Celades, el único que resiste en los tres frentes

valencia. El Valencia no está todavía en Champions pero se percibe alrededor del equipo, al margen de la preocupación por Garay, un ambiente de alegría y calma. Todo el mundo es consciente, incluido el entrenador, de que la trayectoria de este grupo es claramente ascendente. Será seguramente una buena parte del mérito obra de Marcelino y Alemany -los que cosieron esta plantilla- pero también de Celades que después de un inicio titubeante -con la grada muy inquieta- ha logrado dotar al equipo de cierta fuerza en la continuidad (al margen de que el juego a veces sea criticable). Getafe y Sevilla siguen por delante instalados en zona de Liga de Campeones pero lo mejor de este Valencia es que por primera vez en lo que va de temporada el equipo se ha colocado en quinta posición. Celades lo cogió décimo pero en su estreno lo puso decimotercero y sólo una vez (jornada 11) lo ha empeorado (decimocuarto). El resto, todo hacia arriba. Por eso se percibe en Celades una mayor confianza en sí mismo. La rueda de prensa del sábado fue un ejemplo, cuando quiso trasladar a los futbolistas todo el cúmulo de elogios que estaba recibiendo.

Resulta en fútbol inevitable que para poner en valor el trabajo que están haciendo este año plantilla y técnico, se recurra a la referencia del año pasado. El Valencia 2018-19, con Marcelino a los mandos, llegó a la quinta plaza que se luce actualmente en abril (jornada 30) y sólo entró en Champions en la penúltima semana de Liga, cuando ganó 3-1 al Alavés. Siete puntos más tiene ahora Celades (37) que el año pasado Marcelino a esta misma altura de campeonato (30), aunque en la anterior y primera con el asturiano estaba por encima (40).

Getafe, Sevilla, Valencia y Atlético de Madrid parecen destinados por ahora a pelear por dos plazas de Champions. Cuatro candidatos que hoy por hoy tienen diferentes condicionantes.

De esos cuatro, sólo el Valencia aguanta en las tres competiciones: Liga, Copa y Champions. Los otros tres se han dado el batacazo en la Copa del Rey. Eso, visto desde la distancia, puede ser interpretado como algo favorable para los citados equipos, por aquello de que evitan distracciones y castigo a sus jugadores. Pero, en cambio, Marcelino y Alemany se marcharon dejando claro que aquella eliminatoria contra el Getafe contribuyó directamente en conseguir posteriormente el objetivo de Champions. Esa teoría, por cierto, no la compartía Lim y es probable que tampoco la respalde ahora, cuando el Valencia tiene una nueva final de Copa a sólo tres partidos.