cuándo vuelve (Dépor y Zaragoza). El VCF necesita frenar la decadencia de los últimos años: cambiar la escala de valores, volver a la estructura deportiva, al fútbol, a las cosas sencillas, a las esencias. La tesis de que Lim huiría tras el descenso y se abriría así un tiempo de renovación no tiene base. Hay que abrirse paso contra Lim hasta recuperar la libertad desde la élite de Primera. El VCF es una devoción para miles de valencianos. La pérdida de categoría sería un trauma. Es un club muy transversal: un equipo de ciudad y de los pueblos, de todas las clases sociales, de los valenciano-hablantes y de los castellanos. Los valencianistas sí han experimentado la catarsis que le falta a la entidad. La hinchada ha perdido el poder de poner y quitar presidentes y entrenadores. Pero el baño de realidad la ha unido frente a la maldición del máximo accionista. Las manifestaciones contra Lim han generado una energía muy potente de supervivencia. Mestalla es más respetuosa con sus entrenadores y jugadores, como en la Premier. Las muestras de aliento al equipo, en momentos tan terribles, así lo atestiguan. Nada que ver con el histerismo de otras épocas: no valía ningún entrenador. A Cúper se le zarandeó el coche y a Emery se le menospreció. Bordalás fue idolatrado, Gatusso antes de tiempo, lo mismo, y a Baraja se le ha dado todo el cariño posible. El poder de la gente es el amor incondicional al club.