Secciones
Servicios
Destacamos
La eliminación en Copa del Rey a manos de un Celta plagado de jugadores no habituales y que necesita centrarse en la Liga fue un duro varapalo para el Valencia. Para los futbolistas y cuerpo técnico pero, sobre todo, para una afición que siempre responde ... a pesar de que el máximo accionista cada vez da menos razones para ello. Y con un equipo low cost cuyo objetivo es la permanencia, el torneo del KO era una válvula de escape, pues ganar este miércoles suponía estar a tres partidos de una nueva final.
A la afición ahora le queda esperar a que la permanencia sea matemátivca y, mientras tanto, el equipo siga sumando puntos para soñar con Europa, que ya hace tiempo que el Valencia no disputa competición continental. Pero más allá de la grada, el varapalo contra el Celta deja varios damnificados, futbolistas que se van a quedar sin minutos muy necesarios para ellos o que les va a resultar complicado que Baraja les dé todos los que precisen.
El caso más evidente es el de Jaume, aunque el de Almenara tiene claro su rol. Es el portero de la Copa y como tal, sabe que salvo contratiempo no deseable de Mamardashvili ahora le toca aportar en los entrenamientos y desde el banquillo. Además, el castellonense no estuvo demasiado afortunado contra el Celta, especialmente en su salida en falto que supuso el 0-1. También hay que recordar que en las anteriores eliminatorias realizó paradas de mérito que evitaron algún sonrojo frente a rivales de categorías inferiores.
Pero hay otros casos más preocupantes. Especialmente, el de Alberto Marí, uno de los chavales que han emergido con Baraja, renovado y con una cláusula de rescisión de 100 millones, pero que ya ha saboreado la hiel del fútbol. Una lesión muscular le obligó a pasar por el quirófano en verano y ha estado de baja hasta diciembre. Ahora trata de recuperarse con la consciencia de que un delantero vive del gol y que, normalmente, para ver portería hacen falta minutos.
A día de hoy Hugo Duro es titular indiscutible y, con las dudas que genera Yaremchuk, cuando Baraja coloque dos delanteros puede tener su ventana. Esto siempre y cuando el club no desbloquee las salidas y consiga la cesión de Rafa Mir. Desde el Sevilla y el propio futbolista hacen guiños negando la mayor, pero el atacante está en la rampa de salida y el destino que desearía es su regreso al Valencia.
Otro al que le venía bien la Copa a efectos de ganar confianza es Jesús Vázquez, frenado por la presencia del gran capitán Gayà, pero también por la dolencia que le obligó a parar varias semanas e incluso llegó a planear la posibilidad de que no pudiera competir de nuevo a alto nivel. Ahora está recuperado y su compañero y rival por un puesto, tocado. Pero el de Pedreguer es uno de los futbolistas más comprometidos de la plantilla y sólo parará si es necesario. Baraja lo dejó en el banquillo ante el Celta, pero pocos dudan de que vuelva a hacerlo si está en condiciones de cara al Athletic Club.
La parte positiva para Jesús Vázquez es que cuando sale trata de seguir la línea de Gayà. En ataque se ha dejado ver, con el gol de la sentencia en Cádiz y una clara ocasión en Copa que, eso sí, lanzó a las nubes. Ahora le toca seguir trabajando en Paterna y aprovechar sus ocasiones. En diferentes circunstancias, Yarek o Cenk (el turco, la verdad, no tiene ahora la confianza ni en Copa) también se quedan sin las opciones de un torneo que despertó una gran ilusión en el valencianismo pero que ha acabado en pesadilla.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.