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No os perdono haber apostado más por la cesión de Rafa Mir que por la de Bryan Zaragoza. No es cuestión de dinero, sino de mal gusto. El Valencia CF siempre fue un equipo que infundía respeto por España y por Europa; y hoy da pena. La Real Sociedad había marcado tres goles en siete jornadas anteriores y le endosó tres al VCF el pasado sábado en Anoeta. El entrenador, Rubén Baraja, dijo haber estado en el partido, con 1-0, hasta los 10 minutos finales. No es cierto. El VCF nunca estuvo en el partido ni elaboró ni una sola jugada de mérito: con jugadores indignos de la Primera División (y ellos no tienen ninguna culpa). Toda acción tiene sus consecuencias. Y estas derivan del día que el máximo accionista, Peter Lim, tras ganar la Copa del Rey de 2019, decidió apretar el botón de autodestrucción con la complicidad de muchos, demasiados. La incompetencia de Corona, por supuesto, declarante en la previa de Anoeta que el VCF estaba ofreciendo un «grandísimo rendimiento» en casa en este arranque de temporada (el VCF solo ha ganado 1 de ocho y fue gracias a dos rebotes de sendos tiros desde fuera del área); la altivez de Javier Tebas, gozoso ante el hundimiento de uno de los cuatro mejores clubes españoles de la historia y dichoso de proclamar la «perfecta gestión económica» de Lim (341 millones de deuda y descapitalización casi total de la plantilla); la volatilidad de los políticos, superados por el reto de tratar de enderezar una entidad social a la deriva (la más seguida por los valencianos) y un estadio maldito sobre el que nunca debió levantarse una sola piedra; el 'pagafantismo' de la Agrupación de Peñas, incapaz de mantenerse firme en la crítica al máximo accionista; el estómago agradecido de tantos y tantos exfutbolistas, por si cae algo: algunos porque lo necesitan para vivir; otros porque, aun siendo millonarios, quieren alguna migaja más. Y, cómo no, el absentismo de Lay Hoon Chan, tras de la pantalla de Solís y Corona, dejando caer incluso al femenino, colista de la Liga F. Todos cómplices del aniquilamiento.
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Juan Carlos Valldecabres
La única salida parece la judicial ahora que la Fiscalía Anticorrupción investiga el posible desvío de 23 millones del club a cuentas vinculadas a Lim, según destapó el Diario.es. El fiscal Fernando Maldonado es el encargado de las pesquisas. Y el responsable de determinar si, en un plazo de seis meses, archiva la causa o la remite al juzgado. A nadie le extraña que los juzgados investiguen cómo Lim está liquidando el VCF; lo extraño es haber tardado tanto.
Solo Gayà nos saca de esta. Los tres próximos partidos, el Leganés en Butarque, la UD Las Palmas en Mestalla y el Getafe en el Coliseum, marcarán el desenlace. Solo el regreso de Gayà, previsto a finales de octubre, nos hace albergar esperanzas. Es el único futbolista de campo de talla internacional. El otro, Mamardashvili, se difumina en la portería. ¿La mejor gestión de Corona al frente de la dirección deportiva? Haber enviado a dos de sus jugadores, Çenk y Cömert, al Valladolid como caballos de Troya. La lucha por la salvación va a ser terrorífica.
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Jon Garay y Gonzalo de las Heras
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