El despertador del Carranza

Hace más de quince años que el Valencia no juega en el Ramón de Carranza. Aquel día se llevó la victoria gracias a un solitario gol de Vicente Rodríguez, el puñal de Benicalap. Fue el 20 de noviembre de 2005. Ha llovido tanto desde entonces que, directamente, el club ahora es otro. Sus aspiraciones son más prosaicas. El equipo que entrena Javi Gracia y que tiene el manto de Peter Lim afronta las diez últimas jornadas de la temporada, el momento que marcaba Luis Aragonés como la clave de cada curso, en tierra de nadie. A nueve puntos de la quema del descenso y doce de la plaza de Europa League que defiende la Real Sociedad. El principal objetivo que tienen hoy los valencianistas en Cádiz es doble y más humilde; encadenar por primera vez en lo que va de campaña dos victorias ligueras seguidas y terminar con la mala racha como visitante.

El Valencia no gana un partido de foráneo desde que se impuso 0-1 en Valladolid en una noche gélida bañada por Filomena. Desde aquel 10 de enero han pasado casi tres meses donde la cosecha son cuatro derrotas, tres de ellas consecutivas donde no ha sido capaz de marcar un gol, y un empate. Por contra, los cuatro triunfos seguidos en Mestalla le han permitido llenar la despensa para, al menos, separarse de la zona de guerra. Los de Gracia son el quinto peor equipo visitante de la Liga, con 10 puntos sumados (los mismos que el Elche y el Getafe) y solo por detrás del Alavés y el Granada. Nefasto.

Tras los partidos internacionales, la gran novedad llegará en la portería. La lesión de Cillessen obliga a ello. El técnico, además de anunciar que espera recuperar al holandés antes de que termine la temporada, no desveló quien se pondrá hoy bajo palos al hablar de los porteros que tiene activos en plural. Siguiendo la lógica del curso, y del trabajo de la última semana en Paterna, será Jaume Doménech el que vuelva a la titularidad que perdió tras la derrota en Valdebebas ante el Real Madrid por 2-0 el 14 de febrero. Desde entonces, se cayó de la lista de los elegidos. La gran novedad en la convocatoria es la de Cheryshev, que se montó ayer junto a sus compañeros en el avión rumbo a tierras andaluzas tras estar más de dos meses fuera donde se ha perdido ocho partidos de Liga. El ruso agradecerá que no haya público en las gradas del Carranza puesto que allí aún palpita la guasa de su alineación indebida en la Copa del Rey de 2015 (arrastraba suspensión de la edición anterior) con la camiseta del Real Madrid y Rafa Benítez en el banquillo, cuando el Cádiz militaba en Segunda B y tumbó al gigante blanco gracias a ese error.

Para el que sí que será especial el encuentro en aspecto positivo es para Manu Vallejo. El delantero de Chiclana regresa a casa, y al club donde explotó como jugador, y no escondió la emoción antes de surcar el cielo: «Va a ser especial. Vuelvo a Cádiz, donde llevo mucho tiempo sin ir y como rival nunca he jugado en Carranza. Estoy con mucha ilusión y con los cinco sentidos puestos para llevarnos la victoria. Lo pienso y se me pone la piel de gallina. Será ir a un estadio y hacer todo diferente a como lo hacía hace unos años. Pero ahora estoy en uno de los clubes más fuertes de España y estoy donde quería estar. En Mestalla no fue tan diferente como lo será en Carranza. Allí hice muy buenos partidos delante de aquella afición, que ahora no estará pero será más extraño enfrentarme a ellos».

El Cádiz de Álvaro Cervera llega a la cita con la gran novedad de Akapo en la lista, tras varios meses lesionado, y con más urgencias. La victoria del Huesca ante el Levante le deja a cinco puntos del descenso con lo que está obligado a ir cambiando su mala dinámica en los últimos partidos, donde solo ha ganado uno de los últimos diez choques ligueros y ha sumado 6 de los 30 puntos en juego. Ante el Valencia, con el que empató en la primera vuelta, no ha ganado en sus últimos seis enfrentamientos.