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Con Kondogbia vestido anoche de rojiblanco, quedan ya desde hoy 56 días para que el Valencia vuelva de nuevo a tensionarse. Hasta el 4 de enero tiene Javi Gracia para dormir tranquilo. A partir de ese momento, todo puede pasar en el Valencia de Meriton. Desde que venga alguien como Capoue, para tranquilidad del técnico, hasta que se vaya un futbolista como Maxi, por ejemplo. Para que el Valencia llegue a esa fecha con calma y algo de paz –deportivamente hablando– son importantes noches como la de hoy. Ante un parón de selecciones, ganar aunque sea sin público –factor decisivo– a un rival como el Real Madrid –que no pierde como visitante desde el 8 de marzo– además de dar puntos y prestigio mundial, también te refuerza moralmente. Y de eso es algo que el Valencia está bastante necesitado, pese a que su entrenador lleva días reforzando públicamente esa sensación: «El equipo no está abatido sino con muy buena actitud y con aportación por parte de todos», decía ayer Javi Gracia, que agradeció la reunión que hubo esta semana de los capitanes con los exfutbolistas.
Al técnico valencianista le va a costar despegarse de todo lo que ha girado en torno a la polémica salida de Kondogbia y la ausencia de fichajes, con el miedo en el cuerpo por lo que puede pasar cuando se abra de nuevo la ventana para nuevas contrataciones. Este sábado volvía a intentarlo: «Hablar ahora del mercado de enero es para mí impensable. Mi trabajo es sacar el mejor rendimiento de lo que tenemos y para eso debo tener las menores distracciones posibles. Entiendo el interés pero no quiero hablar de esos temas, no creo que sea bueno ni para mí ni para el equipo hablar de los que no están o de lo que ha pasado. Dije lo que pensaba y no quiero perder ni un segundo más hablando de lo que no tenemos sino de lo que tenemos».
¿Y qué tiene el Valencia? Pues un portero como Jaume que iba a ser relevado por Cillessen (ayer tampoco se entrenó); un Wass que puede acabar de nuevo como lateral; un Racic que tendrá seguramente su segunda oportunidad para ser titular; un Yunus del que se espera otro arranque sublime, y un Guedes que tiene que aparecer sí o sí porque es un lujo tenerlo en el banquillo sin participar ni un solo minuto como ya ha ocurrido en dos ocasiones.
Cierto es que el Real Madrid llega a Mestalla con muchas bajas (Militao, Hazard, Casemiro, Nacho, Carvajal y Odriozola) pero se teme de los madridistas su tremenda pegada. Jaume es el guardameta de Primera con más paradas (29), con una media de 3,63 por partido. Para evitar que el Madrid ponga a prueba a Jaume tantas veces, entrará en juego no sólo la concentración del grupo sino también la respuesta del árbitro si hay jugadas de conflicto o faltas. Arrastra el Valencia, por cierto, una cifra mucho más elevada que el Madrid en faltas cometidas: 123 contra 69.
Y ayer, sobre el tema de las faltas, metió baza Bordalás (Getafe), que pidió que se castigara con una amarilla a jugadores que fingen (en referencia a Maxi) relatando lo que pasó con Arambarri. «Perdió cuatro minutos. Eso también se tiene que sancionar».
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