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En junio de 2024, una sentencia dictaminó ocho meses de prisión para los aficionados del Valencia que propinaron insultos racistas a Vinicius en Mestalla en ... el partido que se había disputado el 21 de mayo de un año antes. LaLiga destacó en aquel momento que era la primera condena por este motivo en un estadio de fútbol en la máxima categoría del fútbol español. Un castigo contundente para los seguidores blanquinegros que no representaban al resto del estadio.
Este era, en teoría, el capítulo que zanjaba por completo el discurso que había arrancado en la previa de aquel partido de LaLiga al que el Real Madrid ya llegaba como campeón y que se prolongó durante semanas. El encuentro fue de alta intensidad debido a la rivalidad entre ambos equipos y al papel de víctima que tanto el futbolista madrileño como el club merengue había tomado desde que el 3 de febrero de 2023, Gabriel Paulista fuese expulsado del Bernabéu tras darle una patada al delantero.
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Aquella falta del zaguero blanquinegro generó un debate por proteger al futbolista y, a la vez, desató la polémica entre las aficiones de otros equipos que veían cómo, ante ciertas situaciones, Vinicius provocaba generando conflicto incluso con sus compañeros, algo que ocurría desde hacía tiempo, por lo que, seguidores de equipos de LaLiga no entendían esta protección.
«LaLiga no puede tener a un jugador que va a todos los campos y es insultado. Y son insultos muy graves. Tenemos que dar una solución. El problema lo tenemos, hay que dar una solución», dijo Javier Tebas al respecto en aquel entonces.
A partir de ese, los mensajes del Real Madrid iban en la misma dirección alternando y poniendo al mismo nivel aquello que eran lances del partido con los insultos racistas. A principios de mayo de 2023, ante la final de Copa, Florentino Pérez volvió a repetir que se debía proteger a Vinicius.
Con el ambiente más que caldeado, llegaba el Real Madrid a Mestalla el día 23 de aquel mes. En el minuto 72 de partido, el Valencia ganaba 0-1 y, en el lanzamiento de un saque de esquina a favor de los blancos, Vinicius se dirigió hacia la grada de Mestalla. Señaló a un aficionado al que había escuchado insultarle y se lo comentó a José Gayà, el mismo capitán blanquinegro se dirigió a los aficionados para pedirles que parasen. La Policía se llevó a los responsables mientras, por megafonía a petición del árbitro del encuentro, De Burgos Bengoetxea, se pedía un comportamiento ejemplar.
Minutos más tarde, con el pulso acelerado, y tras una sucesión de incidentes en los que estaban involucrados Yunus Musah, Mamardashvili o Hugo Duro, entre otros, Vinicius fue expulsado por primera vez en la historia de LaLiga.
Mestalla le gritaba (como más tarde se pudo comprobar) «bobo, bobo» y «tonto, tonto», el brasileño, antes de abandonar el campo por el túnel de vestuarios respondió con gestos de «A Segunda».
Tras el encuentro, Carlo Ancelotti, y pese a ver sido informado por parte de la prensa allí presente de lo sucedido, insistió en la versión de los suyos: «LaLiga tiene un problema, estos episodios de racismo tienen que parar el partido. Es un estadio que insulta a un jugador por racismo y el partido tiene que parar. Digo lo mismo si ganamos 3-0, no hay otra manera. Se lo he dicho al árbitro, él dice que el protocolo dice que tenemos que avisar antes y si siguen parar. Él no tiene que informar, ¿de qué? Han empezado a insultarle desde el primer minuto»,
Posteriormente, ante la evidencia de las imágenes y sonidos, no tuvo más remedio que matizar sus palabras: «»Pido disculpas, no fue todo el estadio, fue un grupo«. Demasiado tarde, habían pasado tres días desde los incidentes y, por aquel entonces, incluso Lula da Silva, presidente de Brasil, mostró su solidaridad con Vinicius incluso apagando el famoso Cristo Redentor de Río de Janeiro.
Posteriormente llegaron los castigos por parte de la RFEF a la grada de animación de Mestalla y el propio club tomaba medidas mientras se judicializaba aquella nefasta jornada de LaLiga.
En mitad de todo este revuelo, la plataforma Netflix anunciaba en junio de ese mismo año que iba grabar un documental de Vinicius Jr. Entre otros escenarios que tenían pensados inmortalizar estaba Mestalla, el club le prohibió la entrada. Era febrero de 2024. Cosas del destino, en octubre, justo después de la entrega del Balón de Oro que ganó Rodrigo, al Real Madrid le tocaba visitar el estadio blanquinegro. La productora brasileña encargada de grabar ni siquiera insistió en entrar a Mestalla ante la opción de que el galardonado fuese el ariete merengue.
Hoy, jueves 15 de mayo, se ha estrenado el documental. En él, aparecen videos de tik tok que se hicieron virales, y que muchos afirmaban que estaban con el audio manipulado, con cánticos racistas. 20 minutos hablando de lo ocurrido en Mestalla, bajo su perspectiva. «Los fans del Valencia le gritan cánticos racistas. Los fans del Valencia le están abucheando», dice la retransmisión de una cadena brasileña. El club blanquinegro estudia tomar acciones legales contra Netflix.
«Lloré mucho porque no estaba allí para darle un abrazo y consolarlo», comenta su hermana, mientras su madre explica que es consciente de que muchas veces le esconden este tipo de cánticos para que no sufra.
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