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El valencianismo vive el momento más feliz desde el centenario que acabó con la Copa del Rey ante el Barcelona de Messi. Una frase positiva ... encierra su lado negativo, ya que han pasado cerca de seis años ya desde aquella histórica noche en La Cartuja de Sevilla. Pero todo tiene sus dos vertientes. Incluso el triunfo en el Santiago Bernabéu del pasado sábado, que es un enorme escaparate. La plantilla del conjunto de Mestalla ha pasado a otra dimensión, se ha revalorizado y eso es positivo para el club, y también para Meriton. Ya saben lo que esto último significa. Al final el Valencia no tiene de adorno el 'apellido' Club de Fútbol: el balón volverá a rodar a final de verano y, para minimizar los riesgos de que vuelva a suceder el tsunami que se llevó por delante a Rubén Baraja, Corona deberá apuntalar la columna vertebral del equipo, que se verá afectada en junio.
La espectacular reacción desde la llegada de Carlos Corberán al banquillo va a permitir, si no hay una tragedia final, evitar un descenso que ya se empezaba a temer como algo real en Navidad. Pero la primavera va a ser la antesala de otro verano donde habrá más tambores de venta que de reforzar la plantilla, como viene ocurriendo en las últimas temporadas. De forma paralela, una vez el balón deje de rodar, van a adquirir importancia los avances en el Nou Mestalla, que debe estar para verano de 2027, y la situación societaria de la entidad presidida desde hace poco más de un mes por Kiat Lim. Con el presidente, que vino un día a la ciudad y ni siquiera se ha dejado ver por el Bernabéu, la parcela deportiva sigue en manos de Corona.
El verano dirá si las gestiones son más ágiles con el hijo del máximo accionista como interlocutor. Lo cierto es que la plantilla va a necesitar de una profunda reflexión y reforma. Primero, porque ya se vio lo que sucedió en la era Baraja después de un arranque que guarda muchos paralelismos con el inicio de la etapa de Corberán. Y después porque algunos de los puntales del técnico de Cheste van a salir este verano y otros estarán pendientes de hacer o no las maletas en función de si Meriton recibe una buena oferta por ellos.
Pocos confían a estas alturas en que el Liverpool decida dejar otro año más cedido a Mamardashvili en el Valencia. El buen rendimiento y la mayor experiencia de Alisson Becker pueden general alguna esperanza, pero salvo sorpresa el georgiano finalizará su etapa como blanquinegro en junio. Su nivel durante una parte de la temporada, con lesión incluida, llevó incluso a abrir el debate de si cambiar de portero porque Mamardashvili estuviera ya pensando en la Premier. Quienes lanzaron esta teoría se han quedado sin argumentos en las últimas semanas, especialmente tras su exhibición en el Bernabéu, con 9 intervenciones para evitar goles, entre ellas el penalti detenido a Vinicius. La parte positiva de estas habladurías es que el Valencia tiene un portero, Dimitrievski, con experiencia y que genera confianza, ya que tiene sobrada experiencia en Primera y también es internacional. Con la salida de Jaume en junio, el planteamiento obligado será el de hacerse con un arquero que compita con el macedonio o tenga nivel en caso de necesidad.
Si lo de la portería es un reto para Corona, lo del '5' y lo del '9', más. El Valencia ha acertado en un mercado al que iba a tumba abierta en enero, tan criticado en otras ocasiones. Max Aarons es la cruz de un plazo de fichajes en el que se han traído a dos futbolistas fundamentales para la reacción del Valencia de Corberán. Está claro que, igual que el británico, tanto Barrenechea como Sadiq están cedidos. Si el defensor lo más probable es que acabe su periodo en Mestalla a final de temporada, con el argentino y con el africano el deseo de muchos es que siguiera.
La situación de ambos es distinta. La 'fácil', la de Umar Sadiq, 'sólo' depende de Meriton. El Valencia tiene una opción de compra de 9 millones de euros con la Real Sociedad y debería llegar a un acuerdo con el futbolista. La pregunta es si Peter Lim autorizará a invertir ese dinero en un delantero que ha conseguido goles importantes y que, además, le genera una competencia real a Hugo Duro que no ha puesto sobre la mesa Rafa Mir a causa de las lesiones y de su situación personal extradeportiva.
Sadiq va a tener mercado porque en Valencia ha recuperado parte de su mejor versión desde la grave lesión que sufrió nada más firmar por la Real. En 10 partidos disputados, 6 de ellos como titular y 2 completos, ha marcado 4 goles, 2 con la pierna derecha, 1 con la izquierda y otro de cabeza. Además, es habitual en la selección de Nigeria.
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El caso de Barrenechea es bien diferente porque el Valencia carece de cualquier opción de compra sobre el argentino. El Aston Vila lo ha enviado de 'erasmus' a la liga española y el joven jugador ha hecho los deberes y va a superar el examen con nota. Se ha destapado como un mediocentro defensivo para muchos años, pues aporta equilibrio a la medular del equipo, en este caso el blanquinegro. Desde su desembarco en Mestalla ha participado en 23 encuentros, 20 como titular y 3 completos. Se vacía en cada participación y con un alto porcentaje de duelos ganados (117 sobre 192). En defensa lleva, por ejemplo, 88 recuperaciones, 21 intercepciones y 39 despejes. El juego del equipo pasa por él, con 969 pases, 60 de ellos en largo, y ha sido capaz de marcar un gol. El 'Albelda' por el que se lleva mucho suspirando y que habrá que buscar este verano.
Diego López rompió su impresionante racha de cuatro partidos seguidos marcando. No hubo quinto. La buena noticia, que el Valencia no necesitó de los tantos del Guajín para asaltar el Bernabéu. Pero sí precisa del emergente futbolista asturiano Corberán para el presente y el futuro del equipo. Obviamente, al extremo le han salido 'novias' en la Premier y en la Serie A, y más sabiendo que su contrato acaba en junio de 2027.
Que parece muy lejos, pero está ahí al lado. Es más, en menos de un año, en enero de 2026, al Valencia ya le entrarán las prisas. Y 12 meses después habría hecho tarde, pues a 6 meses de expirar su vinculación puede negociar con cualquier club. «Valencia es mi casa», afirmó recientemente el futbolista. Sí, pero esto es deporte profesional y con su nivel va a haber ofertas.
Que luego está Meriton, cuya política deportiva ha sido eminentemente vendedora. Que se lo digan a Javi Guerra, otro de los jugadores que han sido pieza clave para la resurrección bajo la batuta de Corberán. El centrocampista de Gilet estuvo camino de Madrid para pasar revisión médica y fichar por el Atlético el verano pasado. ¿Quién dice que en unas semanas Peter Lim no decide hacer caja con alguna de las perlas de la cantera que, además, al no tener amortización generan más caja? Lo mismo ocurre con Mosquera. Vamos, la savia nueva de la columna vertebral.
¿Y qué decir de Corberán? Está claro que el Valencia tiene ahora mismo al de Cheste como piedra angular de su proyecto. También hay que recordar que hubo que indemnizar al West Bromwich Albion para que le dejase salir en Navidad. El club de Mestalla no permitiría que se marchase a cambio de nada, pero mucho dinero debería llegar a la caja de la entidad blanquinegra para que alguien considerase beneficioso que el entrenador tomase el camino de regreso a Inglaterra.
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