La debilidad del Valencia con Soler

Laporta y Lim son amigos. El magnate de Singapur aterrizó en el Valencia por obra del presidente del Barça y la gracia de Amadeo Salvo y Aurelio Martínez. Pero la camaradería no es sumisión. El club azulgrana, en estado casi ruinoso, ansía sacar a Frankie de Jong para facilitar su fair play financiero y pretende al segundo capitán valencianista. Pero lo quiere a precio de saldo. Casi un regalo. Y sabiéndolo, el presidente blanquinegro, Anil Murthy, y el director general, Joey Lim, recorrieron 350 kilómetros para plantarse en la calle Ganduxer de la ciudad condal. Restaurante Via Veneto. Una estrella Michelín. La necesidad valencianista de recaudar cuarenta millones en venta de futbolistas para cuadrar unas cuentas que enfilan hacia una causa de disolución acentúan la debilidad del club. Tú lo quieres, ven a mi casa a pedírmelo y a ofrecerme una cantidad razonable. Esto sería lo lógico. Pero en territorio comanche se plantó la delegación valencianista para oír de boca de Laporta que no tienen dinero para grandes adquisiciones pero que les facilitaran la llegada de Soler. Fue definida como «una operación a la baja» y, además, para no tener que soltar tanto dinero querían colar en la operación a alguno de estos tres futbolistas: Braithwaite, Riqui Puig o Dest.

No es la primera vez que el Barcelona tantea al Valencia. En julio del año pasado la cita fue en terreno casi neutral. Se emplazaron en Tortosa y allí sí se presentó Mateu Alemany –se ausentó el martes y así evitó verse cara a cara con Murthy–. En aquella ocasión los deseados eran José Luis Gayà y Yunus Musah. Aunque el conjunto culé busca un sustituto para Jordi Alba, parece que el pretendido no es el lateral de Pedreguer. Su elegido es Marcos Alonso (Chelsea). Fuentes cercanas al capitán blanquinegro también aseveraban no saber nada de la cita en Barcelona y remarcaban que nada había cambiado en las negociaciones que llevan en marcha meses y meses sin un progreso destacado.

Aunque nada es descartable. Cuando Gayà compruebe el equipo de saldo que pretende adecuar Meriton quizá no le interese renovar y sí aceptar alguna de las propuestas que han llegado. El futbolista no ha dejado de repetir que su intención es liderar el Valencia, pero también necesita una plantilla acorde a su calidad y con aspiraciones de salir cuanto antes de la mediocridad. Luego llega Murthy e insiste en quetiene que vender para poder pagar salarios. Tanto airear que necesita dinero fresco le pone en una situación endeble ante posibles compradores y más cuando ya a nadie le sobra el dinero. Sólo al Madrid y al Manchester City.

Como Murthy no quiere permitir que Carlos Soler salga gratis al acabar su contrato –la renovación es casi ya una quimera– va refrescando su mail cada cinco minutos esperando una oferta respetable por algún futbolista. Sea el que sea. Ya no hay intocables. Ni los buques insignia ni Guedes ni nadie. Una de las prioridades es Cillessen porque aún tiene una amortización importante, pero el club se frotaba las manos esta temporada viendo al luso en plan estrella.

Aún así, el futbolista que acumula más ofertas es Carlos Soler. Además del Barcelona, el Atlético de Madrid también está atento. Recientemente ha pescado en Mestalla dos centrocampistas (Kondogbia y Wass) y ahora es el canterano el que gusta. Pero está en las mismas que el club culé. Andrea Berta, secretario técnico colchonero, ya ha avisado que la entidad no está capacitada para pagar millonadas, por lo que también quiere a precio de saldo al canterano valencianista. No tiene prisa y esperará que el paso de los días obligue al Valencia a bajar el precio. Negociar siendo débil sólo lleva al fracaso.

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