Ver fotos
Ver fotos
Publicidad
«Para cualquier equipo es importante ser consistente. No conozco a ningún conjunto que encaje goles con facilidad y consiga objetivos ambiciosos. El equilibrio es lo mejor. Es importante que los jugadores lo entiendan. Vienen de encajar muchos goles dos temporadas y debemos insistir a lo largo del campeonato en corregirlo». Palabra de José Bordalás. Y no lo expresó hace tiempo. Fue el viernes. Todavía debería resonar en los oídos de los jugadores.
Noticia Relacionada
Fue un partido con varios partidos. Una primera parte de claro dominio valencianista y una posterior donde se equilibró el juego y pudo pasar cualquier cosa. Los instantes finales fueron casi de infarto, con el penalti anotado magistralmente por Carlos Soler en el minuto 87 y sólo uno después Montoro daba el susto de la noche tras batir a Mamardashvili, aunque el VAR hizo su función con justicia y anuló el tanto por fuera de juego del futbolista criado en la Academia de Paterna. Al final, un punto que mantiene invicto al nuevo Valencia de Bordalás. Un equipo limitado pero que sabe encajar los golpes, que se ha mimetizado con el carácter guerrero del entrenador alicantino. Nadie se viene abajo pese a los coscorrones.
Noticia Relacionada
Antes del tanto de Luis Suárez, el Valencia dispuso de dos ocasiones con disparos de Cheryshev y Carlos Soler. Después lo intentó Wass con otro chut potente. Si no puedes llegar al área, al menos inténtalo de fuera. Alderete sufría en demasía con Luis Suárez, que se le marchaba con facilidad. Pero el dominio era blanquinegro y entre todos sobresalía Guedes. Con esa punta de velocidad que le hace imparable, se agigantaba en cada acción. En una de ellas la fortuna de Duarte, que sacó el balón de la línea, evitó el tanto del luso, que se plantaba instantes después solo ante el portero del Granada, que desviaba el remate.
En la segunda fase del choque el Valencia siguió insistente, pero bajó el nivel de precisión. Los pelotazos afloraron en demasía. Aún así, las mejores ocasiones eran blanquinegras. En una de ellas la televisión reflejó la desazón de Bordalás. Fue una falta ensayada donde el disparo de Maxi Gómez se marchó alto. El uruguayo la tuvo momentos después, pero está gafado. Se encontró frente a frente con el portero y su remate fue ridículo. El Granada se revolvió con una acción de Gonalons, pero allí estaba el gigante Mamardashvili, que se mantenía en la titularidad pese a la presencia de Cillessen. Y cuando el partido moría aparecía Gayà por el área andaluza y era derribado. Penalti que anotó, cómo no, Carlos Soler. Un disparo imparable. Ya lleva dos tantos y se encamina hacia los once que marcó la campaña pasada. Casi en la prolongación llegó el susto con un gol de Montoro que instantes después lo anulaba el VAR. Empate que sabe a poco pero que da un punto necesario para ir creciendo con el sello Bordalás.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.