Santiago Cañizares despidiendose del Mestalla Kai Försterling / EFE

La despedida de la gran leyenda del Valencia, Santiago Cañizares

ÁLBUM DEL VALENCIA ·

En mayo de 2008, entre lágrimas y aplausos, se despedía del Mestalla el que había sido guardameta del Valencia durante 10 años, al finalizar un encuentro ante el Atlético de Madrid

Úrsula morant

Domingo, 25 de abril 2021, 13:54

Llegó en la temporada 98/99 con intención de hacer grandes cosas para el club blanquinegro, y no sólo consiguió un gran número de títulos sino que se convirtió en una leyenda. Tras diez años al frente de la portería valenciana, Cañizares tuvo que decir adiós al equipo que fue su casa y ciudad donde nacieron dos de sus hijos. El 18 de mayo de 2008, el de Puertollano jugaba su último partido como guardameta en Mestalla.

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Con la llegada de Ronald Koeman como nuevo técnico del club, Cañizares fue apartado de la portería, dejando muy bajos sus ánimos. A pesar de volver a ponerse los guantes cuatro meses después de haber sido apartado, con Voro como entrenador, el portero ya no se encontraba anímicamente en un buen punto. Decidió rescindir de su contrato que en principio finalizaba en junio de 2009. La conclusión del contrato sería efectiva a partir del 19 de mayo de 2008, ya que el día de antes Voro convocó a Cañizares para que disputara su último partido en Mestalla contra el Atlético de Madrid.

El árbitro pitó el final del partido y fue ahí cuando el guardameta se acercó a un aficionado para entregarle su toalla, como hacía en muchas otras ocasiones y cuando sus compañeros de equipo y rivales se acercaron para abrazarlo y mostrarle el cariño y respeto que se merecía. Las gradas, llenas de valencianistas, le dedicaron un caluroso y largo aplauso a pesar de la lluvia. En el estadio se podían apreciar pancartas con mensajes hacia el portero, como: «Cañizares es Dios». Los jugadores no dudaron en dejarle el campo para él solo para que pudiese despedirse a lo grande del Mestalla. Con las manos en alto, dio un último adiós a su afición entre lágrimas.

La vida deportiva en el Valencia finalizaba ahí para él sin cerrarse ninguna puerta a ser fichado por otro equipo que le hiciese una oferta interesante. Sin embargo, no fue así y terminó retirándose del fútbol profesional. Durante su etapa como blanquinegro vivió la época dorada y se metió en el bolsillo dos Ligas, 1 UEFA, 1 Copa del Rey y una Supercopa de Europa, nada menos que un gran palmarés que lo hizo convertirse en leyenda del club. Por ello, fue invitado al partido de leyendas que se celebró en el año del centenario del club valenciano. Jugó los últimos diez minutos arropado de la que siempre será su afición.

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