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Maxi Gómez intenta un remate acrobático ante la mirada de Asenjo. AFP

Intolerable

Celades queda tocado con un conjunto que no consigue ni un remate a portería

Domingo, 28 de junio 2020

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No hay nada peor en la vida que dar pena. El Valencia la dio ayer en Villarreal. Ejerció de equipo pequeño ante un rival al que siempre había mirado por encima del hombro. Ha llegado un punto de no retorno. El partido fue intolerable, indigno de unos futbolistas con sueldos de figuras. «Tenemos que dejar de ser nombres para ser hombres», decía Jaume Costa al acabar el partido. Una definición perfecta. Debería gritarlo en el vestuario a ver si alguno reacciona. Porque la situación del Valencia es ya insoportable. El club se juega el futuro si el equipo está fuera de Europa y en La Cerámica los que tienen que lograr el objetivo no consiguieron ni un remate a puerta. Cero disparos que se suman a los cero en Eibar. Es decir, en casi doscientos minutos los futbolistas blanquinegros han sido incapaces de hacer cosquillas al portero rival. En Villarreal, además, se sintió frustrado. Sólo pudo correr detrás de la pelota. Veía como sus rivales llegaron a hacer ronditos como los que practican en los entrenamientos. Así de fácil se lo puso el Valencia. Ni presión, ni orgullo, ni raza, ni motivación.

Parece que esto no va con ellos. Pero, claro, giras la vista hacia el banquillo y sólo divisas a un bisoño entrenador que da algún grito y varios aplausos. Celades se pasó un rato buscando la atención de sus jugadores en la parada para la hidratación de la primera parte. Ni le miraban. Quedó plasmado que el control sobre el vestuario es nulo. Los jugadores le plantan cara y nada pasa. El problema, obviamente, es de raíz. La culpa es de quien eligió a Celades. Peter Lim y su amigo Mendes obrando con el mando a distancia. Despidieron a un entrenador solvente, con un estilo definido y con personalidad. Les molestaba que dijera las cosas claras. Ahora no hay proyecto ni nada. Todas las miradas se dirigen ahora hacia Singapur. Según el día que tenga el magnate puede enviar a Celades al paro o mantenerlo hasta final de temporada. Es imprevisible, como todo lo que ha ocurrido en los últimos meses. Se les olvida que el Valencia es una entidad centenaria, seria, que debe dar ejemplo, que tiene que hacer las cosas con sentido común. Justo el que se ha perdido. En los despachos y en el césped. Todo peligra en el club. Eso sí, si la decisión está tomada, que se ejecute cuanto antes.

El Valencia ejerce de equipo pequeño en Villarreal y pierde con alarmantes signos de incapacidad de la plantilla y del técnico

El partido en Villarreal no sorprendió. Fue un calco del día de Eibar. Desde el primer momento se atisbó que había poco que hacer. Sólo correr detrás de los futbolistas rivales y sin el balón en los pies. El antifútbol. Así es imposible ganar partidos. Aún con los jugadores sin calentar, Chukwueze ya tenía la primera ocasión. El balón rozó el palo. Instantes después era Alcácer el que remataba un cabezazo fuera por poco. Era la segunda vez que el Villarreal se acercaba con peligro por la banda derecha. Gayà no estaba bien y luego lo pagaría con una lesión muscular. Alcácer puede fallar una vez, pero dos es complicado. No se había llegado al primer cuarto de hora del partido y el de Torrent recibió una regalito de Gerard que remató con una volea espectacular. No festejó el tanto por respeto, pero era para haberlo hecho por la plasticidad de la acción. Es un cazagoles y lo demuestra siempre que puede. Y ayer pudo siempre que quiso. Tanto Gerard como Alcácer no tenían a un rival a dos metros a la redonda. La debilidad defensiva es alarmante. El equipo, indefinido en todos los aspectos, todavía lo es más cuando el equipo contrario domina el balón. Ni presiona ni sabe cómo hacerlo. Es sólo una ocupación de terreno, sin un sentido futbolístico. El Valencia es un conjunto muy poco trabajado a nivel táctico. Y cuando fallan las fuerzas se cae con todo. Porque el empuje del Villarreal continuó. Tanto que Gerard envió un cabezazo al palo y sólo dos minutos después era Anguissa el que enviaba fuera un balón que rozó el palo. En ese momento (minuto 25) el conjunto local ya llevaba seis remates por cero de los visitantes.

El Valencia ejecutaba su juego a cámara lenta. Tanto para sacar el balón como para intentar frenar al Villarreal. Sólo hubo alguna arrancada de potencia de Ferran Torres y algo de Rodrigo, que bajaba a la línea media en busca del balón. Nada más. Pero luego en el descanso el jugador sustituido fue el extremo de Foios. Justo el único que lo intentaba. Otra decisión de Celades con escaso fundamento. Cuando la primera parte llegaba a su fin, el Villarreal apretó en su juego y logró su deseo. Primero la tuvo con un remate de Albiol que sacó Cillessen de una forma acrobática y sólo un minuto después llegó la jugada del partido. Asenjo mandaba un balón en largo y Santi Cazorla mataba la pelota con un toque maestro. El asturiano veía a su derecha a Gerard, que golpeó de volea para marcarse un chut delicioso. El golpe definitivo al Valencia, que todavía pudo ampliarse instantes después con otro remate de Alcácer que rozó el palo.

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La segunda mitad fue un entrenamiento. El Villarreal, vista la facilidad y que su portería no peligraba, se dedicó a soltar músculos. Sus jugadores comenzaron a hacer ronditos, con algún caño y algún balón por encima de los futbolistas del Valencia, que llegaron a sonrojar. Sólo hubo dos jugadas peligrosas del Villarreal, una de Gerard con un remate de cabeza y otra al final que casi materializa Bacca, y otras tantas del Valencia, con un chut de Parejo que golpeó en Albiol y una última con un arreón de velocidad de Guedes. Pare usted de contar. Tan mal lo vio Celades que tuvo que sacar del campo de Parejo para dar entrada a Kondogbia. Sorprendió que el francés no estuviera en el once. Con la sustitución, el técnico probó con Carlos Soler de media punta y con Rodrigo en la banda derecha. De nada sirvió. Fue más efectista que efectivo. Y así pasaron los minutos, con el balón en poder del Villarreal y los valencianistas casi sin presionar, sólo en alguna ocasión individual, en un arranque de orgullo. Fueron pocos, la verdad. Y, al final, el esfuerzo de los blanquinegros fue alto porque ir detrás del balón sin conseguir tomarlo te desgasta tanto en las piernas como en la cabeza. O el Valencia se resetea pronto o se perderá en el abismo. Tiene muy mala pinta.

Villarreal

Asenjo, Mario Gaspar, Albiol, Pau Torres, Quintillà, Iborra (Bruno Soriano, m.65), Anguissa, Cazorla (Morlanes, m.89), Chukwueze (Ontiveros, m.89), Gerard Moreno (Moi Gómez, m.80) y Paco Alcácer (Bacca, m.89).

2

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0

Valencia CF

Cillessen, Florenzi, Gabriel Paulista, Hugo Guillamón, Gayà (Jaume Costa, m.41), Wass, Parejo (Kondogbia, m.65), Ferran Torres (Guedes, m.46), Carlos Soler (Kang In Lee, m.80), Rodrigo (Gameiro, m.80) y Maxi Gómez.

  • GOLES 1-0, m.14: Paco Alcácer, 2-0, m.44: Gerard Moreno

  • ÁRBITRO González González (colegio castellano-leonés). Amonestó por el Valencia a Hugo Guillamón y Jaume Costa.

  • INCIDENCIAS Partido disputado a puerta cerrada en La Cerámica y que comenzó con 28 grados de temperatura

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