Cobardía internacional en Qatar

El verdadero gesto de valentía hasta ahora procede del capitán de Irán, Ehsan Hajsafi, al denunciar la represión de su gobierno especialmente contra las mujeres. «Todo el mundo en Irán está descontento. Pero esta no es una razón para no ser la voz del pueblo y no respetarlo». Los representantes españoles, en cambio, no han tenido un detalle a favor de los derechos humanos en Qatar. Ni el seleccionador ni el capitán ni nadie. La sociedad española, en general, parece identificarse con este 'esconder la cabeza debajo del ala'. Podemos discutir si millones de manifestaciones de todo el planeta contra los abusos del régimen qatarí servirán para cambiar algo. Lo indiscutible es que el silencio de los españoles no moverá nada, además de ser ya una postura de complicidad con el feudalismo. Los qataríes, un país de tres millones de habitantes examinados ahora por 15.000 periodistas desplazados, se quejan de la hipocresía occidental: ¿por qué sí quieren nuestro gas y no nuestro Mundial?, ¿por qué no se meten con Arabia Saudí, un régimen más cerrado, que celebra todo tipo de eventos deportivos? Un Mundial de fútbol no es comparable a nada. La lupa del mundo está puesta sobre este territorio del Golfo Pérsico. Y la pregunta es si todas estas pequeñas protestas servirán para virar los estándares de la FIFA a la hora de elegir las próximas sedes, más allá de EEUU, Canadá y México 2026. Los 'haters' del balón invitan a apagar el televisor para evidenciar la oposición. Algunos preferimos pensar en que es compatible denunciar la tropelía de Qatar y disfrutar de los partidos del Mundial, aunque reconozcamos el dilema moral.

Ojo a Yunus Musah. A medida que avanza el campeonato, mejor jugador parece Yunus Musah, centrocampista pequeño y dinámico de la selección estadounidense y del Valencia CF, todoterreno. Meriton se estará frotando las manos pensando en una futura venta. De igual manera vendió a Carlos Soler y a Ferran, figuras de la selección española, actores de aquel VCF de Marcelino ganador de la Copa del Rey de 2019 ante el Barça de Messi y que habría podido reinar en España de haber tenido una dirección medio normal en Mestalla. El VCF se sobrepone a todo y a todos.