Patrick Cutrone (23 años) se va a convertir en jugador del Valencia hasta final de temporada, mientras que Rubén Sobrino (28 años) cambia la camiseta blanquinegra, que prácticamente sólo se la ponía para jugar la Copa del Rey, por los colores del Cádiz. La operación que implica la cesión de los dos delanteros se daba anoche prácticamente por cerrada y tan sólo falta que durante este domingo ambos clubes la hagan oficial. En el Valencia, además, pretenden cerrar también durante esta jornada la llegada de un centrocampista –petición esta sí de Javi Gracia– mientras que también queda abierta la posibilidad de que finalmente se consiga la incorporación de un central –la otra solicitud que había realizado el entrenador–. De no poder cristalizar ninguna de estas dos últimas opciones, el Valencia cerrará el mercado de invierno con un lateral derecho repescado y que necesita tiempo para ponerse a tono, y con un delantero que no destaca por su previsión goleadora pero sí por su teórica versatilidad en beneficio del grupo y sus posibilidades de futuro, cuando el entrenador realmente quería otra cosa por la evidente descompensación de la plantilla actual.
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¿Ha hecho bien el Valencia en el intercambio de cromos para la delantera? Es lo que se preguntaba ayer la afición, consciente de que una cosa es lo que quiere el entrenador y otra bien distinta lo que es capaz de conseguir Meriton. Desde luego, Sobrino contaba poco por no decir nada para Javi Gracia, que sólo recurría a él para la Copa dejándole únicamente algunos minutos en Liga. Tras la experiencia ocurrida con Piccini, que ha venido con una carga prácticamente inexistente de ritmo de partidos pese a las urgencias del Valencia, ahora la cuestión es si Cutrone –propiedad del Wolverhampton de Nuno– va a ser capaz de ganarse la confianza del pamplonica.
Los minutos del italiano este campeonato –tanto en el club inglés como en la Fiorentina, donde estaba anteriormente cedido– todavía son menos que los que había acumulado Sobrino hasta la fecha. Es más, el de Daimiel aún ha visto puerta (un gol, se lo hizo al Terrassa), el italiano ni eso.
Ayer Cesare Prandelli –técnico del Fiorentina– hizo unas cuanto menos curiosas declaraciones en las que es difícil extraer el sentido real de las mismas, aunque perfila al menos el carácter batallador del futbolista. «Espero que en el Valencia –decía sobre Cutrone– encuentre la tranquilidad que está buscando. Es un jugador generoso, lo da siempre todo». Precisamente, el recuerdo que tiene Prandelli de su tormentoso y corto paso por el Valencia no es precisamente el de un club en calma interna.
No obstante, sólo por el precio que tuvo que pagar el Wolverhampton por él al Milán hace dos años (en torno a los 20 millones de euros más variables) le hacen diferenciarse de los casi cuatro que abonó el Valencia al Alavés (enero de 2019) en una de las pocas inversiones fallidas que realizaron en su momento Alemany/Marcelino. Sobrino tiene contrato con el Valencia hasta junio de 2022 y el Cádiz, por mediación de Álvaro, llevaba insistiendo desde hace semanas.
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Gracia también lleva insistiendo mucho tiempo por el centrocampista de corte defensivo y el central y se llega casi a la hora del cierre con el objetivo (ya sea Ferro y/o Florentino Luis) todavía sin alcanzar.
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