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A Miguel Ángel Corona, director deportivo del Valencia, hay cosas que no le alteran el pulso. Aguanta estoicamente las protestas de miles de aficionados en ... cada partido que juega el Valencia en Mestalla y responde con cuidado esmero el bombardeo periodístico en cada rueda de prensa en la que participa. Esa calma verbal que aparentemente transmite parece ajena a la angustia que vive el equipo -y los aficionados- en la peor temporada de la historia y tampoco se ve acompañada por un arrebato de autocrítica sincera. Pese a que en la presentación de Iván Jaime como tercer refuerzo en este mercado de invierno Corona ha repetido en infinidad de ocasiones las palabras «humildad» y «autocrítica», lo cierto es que ni ha conseguido aclarar algunos conceptos importantes ni ha logrado que el mensaje cale por sinceridad. «Verbalizar la autocrítica implica hablar de terceros», ha llegado a decir en el momento final de sus respuestas, después de innumerables preguntas a las que ha ido sorteando una tras otra, hasta el punto de que ha llegado a parecer incluso de que había olvidado Corona que el equipo es penúltimo en la tabla.
«Me siento responsable de todos. La responsabilidad es en todos los mercados y en todos los procesos. Lamento que tenga que insistir. Verbalizar la autocrítica, que la he hecho en privado, implica hablar de terceros. La posición en la tabla es responsabilidad de todos. Me incluyo», ha comentado, después de que el Valencia curiosamente haya dejado incluso una ficha libre pese a la amenaza del descenso. «La satisfacción me vendrá con el final de temporada. Estoy convencidísimo de que con lo que tenemos lo vamos a conseguir. Diakhaby nos ayuda aunque sean diez minutos a aguantar el resultado. El equilibrio de la plantilla viene dado de la capacidad económica que tengas, de la estrategia financiera nuestra. En verano nuestra gran apuesta vino dado por no perder la columna vertebral. No habíamos perdido ninguno de los doce o catorce jugadores con más minutos, me parece un dato impresionante. Hemos manejado dos jugadores por puesto para una situación pensada para el 4-4-2. Lo de Germán Valera era porque Fran estaba con una dolencia en la espalda. Con la llegada de Iván en ese 4-2-3-1 tienes un jugador más. Humildemente pienso que son chicos que están muy capacitados todos. Tenemos mucho talento, mucha energía y frescura. Estoy convencido de que con esta plantilla podemos conseguir puntos y ser competitivos», ha comentado también.
Parece por las palabras del director deportivo que Corberán está satisfecho por cómo ha quedado la plantilla con estas tres llegadas y con las salidas que se han producido. «Estuvimos ayer, se fue muy tarde y compartimos minuto a minuto. Lo vi centrado, enérgico, optimista, le veo muy bien como director de orquesta. Lo veo convencido desde el día 26 de diciembre».
Se le ha preguntado cuál era su diagnóstico sobre el Valencia. Su respuesta, tan amplia como vacía, dando siempre eso sí la sensación de que con el relevo en el banquillo se ha puesto la solución. «Está muy relacionado. Lo hemos verbalizado y lo saben mis superiores en el consejo. Podemos hablar de rendimientos, no es mi gran parcela pero colaboramos todos con el rendimiento del grupo. Obviamente no hemos encontrado el punto óptimo de rendimiento. Hemos sido con una rémora, sin Diakhaby ni Gayà es muy significativo. En la jornada ocho o diez se nos cae Thierry... todos somos partícipes y responsables. Me considero con autocrítica de movimientos, todos podemos mejorar. Estoy muy familiarizado con el error diario. Cometemos muchos, pero hay muchas circunstancias que nos han podido ir marcando. Ahora creo que hemos encontrado un punto competitivo similar al de la temporada pasada. Tal y como hemos competido en casa, nos aferramos a eso».
¿Necesitaba esta situación un esfuerzo mayor? se le ha interrogado, teniendo en cuenta que Sadiq, Aaron y quizás Iván Jaime están llamados en un primer momento a ser suplentes. «Ha habido más salidas en los equipos que entradas. Desde que se va Dani a las diez de la noche y lo que puede haber en el mercado, no hay nada que nos pueda aportar calidad. Es obvio que vamos peor clasificados que otros 18 equipos. Que podemos hacer un esfuerzo sí, cuál es el esfuerzo que hacemos? No negociar con el Oporto. Cerramos la puerta a cualquier conversación con cualquier equipo en cuanto a jugadores que son importantes en la plantilla. ¿Elevar el nivel de la plantilla? Para mí, a no ser que haya una cantidad ingente de dinero, mejorar el nivel de nuestros tres centrales es muy difícil. Elevar el nivel es muy difícil. Elevar el nivel de Diego, Rioja o Fran, humildemente es muy difícil».
Este mismo lunes, el Valencia recibió el interés del Oporto, primero en Javi Guerra y luego en Almeida, y después de la Fiorentina por Rafa Mir. En todos los casos se tumbó a las primeras de cambio. «Ayer desde Oporto nos llaman por Javi y a las pocas horas por Almeida y no entramos a negociar. Desde la agencia por André nos hablan de cantidades pero el Oporto no la verbaliza. El interés de la Fiorentina por Rafa no quiero sonar mal pero realmente no entendimos que fuera muy contundente. Tendría que ser con Sevilla, no lo vi honestamente que esas conversaciones fueran a acabar. Eran once y diez... fue una llamada y ya está».
«Siempre se podrá hacer más, hacemos análisis interno de lo que ha habido en el mercado. Humildemente, con los movimientos que se pueden hacer... ha habido un equipo que ha hecho cuatro movimientos. Hemos hecho tres y solo un equipo ha hecho cuatro. No es fácil hacer esa cantidad. No suele haber más movimientos en enero. Hacemos autocrítica, sí; estoy convencido que vamos a salvarnos con esta plantilla. Con Diakhaby y Gayá va a cambiar el equipo. Nuestra línea defensiva empieza sin dos jugadores fundamentales. El año pasado empezamos bien, este año mal. Ha sido una rémora para los chicos», contestaba cuando se le ha planteado si podía haber hecho algo más desde la secretaría técnica. Ni tan siquiera sobre los fracasos en las contrataciones de Caufriez, Dani Gómez y Valera ha ofrecido un tono de sincero arrepentimiento. «Están explicadas contextualizadas las tres contrataciones. Siempre esperamos el mejor rendimiento. En este caso consideramos que esas salidas se iba a elevar la competitividad y lo afrontamos».
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