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Una vez valorados todos los escenarios posibles, Peter Lim ha tomado una decisión: Javi Gracia continuará en el banquillo del Valencia. El empate de ayer frente al Cádiz en Mestalla fue el detonante para que desde los gestores de la entidad se planteasen la destitución de un preparador cuyo futuro empezó a ser incierto desde hace varias semanas al no lograr revertir la mala situación deportiva.
Murthy le ha trasladado a Gracia la confianza del máximo accionista del club además de prometerle un mediocentro y un central que se incorporarán en el mercado invernal que arrancó ayer. El presidente, además, también ha hablado con los capitanes para manifestarles su apoyo y pedirles unión para hacer frente a la crisis del club.
Esta mañana el técnico ha acudido a Paterna y, antes de la sesión preparatoria con vistas al partido de Copa frente al Yeclano, Gracia, junto a su staff técnico ha reunido a toda la plantilla, incluidos los lesionados, y ha mantenido con ellos una charla durante varios minutos. En ésta, el preparador podría haber puesto al tanto a los jugadores de su delicada situación.
Mientras, los dirigentes blanquinegros, valoraban las circunstancias del despido del técnico. Por un lado, la situación económica. El despido de Gracia supondría para el club, cuya caja no está repleta de dinero precisamente, un importante desembolso. La negociación del finiquito del entrenador no iba a ser fácil.
El navarro puso su cargo a disposición del club después del mercado de verano y Anil Murthy y compañía se negaron a dejarle salir si no abonaba unos tres millones de euros. Ahora, la situación ha dado un giro de 180 grados y es Gracia el que puede exigir hasta el último céntimo que le corresponde.
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