PACO LLORET
Sábado, 11 de junio 2022, 00:24
Con la llegada de Gennaro Gattuso al banquillo de Mestalla, el Valencia incorpora al tercer entrenador italiano de su historia. Cuando el fútbol era cosa de ingleses, en los años veinte y treinta del siglo pasado, llegaron tres técnicos de origen británico de forma consecutiva: ... Elliott, Galloway y Greenwell. Muchos años después, se completó el póker cuando Meriton hizo una de las suyas más sonadas y apostó por Gary Neville. El experimento duró un trimestre y el equipo coqueteó con el descenso por culpa del desvarío del máximo accionista.
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Claudio Ranieri fue el pionero de los técnicos transalpinos en el banquillo, y poco antes de su aterrizaje se produjo el debut de Amedeo Carboni, primer futbolista italiano enrolado en la disciplina valencianista. Ambos hicieron historia. El lateral zurdo caló entre la afición y ostenta un par de registros dignos del máximo reconocimiento: ser el futbolista extranjero que más partidos y, al mismo tiempo, ser el más longevo en jugar un partido oficial. Carboni llegó pasada la treintena procedente de la Roma y recién salido de una lesión. En su estreno fue expulsado a la media hora.
No podían reunirse peores presagios sobre el rendimiento de quien, posteriormente, ha sido una de las incorporaciones más acertadas y rentables. Claudio Ranieri se estrenó en Mestalla a lo grande. Al frente del Nápoles, en la campaña 92-93, batió por 1-5 al cuadro de Hiddink en la Copa de la UEFA. Aquella fue la gran noche de Daniel Fonseca, autor de los cinco tantos del conjunto napolitano.
Cinco años después, Ranieri volvía al mismo escenario, esta vez para hacerse cargo del Valencia en sustitución de Jorge Valdano después de sumar tres derrotas en las tres primeras jornadas ligueras. Su adaptación tardó en ofrecer los frutos esperados, pero cuando las piezas encajaron el equipo se disparó. Los importantes éxitos conseguidos le distinguen como uno de los principales artífices del ciclo glorioso que culminó en 2004 con el triplete. En ese mismo año, regresó como sustituto de Benítez, aunque esta vez las cosas ya no fueron iguales. Su segunda etapa acabó con una destitución superado el ecuador del ejercicio, y el mejor legado de ese breve período fue la conquista de la Supercopa europea.
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En ese encuentro celebrado en Mónaco, apareció Marco di Vaio, autor del segundo gol ante el Oporto y primer italiano que marcaba en una final como valencianista. Le acompañaban en la plantilla Moretti, Corradi y Fiore, además del incombustible Carboni, de los que el primero de ellos ofreció las mejores prestaciones a lo largo de un lustro, mientras que los otros dos tan sólo permanecieron un ejercicio. Ambos formaban parte del pago de la Lazio por el traspaso de Mendieta en el verano de 2001. El club romano nunca lo pudo hacer efectivo en su totalidad.
Antes que ellos, había llegado, tres años antes, Cristiano Lucarelli, conocido como el 'Toro de Livorno', un ariete de enorme envergadura física que no terminó de cuajar. Tampoco le fue demasiado bien a Tavano, delantero avalado por Carboni en la temporada 2006-07 cuando desempeñaba funciones de director deportivo. Las disputas internas con el entrenador, Quique Sánchez Flores, tampoco contribuyeron a que el jugador se adaptara a la exigencia del momento. Una incorporación intrascendente.
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Sin ningún género de dudas, el rival italiano por antonomasia del Valencia ha sido el Inter de Milán. De hecho, la primera vez que el club de Mestalla disputó un partido en tierras transalpinas fue ante el conjunto 'neroazzurro', un amistoso en la primavera de 1958. Los interistas se impusieron por 3-2 en el estadio de San Siro, con goles visitantes de Seguí y Pasieguito. Un año después, en la primera edición del Trofeo Naranja, el Inter devolvió la visita aunque meses antes, con la iluminación artificial recién estrenada, se disputó un amistoso finalizado con empate a dos. Esos encuentros sirvieron de prólogo al duelo estelar en la Copa de Ferias de la temporada 61-62, primera eliminatoria jugada contra un club italiano. El Valencia dio la sorpresa y eliminó al Inter al vencer por 2-0 en Mestalla y empatar a tres en la capital lombarda. Después se han sucedido diversos enfrentamientos contra este rival, tanto en la Liga de Campeones como en la Copa de la UEFA.
La Roma se convirtió en el segundo rival italiano al cruzarse en la Copa de Ferias siguiente y, de nuevo, el Valencia superó la eliminatoria y acabó, como en la campaña anterior, por proclamarse campeón del torneo. A excepción del AC Milán, ha habido enfrentamientos oficiales contra la totalidad de grandes clubes italianos, el último en sumarse a la lista fue la Juventus, a la que se midió en la Liga de Campeones en la temporada del Centenario valencianista. El otro club de la capital del Piamonte, el Torino, protagonizó un amistoso singular, partido de reconocimiento a la trayectoria de Antonio Puchades, celebrado en Mestalla en 1953. En las filas del popular 'Toro' se alineaba Faas Wilkes, que pocos días, después firmaba con el Valencia. Su llegada adquirió la dimensión de acontecimiento. En poco tiempo se erigió en ídolo de multitudes por su habilidad y juego espectacular.
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