Los duelos Valencia- Madrid que abrieron el año

Por quinta vez en la historia del campeonato liguero, el partido entre el Valencia y el Real Madrid inaugura el nuevo año en Mestalla. Los cuatro anteriores presentan un balance favorable a los valencianistas, que salieron victoriosos en un par de ocasiones, mientras que en las otras dos confrontaciones se registraron un empate y un triunfo visitante. Curiosamente, la fecha del 3 de enero se repite como una constante entre los precedentes.

La primera vez que ambos equipos abrían un año se remonta a la temporada 70-71. Aquel encuentro era, al mismo tiempo, el primero de la segunda vuelta de una Liga que terminó en poder del Valencia. Bajo una temperatura gélida, con un ambiente de desbordante pasión en la grada, los de Mestalla se impusieron por la mínima gracias al, una vez más, providencial gol de Forment en el primer tiempo. Acabada la jornada, el Valencia se situaba líder gracias a su triunfo y al inesperado tropiezo del Barça en su feudo ante el Athletic. El equipo de Di Stéfano confirmaba su línea ascendente ante un rival que se descolgaba de la lucha por el título. El encuentro estuvo precedido por la polémica generada tras el rechazo de la entidad madridista al fichaje del portero Pesudo, alegando que padecía una lesión. Esta decisión enrareció un ambiente, ya de por sí cargado, ante la trascendencia del choque y la rivalidad existente. Por añadidura, la expedición del Real Madrid sufrió una odisea en su viaje por vía férrea como consecuencia de un fuerte temporal de nieve que afectó a las comunicaciones en gran parte de la península.

Quince años después, el 5 de enero de 1986, el Valencia, con Valdez en el banquillo, recibía al Real Madrid que era líder y buscaba conquistar el título después de cinco campañas consecutivas sin conseguirlo. Los valencianistas venían de puntuar en sendos desplazamientos consecutivos: triunfo en Cádiz y un empate a tres en Valladolid en el ecuador del campeonato. En ambos encuentros había sumado seis goles y había recibido cinco. Aquel equipo se exponía demasiado. La tarde de aquella víspera de reyes, los madridistas impusieron su ley con autoridad. El Valencia apenas pudo oponer argumentos, más allá de una insuficiente voluntad por competir. El resultado de 0-3 lo dice todo. En la primera mitad, Ochotorena, portero visitante, hubo de retirarse con fractura del tabique nasal, al recibir un cabezazo de Wilmar Cabrera a la salida de un córner.

El cambio de siglo nos deja sendos enfrentamientos consecutivos entre el Valencia y el Real Madrid que abrieron los años 2015 y 2016 en Mestalla. El primero de ellos acabó con triunfo local por 2-1. Una victoria celebrada y meritoria porque el conjunto dirigido por Nuno Espirito Santo hubo de remontar el gol de Cristiano Ronaldo como consecuencia de un lanzamiento de penalti señalado por Gil Manzano al cuarto de hora de la primera mitad. Dos defensas valencianistas fueron los artífices del triunfo con sus respectivos tantos. El lateral Barragán igualó la contienda con un sorprendente disparo nada más iniciarse el segundo tiempo. Poco después, el central Otamendi logró el gol del triunfo gracias a un impecable remate de cabeza en un saque de esquina. Aquella victoria cortaba una racha de 12 victorias consecutivas en Liga de los madridistas, a las que se sumaban otras 10 en otras competiciones como la Copa, la Champions y el Mundial de clubes.

La historia se repitió un año después. El Valencia recibió al Real Madrid el domingo 3 de enero de 2016, aunque las circunstancias no se parecían en nada a las del ejercicio anterior. Nuno había sido destituido, y el equipo de Mestalla vagaba renqueante por la Liga. En el banquillo se sentaba Gary Neville, uno de los más absurdos experimentos impuestos por Peter Lim desde Singapur. Antes de la disputa del encuentro, de lo que más se hablaba era del regreso de Rafa Benítez, que por primera vez se sentaba en uno de los banquillos del escenario de sus grandes éxitos tras su salida de Valencia en la primavera de 2004. Tampoco le iba demasiado bien al técnico madrileño al frente del club del Bernabéu. De hecho, aquella misma noche fue destituido tras empatar a dos.

El encuentro resultó movido, con alternativas constantes. Los visitantes se adelantaron por dos veces en el marcador, pero los locales replicaron con los goles de Parejo de penalti en el último minuto de la primera mitad, y el de Alcácer, a ocho minutos de la conclusión, que neutralizaron su ventaja.

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