César Sánchez, en la ciudad deportiva de Paterna JUAN J. MONZÓ

César, ante lo desconocido

La planificación del equipo, marcada por la incertidumbre económica | El director de fútbol del Valencia, obligado por el parón a trabajar sobre todos los escenarios posibles de compra y venta de futbolistas

Toni Calero

Valencia

Jueves, 2 de abril 2020, 22:20

Los teléfonos de los directores deportivos echan humo entre la apertura y el cierre de cada mercado. Fichan o no, venden o no, ceden o no; se les exige rapidez y acierto. Bueno, bonito y barato, a ser posible. El trabajo de última hora, el que se da sobre el alambre, tiene no obstante un estudio previo de meses. Las secretarías técnicas cada vez más repletas con ojeadores repartidos por las ligas de medio mundo. La primavera es clave para adelantarse en el mercado del fútbol, y ahora mismo lo único que se puede hacer respecto a futuribles es actualizar informes y tantear. Lo sabe mejor que nadie César Sánchez, al frente del organigrama técnico del Valencia desde el 20 de febrero. El director de fútbol se enfrenta a lo desconocido, a una situación que le obliga a contemplar todos los escenarios y sin saber, claro, con qué recursos contará para confeccionar la plantilla de la 2020-2021.

Publicidad

César fue la apuesta de Peter Lim después del despido de Pablo Longoria. Jorge López y Anil Murthy formaron tándem durante un tiempo e incluso cerraron la renovación de Carlos Soler, pero el Valencia buscaba una persona de referencia para la dirección deportiva y le dieron las riendas a César, que decía 'sí' a su primera experiencia de este calado en los despachos. El exguardameta (acompañado por Miguel Ángel Corona) fue la última elección de Meriton para liderar la parcela deportiva. Antes pasaron Rufete, García Pitarch, Alesanco y Longoria, aunque en su momento Nuno ampliara sus funciones para acometer fichajes o Mateo Alemany hiciera lo propio desde la dirección general. Todos ellos fueron lidiando con los problemas –cambiantes– de tesorería pero ninguno estuvo ni cerca del desafío que César tiene por delante.

La incertidumbre deportiva y económica embarra todo el proceso. Cuando se dio el parón, el Valencia estaba séptimo en LaLiga, eliminado de la Champions y de la Copa del Rey. Nadie quiere que la temporada finalice en estos términos. «No estoy seguro de qué significa anular. ¿Estamos de vuelta en la Champions League? Tienes que sopesar los pros y los contras. Prefiero luchar hasta el último partido y volver a la Champions», dijo Anil Murthy hace unos días.

El Valencia, lógicamente, suspira por el reinicio de la competición porque de acabar así el curso, se expone a pérdidas de 40 millones de euros. Un boquete que repercutiría en las entradas y salidas de futbolistas en verano. La caída de ingresos por los derechos televisivos, taquillas o publicidad, entre otras partidas, obligaría a la dirección deportiva a ajustarse aún más el cinturón para construir el equipo del año que viene. Eso, pese a que la Unión Europea tumbó la multa de 24 millones a la entidad y ese dinero irá destinado a la plantilla. Es decir, el Valencia necesitaba vender en verano por 40 millones y ahora 'sólo' lo tendrá que hacer por 16. El club liberará los 24 millones cuando pase el tiempo (dos meses) del que dispone la UE para recurrir la sentencia.

Pendiente de cómo avance la pandemia, de las decisiones que vaya tomando el ministerio y las propias competiciones, César se ha puesto manos a la obra en las últimas semanas para adelantar todo el trabajo que sea posible. En ese sentido, la renovación a mediados de diciembre de Carlos Soler obliga al Valencia a un esfuerzo mayor para prorrogar los contratos de Ferran Torres o Gayà. Soler ingresó en el top-5 salarial tras firmar hasta 2023 y es el escalón por el que van a pelear tanto los agentes de Ferran como los de Gayà. Continúa siendo una incógnita de qué forma actuará el club de Mestalla con Garay (el jugador accedió a darse de baja para que llegara un refuerzo por él), un futbolista que ha dado un gran rendimiento a Marcelino y Celades, ocupado ahora en recuperarse de la lesión y olvidar el positivo por coronavirus mientras se dilucida su futuro futbolístico.

Publicidad

La FIFA también ultima su idea sobre qué hacer con los jugadores que acaban el 30 de junio, no se ha tomado una decisión pero lo lógico es que sea global. Alessandro Florenzi y Jaume Costa son dos de los valencianistas que están en esa situación y que, en principio, regresarán a Roma y Vila-real al término de la temporada. El de Eliaquim Mangala también es un asunto peliagudo (contrato hasta 2021) porque la salud competitiva del francés ha dejado mucho que desear desde su regreso al Valencia. La defensa, por tanto, es la zona en la que se avecinan más cambios teniendo en cuenta también que Thierry Correia está muy 'verde' para jugar al más alto nivel.

Montiel y Quarta, en el foco

Para definir la zaga de la próxima campaña falta por concretar los planes de César con Diakhaby, a quien la eliminatoria frente al Atalanta pasó por encima, sobre todo en la vuelta en Mestalla. El Valencia estudia el mercado de centrales y en Argentina aseguran que César ya inició las conversaciones con River Plate por dos de sus futbolistas más prometedores: Gonzalo Montiel y Lucas Martínez Quarta. El primero es lateral derecho (aunque puede actuar en varias posiciones) y su cláusula de rescisión es de 22 millones de euros. Quarta, por su parte, es un central puro que pese a su juventud (23 años) fue titular en la ida de la final de la Libertadores en 2018.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad