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La locura por una entrada para la final de Copa del 95 hizo que la afición colapsara las calles que rodean el viejo recinto. Monzó
El cumpleaños silencioso del más veterano de Primera

El cumpleaños silencioso del más veterano de Primera

Un estadio mítico. Hace 97 años se estrenó Mestalla, ahora en pleno proceso de venta. Salvo en la guerra civil, nunca ha estado tanto tiempo como ahora sin partidos

Martes, 19 de mayo 2020

La casa más veterana de Primera está hoy de celebración. 97 años cumple este miércoles el viejo y sonoro pero también entrañable y excitante Mestalla, que durante 35 años (1969-1994) se llamó Luis Casanova. Y lo va a hacer más en silencio que nunca. Sin nada que se le parezca al motivo por el que lo estrenó en 1923 el por entonces presidente de la entidad, Ramón Leonarte, cuando acogió aquel partido amistoso entre el Valencia FC y el Levante FC, que terminó con triunfo local (1-0) con gol de Montes.

Nunca, salvo en el periodo de la guerra entre españoles, había estado tanto tiempo Mestalla sin actividad en sus entrañas. El virus lo tiene cerrado desde la noche del 10 de marzo (contra el Atalanta, ya sin espectadores). Si Tebas acaba saliéndose con la suya y la Liga arranca el fin de semana del 12 de junio, al final serán casi tres los meses sin fútbol para el recinto más antiguo del fútbol de élite, con permiso del Sporting, ahora en Segunda, de quien en el periódico El Comercio da la primera referencia para El Molinón precisamente también un 20 de mayo pero de 1908.

Al margen del conflicto nacional de los años treinta, Mestalla sólo sufrió –salvo en verano– una parada forzada en plena competición en el 57, cuando el agua desbordó el Turia y arrasó prácticamente la ciudad, obligando entonces al Valencia a cambiar el turno de partidos que había previsto el calendario. Por eso desde el 14 de octubre de 1957, Mestalla quedó inutilizado y el equipo tuvo que jugar fuera cinco encuentros consecutivos: Athletic de Bilbao (3-2), Valladolid (6-3), Español –entonces con ñ– (0-0), Celta (3-2) y Atlético de Madrid (2-2). Insistía siempre Layhoon, a partir de cuando Peter Lim dijo que no había dinero para reanudar las obras, que el viejo estadio era especial por el ambiente que creaba la afición por aquello de desviar la atención del futuro recinto.

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Por eso seguramente y a la vista de los resultados del 57, se puede considerar que los jugadores del Valencia echaron de menos a su gente: no ganaron ningún encuentro de los que jugaron fuera. En la segunda vuelta se repusieron y ese equipo, en el que estaban los Mestre, Pasieguito, Piquer, Buqué, Mañó, Ricardo y compañía acabó medio reponiéndose para ser tercero. No volvió a pisar Mestalla el Valencia hasta el 8 de diciembre, ganándole 3-1 al Zaragoza (dos goles de Ricardo y uno de Walter). Ahora y con el nuevo fútbol experimentado antes en la Bundesliga, el Valencia de Celades va a echar de menos ese factor, el de la grada, que tanto se han encargado los entrenadores en los últimos tiempos de destacar, a pesar eso sí de la propia dureza del público cuando las cosas en el terreno de juego se tuercen. Es lo que tiene Mestalla, tan generoso y tan exigente a la vez.

Es curioso pero fue el Levante Football Club el que lo estrenó y será de nuevo el Levante –pero Unión Deportiva– el que vuelva a participar en la reactivación. Por supuesto será ése un partido diferente a todos, donde sólo se escucharán los gritos de los jugadores, las comedidas consignas de Celades y hasta el golpeo en ocasiones del balón.

Por este recinto, además de futbolistas –tanto hombres como mujeres– han desfilado también políticos para cautivar votos (José María Aznar lo llenó en 1996); cantantes para ofrecer conciertos (Marc Anthony fue de los últimos más recordados); corredores populares; ciclistas y hasta directivos que abrieron de par en par sus puertas para hacer plebiscitos populares (Salvo y Aurelio Martínez) con el fin de ensalzar los parabienes de Meriton.

Es a Peter Lim ahora al que le toca mover una ficha que lleva sin accionar seis años, cuando llegó con la intención –no obligación– de resolver la permuta al nuevo estadio de avenida de Cortes Valencianas. Con el reciente pinchazo de la operación urbanística que lideraba ADU, lo único que hay a lo que aferrarse son las palabras poco explicativas de Anil Murthy en la página web oficial del club: «Queremos acabar el estadio, es un proyecto fundamental para el club y para la ciudad de Valencia». No dijo el presidente ni cuándo ni cómo y el tiempo corre en contra no sólo del club sino del propio Lim, porque la ATE del solar de Mestalla tiene plazos que hay que cumplir.

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