Mestalla se cansa de no ganar

El Valencia CF recibe al Girona FC en el partido correspondiente a la jornada 11 de Liga, a las 18:30 horas en Mestalla.

Once del Valencia: Neto, Wass, Garay, Paulista, Gayà, Soler, Coquelin, Kondogbia, Guedes, Mina y Rodrigo.

Once del técnico del Girona, Eusebio Sacristán: Bono, Carles Planas, Muniesa, Bernardo, Ramalho, Pedro Porro, Álex García, Borja Garcia, Pere Pons, Roberts y Doumbia.

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El tiempo aprieta cada vez más. El Valencia va de ultimátum en ultimátum. Contra el Leganés, ocasión perdida. En Bilbao, más de lo mismo. La nueva esperanza se llama Girona y acude hoy a Mestalla sin Stuani, Portu (vaya alivio para Marcelino) y varios futbolistas más de entre su núcleo duro. «Somos favoritos», mantiene el técnico asturiano. Y es cierto, no sólo por las ausencias del rival sino porque el Valencia se hizo para estar en la Champions. Un torneo en el que quiere volver a estar y que empezará a peligrar seriamente si el conjunto blanquinegro no mordisquea desde ya la diferencia respecto a la cuarta plaza. Ahora hay ocho puntos, tropezar de nuevo puede significar estar a diez u once. Y eso significaría un mazazo muy difícil de digerir.

«Estamos muy cerca de ganar, tenemos el reto de intentar generar un clima favorable con nuestro juego y que el público ayude a los futbolistas», reflexiona Marcelino. Todo lo que espera Mestalla para esta tarde son los tres puntos. Aún persigue el Valencia su primer triunfo como local esta temporada y lo hace contra un Girona que no conoce la derrota a domicilio. En esta Liga loca se dan datos de este tipo o los claroscuros del Valencia: firme en defensa (ha recibido cuatro tantos menos que el líder) y ausente en ataque, una problemática que desde hoy intentará solventar Marcelino con la contribución del renacido Santi Mina y un Gonçalo Guedes que regresa después de tres larguísimas semanas de ausencia por lesión.

«No creo que un futbolista cambie la dinámica de un equipo, pero con Guedes aumentamos las posibilidades de ser más profundos y más directos», analizó Marcelino. Lo normal pasa por una suplencia del portugués después de varios partidos parado y, según se desarrolle el choque, dispute algunos minutos pensando en la visita del Young Boys en la Champions. Mina sí cuenta con más opciones porque la sequía afecta a Rodrigo, Batshuayi y Gameiro pero nada tiene que ver con el gallego: en Zaragoza, el día de su reaparición, hizo dos goles con una efectividad del 100%.

Es una incógnita saber qué dupla de ataque saltará de inicio ante el Girona y en el centro del campo también maneja Marcelino varias posibilidades. La baja de Parejo abre el abanico. Coquelin y Kondogbia «perfectamente pueden jugar juntos», aunque el técnico contempla «a Carlos, igual que Wass, Coquelin o Kondogbia. Todos son compatibles». Ellos cuatro son favoritos para ocupar las posiciones del centro del campo con Vezo actuando de lateral derecho para cubrir la ausencia de Piccini. Gayà regresará al once tras descansar ante el Ebro y por decisión técnica no entró en la convocatoria Mouctar Diakhaby.

Si el Valencia necesita sí o sí la victoria esta tarde, el Girona acude a Mestalla listo para dar el susto aunque muy cómodo en la zona tranquila de la clasificación. Eusebio Sacristán se ha visto obligado a alistar seis futbolistas del filial por el aluvión de bajas que padece. Garay y Paulista no tendrán que lidiar con el 'pichichi' de la Liga, Cristian Stuani, ni tampoco con el exvalencianista Portu. Juanpe, Aday Benítez, Mojica y Douglas Luiz no han salido de la enfermería y 'Choco' Lozano se quedó en Girona al estar sancionado. Eusebio, al menos, ha podido recuperar a Álex Granell, que encadenaba tres partidos sin jugar por problemas musculares.

¿Ahora a quién le echamos la culpa? ¿A

Días va a tener la afición por delante para debatir quién o quiénes tienen realmente la culpa de este desaguisado que lleva camino de condenar al Valencia al pasado más inmediato.

El ambiente se ha enrarecido y hace tiempo que se tenía que haber pensado en la búsqueda de soluciones. Que Marcelino, tal y como está el equipo, no quiera ni modificar su sistema es algo totalmente respetable. Lejos de pensar en una defensa con tres centrales, como la que empleó con total efectividad el Girona, tampoco es tan descabellado pensar en jugar de salida con un 4-2-3-1. Por ejemplo. Todo lo que sea romper los esquemas de los adversarios, tal y como está la situación, está bien empleado porque el Girona, como el resto, supo perfectamente hacia donde tenía que arrimar el partido. Lanzó a puerta 26 veces el Valencia pero como ya se sabe que podrían seguir intentándolo hasta el lunes sin meter un gol, al Girona le sobró con aprovechar el mínimo resquicio para darle el bocado definitivo.

Lo más curioso es que el encuentro transcurrió con cierto dinamismo que podía hacer pensar que, por fin, se iba a acabar con este mal fario. Hasta hubo un gol. Bueno, medio gol. Lo anotó

Con esas se llegó al descanso. Con un Valencia dando el doble de pases que los catalanes en zona de ataque, con una docena de remates y cinco tiros a puerta, pero con una ineptitud diáfana a la hora de encontrar la recompensa del gol. La esencia del fútbol es el gol y cuando éste no llega ya puede uno hacérselo mirar porque es como nadar para después morir en la orilla. El Girona, de trato agradable, resistía con una demostración de su buen hacer en los entrenamientos. Bien situado en el terreno de juego pero sin llegar al área de Neto. Menos cuando a los tres minutos de la reanudación, a Kondogbia se le ocurrió dar un pase atrás que recogió

La volvería a tener Rodrigo en un uno contra uno con Bono, o Santi Mina de cabeza en un remate muy ajustado al palo, pero más de lo mismo. El Valencia acabó desquiciado y agotado mentalmente. Como la gente con los futbolistas y con Marcelino por sus decisiones.