Un Valencia gigante en Old Trafford

El Manchester United recibe al Valencia CF en la segunda jornada de Champions League, a las 21 horas en Old Trafford.

Tras el batacazo ante la Juve en el estreno de la Liga de Campeones, los de Marcelino García Toral se enfrentan a los de Jose Mourinho que sí tuvieron un buen arranque.

Once del Valencia: Neto, Piccini, Garay, Paulista, Gayà, Coquelin, Parejo, Kondogbia, Guedes, Rodrigo y Batshuayi.

Once del United: De Gea, Valencia, Smalling, Bailly, Shaw, Fellani, Matic, Pogba, Rashford, Lukaku y Alexis.

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El Valencia comparecerá esta noche en Old Trafford con una sensible mejoría. La victoria en Anoeta ha sido el reconstituyente que ansiaba el equipo de Marcelino. El Valencia no anda fino pero empieza a carburar. Lo que parece un pequeño paso en realidad es una zancada de gigante. El inicio de Liga ha sido angustioso. Siete jornadas han tenido que pasar para sumar tres puntos. La situación generaba insomnio a Marcelino, que maldecía el mal fario de su equipo. Ahora, el triunfo en San Sebastián permite ver el corto plazo con más tranquilidad y ha permitido liberar tensiones. Fundamental para un equipo atenazado cuyo fuerte es el colectivo. Entre el calvario de la Liga se coló el atropello de la Champions. La Juventus vapuleó al Valencia con y sin Cristiano Ronaldo. Sobresalientes en ataque y excelentes en defensa. El técnico concluyó que a su equipo todavía le falta mucho para mirar de frente a los más grandes de Europa. Reflexión realista.

Nadie dijo que el grupo de Champions del Valencia iba a ser fácil. Con el primer puesto casi adjudicado por decreto para los italianos, el otro boleto se lo tendrían que jugar el Manchester United y el Valencia. En otra época, los ingleses serían favoritos indiscutibles. Pero hoy en día en Old Trafford las aguas bajan más que revueltas. Mourinho es capaz de llevar a un equipo a la gloria o a despellejarlo por su absurdo narcisismo. Entrenador malcriado. Y en esto último trabaja con Pogba como enemigo. El luso tiene la capacidad de que sólo se hable de él. Lo demás no importa. El Manchester viene de caer eliminado en Copa y de cosechar una dura derrota ante el West Ham. El teatro de lo sueños es hoy una pesadilla para el United.

Y ahí es donde tiene que pescar el Valencia. Marcelino tiene la oportunidad de que su nombre suene en Europa y de que su equipo se ponga de cara para superar la fase de grupos. La derrota contra la Juventus entraba en la agenda. Una victoria hoy en Manchester consolidaría el ánimo de la tropa, alejaría el mal inicio de la temporada y le diría al Barcelona, próximo invitado en Mestalla, que el Valencia ha vuelto.

Marcelino irá con todo. Ni queda otra ni se entendería otra opción. En Anoeta hubo rotaciones para sacar hoy al equipo de gala. Los cambios funcionaron. Garay y Paulista se perfilan como los centrales titulares. El argentino por experiencia y jerarquía. El brasileño, por su conocimiento de la Premier. Piccini es el más lateral diestro de todo el equipo y Gayà es inamovible. El descanso en Anoeta le vendrá bien.

Las dudas están en el centro del campo. El asturiano es cuadriculado en su 4-4-2. Huye de las modas. El Manchester es un equipo donde el físico pesa más que la técnica. Kondogbia es fijo y lo normal es que el fútbol emane de las botas de Parejo. Para ganar músculo se podría pensar en la opción de Coquelin junto a su compatriota, algo que podría llevar al de Coslada al banquillo. Una variable que tiene más pinta de plan B en función del resultado.

Guedes progresa adecuadamente y los partidos le han dado el ritmo que necesita para rendir al máximo nivel. Es fundamental para el ataque. En la otra banda, Soler se ha encargado de borrar cualquier debate. En Anoeta hizo un partidazo, se ha echado al equipo a la espalda y esta noche el partido le va como un guante. La opción de Coquelin también se puede considerar. En la línea de ataque, Rodrigo y Gameiro.

El Valencia jugó en Manchester el mejor partido de la temporada. En un escenario de primer nivel, con empaque y con la sensación de que ha vuelto para quedarse. Un empate que pudo ser una victoria con una pizca más de remate. La sensación es que el billete para la siguiente fase se jugará en Mestalla con los ingleses en la vuelta.

El Valencia salió con actitud. Intenso y sin especular con el resultado. En busca de ese partido perfecto que reclamó Marcelino en la previa. Nada que ver con el fiasco ante la Juventus. Marcelino dijo que el equipo había aprendido la lección ante los italianos y los hechos le dieron la razón. Desde el inicio fue un combate de tú a tú, equilibrado. La sorpresa fue Coquelin por Carlos Soler en el once. Marcelino buscó igualar a peso el despliegue físico de los ingleses. Mourinho dispuso a Pogba, Matic y Fellaini para tratar de ganar el centro del campo. Un cometido que no logró gracias a la solidaridad de Coquelin, capaz de multiplicarse por mil. Lo de Kondogbia es superlativo.

El Manchester vio la debilidad en la banda de Piccini. Rashford intentó desde el primer momento que el italiano se hiciera un ovillo con sus piernas pero la defensa resolvió bien. El lateral cumplió de menos a más protegido por los dos centrales. Garay y Paulista exhibieron un nivel sobresaliente y sujetaron a Lukaku en la medida de lo posible. El belga es un tanque, un incordio constante al que no se le puede dar un centímetro de ventaja.

La mina de oro estaba en lateral que defendía Antonio Valencia. Un veterano que ha iniciado su camino de vuelta. La ayuda de Alexis -uno de los señalados por Mourinho en cada uno de sus lamentos- a su compañero brilló por su ausencia. Guedes y Gayà se asociaron con fluidez pero sin acierto en la elección del pase final. El Valencia entró con solvencia por ese carril, con la soltura necesaria para crear algo más que peligro. La progresión de Guedes es la evolución de su equipo. Es fundamental ahora mismo para el sistema de contragolpe de Marcelino. En forma Guedes es casi imposible de sujetar.

El portugués desnudó las debilidades de Valencia. Prenda a prenda con la colaboración puntual de Gayà. El ecuatoriano, como vio que por lo civil no podía con su par, optó por la vía de lo criminal. Antonio Valencia fue al tobillo de Guedes, sin contemplaciones, a tratar de cortar de raíz su sufrimiento. Ni tarjeta vio el del Manchester. En cambio, unos minutos después Coquelin vio la amarilla por una entrada mucho menos peligrosa.

El Valencia fue mejor que el Manchester en la primera parte. A los puntos mereció ir por delante en el marcador. No gozó de oportunidades clarísimas pero se acercó con claridad a la puerta de De Gea, que no intervino pero que nunca estuvo tranquilo. El equipo de Marcelino ejecutó a la perfección el contragolpe y los movimientos asociativos. Tan sólo le faltó un verdugo para culminar el rosario de pases de la muerte. Batshuayi estuvo bien sujeto por los centrales y Rodrigo se multiplicó pero sin encontrar una opción de disparo clara. La batalla por el físico no la ganó el United. Kondogbia, como siempre, ejerció de quilla para mantener la nave con rumbo favorable. El único pero las tres tarjetas -Coquelin, Rodrigo y Parejo- por un exceso de celo del árbitro. El United pesa demasiado en la Champions y hay trencillas que se encogen en determinados escenarios.

La segunda parte mantuvo el guión desde el inicio. La primera la tuvo Guedes que buscó al rosca desde el balcón del área pero la pelota no encontró el objetivo. La primera del Valencia despertó del letargo a Old Trafford, casi un velatorio en el primer acto. El estadio comenzó a bramar. Gutural. El relato del partido empezó a virar, peligroso e inquietante. Otra vez por el lado de Piccini, el más vulnerable. Wass y Soler empezaron a calentar. Las amarillas a Coquelin y a Parejo eran un riesgo muy elevado, especialmente por la falta de personalidad de Vincic, que siempre pitó a favor del United. Un partido de Champions para un trencilla sin categoría para serlo. En una de esas decisiones fuera de lugar, pitó una falta al borde del área que encontró la parada de Neto al disparo de Pogba. El grito de Old Trafford empujó al United, con más voluntad que precisión. Pero los ingleses empezaron a ganar el centro del campo mientras el Valencia lo apostó casi todo al contragolpe con una dosis de precipitación.

En el ecuador de la segunda parte la tuvo Batshuayi, al aprovechar una dejada después de que Piccini dejará sentado a Pogba. El belga no encontró portería. Y unos minutos después Lukaku, que aprovechó un balón largo para buscar sin acierto el palo largo de Neto. Al instante un robo de Batshuayi se convirtió en una oportunidad 'interruptus' cuando todo parecía que iba a ser la gran ocasión para Guedes. El luso se dejó el balón entre los pies.

El partido se rompió definitivamente. El orden se hizo trizas. Los dos equipos buscaron el gol para ganar un partido que podría ser medio pase para la siguiente fase. Marcelino apostó por Gameiro en lugar de Batshuayi y Mourinho retrucó con Martial por un apático Alexis -incomprensible la felicitación de Old Trafford-.

Un tiró al larguero de Rashford tras una falta absurda de Piccini y los arreones finales del United fueron el último recurso de los locales, que en ningún momento del partido fueron mejores que los de Marcelino. El Valencia gana crédito, vuelve a la senda y esta a un milímetro de recuperar su mejor versión. Ahora espera el Barcelona.