Baraja exprime a un Valencia de cantera

A falta de menos de tres semanas para que arranque la temporada oficial, el Valencia vuelve a sufrir de doble personalidad. Un clásico en los últimos veranos de Meriton. En los despachos, el equipo sigue bloqueado en el mercado de fichajes con lo que la incertidumbre sobre el proyecto deportivo de la temporada 23-24 es más que evidente. En el campo, la actual plantilla se está aislando para limitarse a trabajar. Así, llegó la segunda victoria de la pretemporada ante el Spartak Trnava. Es cierto que el tercer clasificado de la pasada liga eslovaca no es una piedra de toque para aseverar ninguna teoría pero también lo es que, a falta de fichajes, las perlas del Mestalla siguen reclamando la meritocracia para asentarse en el primer equipo. Otro debate es si esa realidad vuelve a poner a la entidad valencianista con el único objetivo en la temporada de mantener la categoría en Primera.

Los chavales le amargaron el partido del centenario a los locales, con un partido muy serio defensivamente y donde, sin alardes, el equipo que buscó con más insistencia la victoria fue el que vestía totalmente de naranja, la tercera equipación de esta campaña. En ese análisis, también quedó patente que a Baraja le falta mucha dinamita en la parte ofensiva, tanto en punta como en bandas, para poder encarar el curso con garantías.

Un gol de penalti transformado por Alberto Marí en el minuto 24 fue suficiente para tumbar al Spartak, en un tramo inicial del encuentro donde Rivero había sacado la manopla derecha para desviar el lanzamiento de Djuricin, tras un penalti señalado a Javi Guerra de esos que el VAR ahora saca los colores. La foto del once titular del Valencia fue una declaración de intenciones de lo que es actualmente el equipo. Se puede fantasear hasta que sea un mensaje de Baraja a Lim. Habría que rebuscar la hemeroteca para encontrar la última vez que en un equipo inicial hubieran ocho valencianos; Rivero, Gayà, Guerra, Pepelu, Tejón, Fran Pérez, Hugo González y Marí. Correia, Diakhaby y Paulista fueron los refuerzos del 'mestalleta'.

Sin más pretensión que lo que tiene que ser un entrenamiento de pretemporada, la defensa titular del técnico pucelano cumplió con el expediente y se volvió a ver buena sintonía entre Pepelu y Javi Guerra en un esquema de 4-4-2. En la presión, todo un mensaje para los jugadores que se han quedado descartados en tierras valencianas, Baraja no negocia con el trabajo y no paró de reclamar un bloque alto en la salida de balón de los de Trnava. Más allá de un despiste, como en una jugada que terminó con un remate al palo, el equipo de la primera parte cumplió. Si no llegan fichajes, puede asemejarse mucho al que dispute el primer partido oficial. Con todo lo que ello supone. El técnico cambió el once al completo para la segunda parte. Los destellos de Yunus y la presencia ofensiva de Diego López fueron lo mejor de ese tramo.