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Mamardashvili, Correia, Paulista, Alderete, Gayà, Wass, Hugo Guillamón, Soler, Cheryshev, Guedes y Maxi. No le den mas vueltas, desde que el balón se puso en ... movimiento el 16 de agosto, en aquel amistoso de Oliva contra el Villarreal, José Bordalás fue rumiando el once ideal. Es verdad que por entonces creía el técnico alicantino que a Cillessen no lo iba a descabalgar nadie; que Guedes podía de un momento a otro hacer las maletas; suspiraba también por recuperar a Wass para la causa tras su amago de 'fuga', y no las tenía todas consigo con jugadores como Cheryshev, acostumbrados a perderse en un mar de dudas temporada tras temporada. Pero fue llegar el día del Getafe, y ahí ya estaba todo el panorama despejado. Tal es así que conforme han ido pasando las jornadas el guión se ha ido repitiendo y salvo la ausencia forzada de Guillamón por la sanción, el once se ha calcado semana tras semana.
El 'parche de Mamardashivi no era tan 'parche'; Guedes sabía ya que se quedaba y encima con todos los sentidos; Guillamón se ha adaptado a ese rol medio heredado de Parejo, y Cheryshev demostró desde aquel primer día de Oliva que este año –por fin– iba más en serio que nunca (allí marcó el gol del triunfo en el 90').
La afición sabe empieza ya a saberse de memoria la alineación y es tal la fe que tiene depositada Bordalás en estos jugadores y ellos en él, que ni el jet-lag de Alderete y Maxi ni las molestias de Gayà le cambiaron de idea para jugar en Pamplona. «El míster nos hace sentir muy cómodos a la hora de trabajar. Es un técnico al que le gusta trabajar mucho, los jugadores estamos muy contentos de poder tenerlo, faltaba un plus de confianza en el equipo. Nos sentimos cada vez mejor», reflexionaba ayer Maxi Gómez. El problema ahora es que la rodilla –sufre un esguince– de Cheryshev ha echado abajo los planes.
El ruso nunca había empezado tan bien una temporada con el Valencia. Ni tantas veces titular ni tan inspirado. Y ahora le va a tocar estar un mes de baja como mínimo, circunstancia que obliga a un replanteamiento de la situación. Hay que buscarle un recambio, precisamente en el momento más delicado si se tiene en cuenta el próximo adversario. El Real Madrid, sobre todo con Vinicius Jr y Benzema, está tan enchufado como lo puede estar el Valencia. Con un gol le quitó el equipo madridista la cabeza de la tabla al Valencia el domingo pasado. Está en juego el liderato este domingo en Mestalla.
Y la única duda es qué hará Bordalás para mantener la filosofía de juego que tan bien le ha ido al equipo sabiendo que no hay un extremo izquierdo en la plantilla de las mismas características que Cheryshev. Bueno sí, uno, Guedes, pero con el portugués en tan excelente estado de forma la duda es saber si conviene o no tocarlo de donde está.
En otras circunstancias, Guedes caería en banda y para la mediapunta ya optarían otros. Pero con la libertad de movimientos que tiene el portugués y lo bien que exprime esa faceta, Bordalás se pensará muy mucho si conviene tocarlo para desplazarlo a la banda, donde estará mucho más vigilado. El Madrid también vendrá a Mestalla con bajas. La última que se supo ayer fue la de Marcelo.
Otra vez Gayà-Foulquier
Pero la cuestión que obligará a José Bordalás a darle una vuelta de tuerca es saber por un lado si Gayà vuelve a estar al cien por cien y desde luego quién es el que ocupa la plaza de Cheryshev. En Pamplona, el técnico utilizó la fórmula del doble lateral. Entró Foulquier y Gayà subió una posición, algo que ya ha hecho alguna que otra vez. Luego, cuando el capitán se resintió de sus molestias, Foulquier bajó al lateral y fue Hugo Duro el que actuó por la izquierda.
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