Cuenta atrás para una nueva dimensión en el Valencia
La firma con Goldman Sachs cambia la escena y el futuro financiero| El acuerdo del crédito de 240 millones con el fondo impulsará la obra del Nou Mestalla, mientras el equipo continúa debilitándose
El Valencia entrará esta semana en un nueva dimensión, en el momento en el que se haga oficial la firma con Goldman Sachs. A los ... aficionados les gustaría que ese cambio de escenario hiciera referencia al aspecto puramente futbolístico, borrando la mediocridad que persigue a este equipo en los últimos seis años, pero la realidad va por otra vía y se circunscribe al ámbito financiero y más en concreto al Nou Mestalla. Si hace 21 años el Valencia de Juan Soler tuvo que recurrir casi a la desesperada a Bancaja para zambullirse entre otras cosas en aquel lujoso proyecto del nuevo estadio que no se ha ahogado del todo de puro milagro (la deuda se llegó a disparar hasta los 550 millones de euros), 2025 pasará a la historia del club por la firma de un gran préstamo como un fondo norteamericano que no deja de despertar incertidumbre y sospechas, y que está por ver si no acaba también la cuestión en el juzgado. Miguel Zorío, siempre tan crítico en todo lo que se relaciona con Meriton, ha llegado a decir que este acuerdo con el fondo norteamericano «llevará a la ruina» al Valencia, exigiendo además que la operación pase ineludiblemente por el trámite de la junta de accionistas.
Aunque el club tiene previsto dar todo tipo de detalles que afectan a esta macro inyección que rondará en esta ocasión los 240 millones de euros, es evidente que se trata del tercer gran cambio en estas dos últimas décadas en las finanzas valencianistas. Si el primero fue la entrada decisiva de Bankia, tanto en lo que a sostener al club directamente como a la concesión a la Fundación de aquel polémico crédito para comprar acciones en la ampliación de capital; el segundo gran movimiento fue la maniobra de Meriton para trasladar a largo plazo, con el visto bueno de Caixabank, la deuda que a corto plazo dejaba sin aliento a la entidad. Ya antes había logrado una quita del banco. El Valencia, años después y con la gestión dejando mucho que desear, continúa sin poder respirar por sí mismo. El movimiento, con la colaboración de LaLiga, ha sido brutal. Desaparece de la escena valencianista y de manera definitiva Caixabank, ese banco al que siempre se ha aferrado la afición para que colaborara en los intereses del pueblo pero que decidió en un momento cortar por lo sano y poner el club a la venta. Aún así, la oposición se aferró a Caixabank con la esperanza de que desde Madrid se forzara la salida de Lim. Esa vía ya está muerta.
Lim ya se ha quitado de encima a Caixabank, ya tiene vía libre para el día que quiera vender las acciones. Desaparecen también Gedesco y Rights & Media. Entre todos se pagaban casi 40 millones de euros anuales. El Valencia defiende que ahora los pagos anuales no superaran los 31 millones de euros. De momento, de esos fondos americanos ya hay compromisos por 121,3 millones a un interés fijo del 6,5%. Eso sí, se empieza a pagar en enero de 2027 en diferentes tramos (algunos a siete años y medio y otros a diez). De Goldman Sachs ya cuelgan, además, otros 65 millones con el 7,13% de interés, pellizco que se anulará en el mismo momento que se haga efectivo esta operación de los 240 aproximadamente que, eso sí, podía haberse estirado hasta los 325 si hubiera sido el caso. El tipo de interés pactado está en el 5,82% y un periodo de devolución que puede extenderse hasta los 28 años. Y, por si fuera poco, están los otros 120 millones de CVC. Todo, siempre, bajo el paraguas de que se devolverá con lo que genere el Nou Mestalla... sin pensar qué salud tendrá el equipo, que cada año continúa debilitándose.
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