La Copa de las verdades

¿Es verdad que Foulquier es cualquier cosa menos un jugador de fútbol? SÍ. Falla en todas las decisiones que toma. Hubo una acción que desnuda a este futbolista. Se quejaba ante el árbitro como si se jugara la vida. Estaba tan ofuscado que al llegarle el balón daba un mal pase, pero en lugar de retroceder, se quedaba despistado y un rival entraba por su zona creando peligro ante Jaume. Ni defiende con seriedad ni ataca con solvencia.

¿Es verdad que Pablo Gozálbez tiene muy buena pinta? SÍ. Es ratonero, se desliza con suavidad entre líneas y tiene gol. Justo acertó en la prolongación de la primera parte para lograr el primer tanto valencianista, que facilitaba el pase de ronda en la Copa del Rey. Con un zurdazo seco lograba batir al arquero riojano tras varios rechaces. Se llevó el éxito de acertar ante la portería y una patada indecente que debió valerle la roja a Ander Vitoria.

¿Es verdad que la recuperación de Sergi Canós es una bendición para el entrenador? SÍ. Fue el futbolista más agitador del choque. Desde el primer momento se movió con soltura por la banda izquierda. Protagonizó la mayoría de acciones atacantes en la primera parte y en una de ellas rozó la gloria pero su disparo colocado acabó en el palo. Amallah le dejaba el balón y el castellonense lo ponía donde quería. Sólo erró por centímetros. Con Fran Pérez, Canós, Amallah, Hugo González y Diego López las bandas del Valencia dan las soluciones que no ofrece, por ejemplo, Yaremchuk. El hijo de Rufete pudo volver a marcar como lo hizo ante el Athletic, pero esta vez lo evitó el poste derecho del Logroñés.

¿Es verdad que Paterna es generadora de centrales pujantes? SÍ. Mosquera, Tárrega y Yarek fueron titulares. El zurdo, la joya de la Academia, actuó de lateral izquierdo. Pero no falló ni un solo pase. Ni uno. Siempre eligió la opción correcta. Ya en la segunda parte, con la entrada de Gayà por Mosquera, se fue al centro y apuntó sus condiciones. Inmensas. También lució Tárrega, firme en su posición aunque, sobre todo el inicio del choque, se mostró algo nervioso. Con el paso de los minutos se centró y formó un buen dúo con Mosquera. Pero todos ellos necesitan el refuerzo de un central veterano. Soltarlos en solitario contra rivales de postín es enviarlos al infierno. Quemarlos antes de tiempo. Deben aprender muchos códigos e imitar a un Paulista en buen estado es su mejor escuela. Pero hay realidades.

¿Es verdad que Diego López y Javi Guerra son buenísimos? SÍ. Baraja fue un valiente. Es cierto que la necesidad, ante una plantilla cortísima y descompensada, le llevó a optar por ellos, pero había que hacerlo. El vallisoletano ha demostrado ser un visionario y los chavales han demostrado que juegan como los ángeles. El guaje tiene gol (cada día se parece más a Villa) y el de Gilet posee más clase que toda una universidad. Salió al campo y al momento se marcó un chut al palo.

¿Es verdad que Baraja está ocultando el dislate de Corona? SÍ. Al director deportivo hay que reconocerle que apostara por el mito valencianista (le han dado dos años como muestra de confianza) pero a partir de ahí le ha dejado casi vendido. El técnico insistió en cubrir todas las posiciones y ya son varias veces que ha vitoreado que cuenta con una plantilla corta. Y luego le traen a Yaremchuk para nada. Y pagan cinco millones por un central tan limitado como Cenk. El acierto con Pepelu ha servido para compensar un centro del campo donde Baraja pretendía otro jugador posicional al no contar con Guillamón. El técnico, y medio mundo, dudan de que Corona lo arregle en el mercado de invierno.