Los propósitos de año nuevo del Valencia

El Valencia, eso sí, tiene varios frentes abiertos todavía que le gustaría resolver para afrontar el segundo tramo de temporada con las mejores opciones. El deseo principal es el de que vengan fichajes en el mercado de invierno, un sueño compartido por todos los equipos pero que solo unos pocos afortunados podrán llevar a cabo. Y todo apunta a que un año más, Peter Lim no está por la labor y traerá carbón.

No se esperan movimientos en Micer Mascó, aunque el deseado sigue siendo Rafa Mir. Y es que el jugador del Sevilla celebró la Navidad con un mensaje en su Instagram:«Papá Noel ya sabe lo que le he pedido de regalo». Su deseo, conocido por todos, es el de volver a Mestalla. Más allá del murciano, estos son los propósitos de año nuevo de este Valencia.

El capitán se tuvo que marchar sustituido ante el Celta al descanso y su retorno se ha ido postergando durante cuatro jornadas. Lo que parecía un simple golpe en la rodilla se ha transformado en una lesión en el aductor que le ha apartado de los terrenos de juego.

El de Pedreguer ha seguido acudiendo a Paterna para acelerar su recuperación y se ha marcado como objetivo el estar en plena forma para el partido contra el Villarreal del 2 de enero, algo que debería conseguir ya que antes del parón estuvo involucrado parcialmente con el grupo y llegó a ser duda para la convocatoria de Vallecas. Finalmente, se optó por no forzar y esperar al siguiente encuentro.

Su vuelta al once inicial es el principal deseo de Baraja, que quiere recuperar al líder del vestuario para reforzar una defensa que se ha mostrado sólida en su ausencia pero que todavía necesita ese toque de veteranía y experiencia para seguir mejorando. Tanto Yarek Gasiorowski como Jesús Vázquez han cumplido, pero con la vuelta de Gayà, no habrá debate en el lateral izquierdo.

Otro deseo similar es el de resolver el misterio de la lesión de André Almeida. El portugués desapareció con una lesión de espalda que posteriormente —él mismo— desveló que era una fractura de vértebra. Con un tratamiento conservador, el luso ha estado trabajando durante los últimos tres meses para hacer desaparecer el dolor. Y es que Almeida lleva sin participar con el Valencia desde principios de octubre, cuando jugó ante el Betis. Diez jornadas se ha perdido y el Valencia ha echado en falta su creatividad y pausa en el centro del campo.

Desde el club aseguran que al jugador le han planteado un plan de trabajo específico en acuerdo con los servicios medicos para que siga con su recuperación durante las vacaciones navideñas. El jugador evoluciona favorablemente y se espera que durante el mes de enero pueda volver a los entrenamientos con el grupo si no hay contratiempos. Por tanto, Almeida será el 'fichaje' de invierno para el Valencia.

Con la entrada del mes de enero vuelve la competición fetiche del Valencia: la Copa del Rey. Con una situación tranquila en la Liga, alejado de los puestos de descenso, los de Baraja pondrán el foco en el 'torneo del KO'. El sorteo de dieciseisavos reveló que el rival será el Cartagena, equipo de Segunda. El duelo, que se disputará un día después del de Reyes —el domingo 7— será la oportunidad perfecta para dar minutos a los menos habituales y seguir avanzando rondas.

Y este año cuenta con más importancia, ya que la plantilla construida por la dirección deportiva se queda corta para pensar que este equipo puede pelear por terminar entre los seis primeros clasificados en Liga para conseguir un billete europeo, y más con el sorprendente Girona que se ha colado entre los punteros. Es por ello que la Copa del Rey se queda como resquicio para obtener un doble premio.

Alzar el título no solo llenaría las vitrinas de Mestalla, sino que darían un billete directo a la Europa League, volviendo a competir en el viejo continente cinco años después. No sería la Champions, ni la Superliga, pero por algo se empieza. Volver a visitar estadios europeos y recibir a los mejores equipos de otras ligas para recolocar la marca Valencia en el mapa. Un 'all-in' a la Copa podría salirle bien al Valencia.

El valencianismo quiere fichajes. Porque dan ilusión, refuerzan la plantilla y aportan fondo de armario a un equipo que se ha quedado corto. La cantera ya ha dado prácticamente todo y pocas piezas más de las que hay en el Mestalla —que sufre para no descender a Tercera RFEF— aspiran a dar el salto al primer equipo.

Y ante la más que probable falta de refuerzos, el Valencia ya se conforma con, al menos, no perder a nadie por el camino. Si hace falta, se desprenderían de algún juguete para comprar un nuevo y mejor, pero lo que no se concibe es vaciar el cajón y no llenarlo. Los Mamardashvili, Guerra o Pepelu están bien donde están. Que sigan disfrutando de ellos en Mestalla y ellos sigan creciendo. Por muy necesitada que esté la entidad, las ofertas que puedan llegar en invierno deben rechazarse si no cambian el futuro del club.

Desprenderse de activos importantísimos debilitarían más todavía a un equipo que no puede permitirse tal escenario. En verano ya será momento de valorar que es lo mejor para cada una de las partes, pero en invierno la prioridad debe ser mantener el bloque, que está funcionando, y seguir con un crecimiento que podría hacer que el futuro ingreso sea mayor en unos meses.