
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En la tarjeta de visita de Miguel Ángel Corona en el Valencia pone director deportivo como cargo, pero tras cada rueda de prensa que concede ... oposita al cargo de portavoz de Meriton. Si durante la presentación de Dani Gómez pronunció más veces la palabra sostenibilidad que inversión, a la hora de hablar de jugadores, este lunes dio un paso más allá en la triple presentación de Valera, Barrenechea y Caufriez. Cuando se le preguntó si compartía la reflexión de Mario Alberto Kempes, aquello de salvar la grandeza del Valencia de la actual mediocridad, se limitó a definir las obligaciones de su propio puesto de trabajo: «Me dedico a trabajar para que el club sea sostenible, tenga estabilidad y la plantilla sea competitiva». Es decir, a dos de sus tres funciones les atribuye un apellido financiero. De cuadrar cuentas. «Nos limitamos a seguir unas directrices que tenemos marcadas, es la presidenta la que expresó en la junta de accionistas la realidad del club», expresó en otra respuesta. La prueba del algodón.
Para Corona el mercado de fichajes «ha sido positivo» porque ha cumplido los objetivos marcados por el club. Más en concreto, los que Meriton le marca al club para que sean ejecutados: «Había una premisa que ambicionábamos que era mantener el grupo o el corazón de la plantilla. Hemos mantenido a los 14 jugadores que más minutos jugaron la pasada temporada. Hemos apuntalado al equipo, mejorado la delantera, la portería, incorporado un extremo zurdo a pierna natural e ingresado dinero que necesitábamos. Más la renovación de nuestro delantero y nuestro entrenador». Una media verdad, por ser suaves. El Valencia ha perdido un activo, Mamardashvili, que ha sido vendido al Liverpool y que juega esta temporada en calidad de cedido. No se desprendió de un segundo, Javi Guerra, porque el Atlético incumplió su palabra cuando el acuerdo de venta por 25 millones estaba sólo a falta de firma. Por no añadir a Almeida o Thierry, que si siguen en la plantilla es porque Jorge Mendes no encontró ninguna oferta que llegara a los parámetros marcados por Peter Lim para la venta.
Donde patinó Corona, dentro de su enésimo ejercicio de justificar la falta de inversión de Lim en la plantilla, es a la hora de poner un límite temporal a las campañas de ajuste financiero que anunció la presidenta Layhoon Chan en la última junta para defender el argumento de la sostenibilidad: «En su momento verbalicé que eran tres años, me consta que la presidenta dijo varios años. No soy el consejo para contestar si son tres, dos o dos años y medio. No tengo las directrices del consejo de administración». Suena algo extraño que el director deportivo no sepa los detalles del plan de sostenibilidad de la entidad cuando volvió a remarcar que «la comunicación con Peter Lim es constante».
El gran truco del cubilete del máximo accionista en cuanto al argumentario es hacer confundir la realidad de los balances de cada temporada de ingresos y gastos con la decisión personal de cerrar el grifo de la inversión. Escuchando a Corona, da la impresión de que la realidad de la desinversión de Lim en la plantilla esté obligada por el Fair Play. Es una lectura falsa. El límite del coste de plantilla está recalculado cada temporada por los ingresos de los clubes. En el caso del Valencia, cada vez más bajo porque a su vez lo son lo ingresado por derechos de televisión o por competiciones (sin disputar un partido en Europa desde 2020). Lo que omite el director deportivo en sus análisis, seguro que es un lapsus, es que ese límite de coste de plantilla se puede ampliar si se consiguen nuevas fuentes de ingresos. En la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas, los máximos accionistas tienen varios mecanismos para inyectar liquidez en la cuentas. Lim ha decidido dejar de hacerlo. Está en su derecho, nadie le obligó en el contrato de venta de hace diez años a nada, pero conviene no hacerse trampas al solitario en las explicaciones. La dura realidad del proyecto de Meriton es que el Valencia, contando desde el mercado de verano de la temporada 20-21 al que se acaba de cerrar, ha facturado 208 millones en ventas de jugadores y ha comprado por 40. Este verano, 35 facturados por Mamardashvili y 1,35 gastados. Un superávit de 168 millones que, principalmente, ha ido a rebajar la deuda. De los 529 millones de 2019, cuando el Valencia ganó la Copa, se ha pasado a los 335 auditados en la última junta. Una cifra más golosa, por ejemplo, para un dossier de venta del club.
«No teníamos mucho margen de elevar el coste de la plantilla, nos hemos pasado un poco y estamos muy al límite del Fair Play que nos va a confirmar la Liga en breve», argumentó este lunes Corona. El último vigente para los de Mestalla, tras el mercado de enero de este año, era de 85,5 millones de límite salarial marcado por la Liga. «Es público que conseguir estabilizar el club no iba a ser cuestión de una temporada sino de varias. Estábamos preparados para una salida de Javi Guerra, que no es de los cuatro jugadores que más minutos jugaron la pasada temporada, y en la negociación con Mamardashvili conseguimos que se quedara con nosotros. Es un mensaje público de nuestra presidenta en nombre de nuestro consejo de administración de que tardaremos algunas temporadas en estabilizar financieramente a la entidad. No hay que esconder que la tabla clasificatoria de cada año suele ser un espejo de los límites financieros que publica la Liga. La última temporada, salvo Girona y Sevilla que están invertidas, las posiciones son un espejo. Tenemos que estabilizarnos para llegar lo más arriba posible. La comunicación con el míster es constante, diaria y transparente», analizó.
Corona insistió durante su relato de las bonanzas del último mercado para el Valencia: «No estamos con intención de sacar pecho sino de explicar que dentro de nuestras limitaciones, que son públicas y transmitidas en las junta, cuando se hace una valoración del mercado estamos satisfechos, eso no es sacar pecho. Estamos inmersos en una transición para hacer sostenible la entidad y tenemos que movernos con esos criterios. Intentamos mantener la competitividad del grupo, ese que disfrutamos el año pasado. Permanece el corazón de la plantilla y entendemos que seguimos apostando por mantener la competitividad del equipo a pesar que tenemos que seguir las directrices económicas. La estabilidad competitiva que hemos conseguido en el mercado hace mejor al equipo. Si Mosquera empieza la pasada con cinco partidos en Primera y ahora tiene 45 es mejor central, Pepelu ahora es internacional y venía de Segunda en el Levante. El tiempo y la estabilidad te puede hacer mejor competitivamente. Encontramos la ambición siendo mejores cada día. El objetivo a corto plazo es no sufrir y luego ver hasta dónde somos capaces de llegar».
Donde se ha conseguido que no se esconda la realidad es, precisamente, en los objetivos deportivos del club. Con esta realidad, el único objetivo real es el de mantenerse en Primera: «Vamos a tratar de conseguir los 45-50 puntos necesarios para seguir en Primera lo antes posible y luego mejorar y crecer. Vamos a insistir en el objetivo a corto plazo, en este momento salir de la situación en la que estamos para estabilizarnos en la tabla. Crecer y mejorar es un objetivo loable siempre que consigamos lo antes posible seguir en Primera División. Tenemos ambición de ganar cada partido pero hay que contextualizar la realidad y disfrutar del fútbol de los chavales». Suena muy duro, para el Valencia, pero real.
Sobre el despido de Castillejo prefirió no entrar «porque hemos publicado un comunicado que aunque tiene pocas líneas es bastante explícito», defendió el fichaje de Caufriez «ya que tenemos monitorización de varios centrales en los parámetros que nos podemos mover. A Maximiliano le hemos seguido de sobra en la liga francesa y estábamos al tanto que está en posibilidad de poder salir. Cuando llegó el acuerdo que alcanza Cenk con el Valladolid respondemos y consensuado con nuestro staff afrontamos la contratación» y negó que con Dimitrievski hubiera un acuerdo para facilitarle la salida en caso de que no saliera Mamardashvili: «Ningún jugador del Valencia tiene una cláusula de libertad de libertad de 3 millones. Cuando llegó Dimitrievski tenía contrato Mamardashvili. No hay unos compromisos firmados con él con respecto a Giorgi y me consta que está feliz, hemos elevado notablemente el nivel de nuestra portería quizá sea la mejor de Primera».
Triple presentación eclipsada
La rueda de prensa de Miguel Ángel Corona sobre la valoración del mercado eclipsó la triple presentación en Paterna, las de Germán Valera, Enzo Barrenechea y Maximiliano Caufriez. El extremo murciano reconoció que su llegada a Mestalla se consumó casi en el toque de campana del mercado puesto que tenía un acuerdo casi cerrado para seguir su carrera en otro proyecto de Segunda: «Fue todo de última hora. Es cierto que había llegado a un acuerdo con el Elche pero cuando supe del interés del Valencia no tuve que pensar». Valera, formado en la cantera del Atlético, reconoció que la visión que se tiene de la entidad de Mestalla desde fuera, puesto que como es lógico no se está al tanto de los detalles de la división del valencianismo con Meriton, es la de un histórico: «Se ve que el Valencia es uno de los grandes de España y Europa y es un placer estar aquí».
Por su parte, Barrenechea sueña con emular a los grandes jugadores de la albiceleste que vistieron la camiseta del Valencia: «Vengo a un gran club con mucha historia. No estamos en un buen momento pero saldremos de ésto. La decisión viene por la cantidad de argentinos que hicieron historia aquí que fueron muy conocidos. Quiero aportar mi granito de arena, quien dice que el día de mañana pueda seguir mi carrera aquí». el jugador reconoció que el interés del club de Mestalla «viene de hace tiempo» y que se le hizo algo larga la espera: «Estaban hablando entre los clubes, siempre me mantuve tranquilo pero se hizo un poco largo hasta el último día».
El central belga se expresó en un perfecto inglés en su presentación y destacó la grata impresión que se llevó de la afición valencianista durante el partido contra el Villarreal, algo que le aumenta las ganas de poder jugar como local delante de los que ya son sus nuevos aficionados: «En mi caso supe hace unas semanas del interés del Valencia. Tenía otras opciones pero venir aquí fue la mejor opción. Estamos remando todos en la misma dirección para poner al club en lo más alto de la tabla. En Mestalla vi fuego en el ambiente y seguro que vamos a conseguir muchas victorias. He jugado en Bélgica, Rusia y Francia. Conozco varios tipos de fútbol».
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