Cesare Prandelli pagará al Valencia por su espantada

Cesare Prandelli pegó la espantada a finales de 2016. Llegó al Valencia con todo el boato que le daba haber sido entrenador de la selección italiana. El club pensaba que el transalpino pondría fin a la sangría de técnicos ineficaces que habían pululado por Mestalla. Pero en cuanto vio que las cosas no funcionaban decidió marcharse. A la entidad no le sentó nada bien la decisión y anunció que iría a por todas. Hizo público que reclamaría una indemnización al técnico italiano por su dimisión el 30 de diciembre de 2016 y la reclamación, tras analizar todos los detalles del contrato, fue completa. El Valencia quería que el entrenador indemnizara al club con la totalidad del contrato que le quedaba por cobrar. Prandelli percibía un salario anual de más de dos millones de euros netos, por lo que la indemnización que la entidad de Mestalla le exigía puede rondar los tres millones y medio. Al final las dos partes han llegado a un acuerdo por el que el italiano tendrá que indemnizar al Valencia. La cantidad, según fuentes valencianistas, «es importante».

El Valencia se empeñó en que el adiós de Prandelli no saliera gratis y que sentara precedente para que ningún técnico pudiera hacer lo mismo en un futuro. La reclamación al italiano era millonaria, con el fin de que no se quedara sólo en un aviso. En la entidad pensaban que el proceso iba a ser largo -entre dos y tres años- pero querían aguantar el pulso para ingresar el dinero. El club era consciente de que seguramente sería complicado percibir toda la cantidad aunque exigieron el máximo -la vía judicial está encaminada- para que Prandelli tuviera que abonar la mayor cantidad posible al Valencia.

En Mestalla consideraban que la actuación del italiano se alejó mucho de lo honorable. Apuntaban que el daño económico y deportivo causado fue grave y que dejó en el club una situación muy importante sin resolver como fue la permanencia durante varias semanas en el cuerpo técnico de todos los ayudantes que se trajo desde Italia.