Roman Yaremchuk, durante el encuentro de ayer. EP

El efímero estreno de Yaremchuk como titular

El ucraniano, fichado por el Valencia sobre la bocina, es sustituido por Hugo Duro en el descanso tras pasar desapercibido

Lunes, 2 de octubre 2023, 00:06

Ese «refresco» que buscaba Rubén Baraja en Roman Yaremchuk no dio sus frutos. Empujado por el visible desgaste de un delantero de raza como Hugo Duro, el entrenador del Valencia entregó al ucraniano su primera titularidad. El imponente ariete, de 192 centímetros de estatura, llegó en el mercado estival sobre la bocina después de que se desmoronara la posibilidad de fichar a Rafa Mir. Cedido por el Brujas, tuvo ante el Betis la oportunidad que tanto esperaba. Se estrenó en el once inicial del conjunto blanquinegro, pero su noche se terminó con el paso por los vestuario. Apenas apareció en ataque y el técnico le sentó en el descanso. Las forzosas rotaciones no funcionaron en el Villamarín.

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Yaremchuk debutó con el Valencia el pasado miércoles, cuando disfrutó de los últimos 16 minutos del partido contra la Real Sociedad. Transmitió buenas sensaciones. Y ayer llegó su momento. El ucraniano, quien debe competir por el puesto con Hugo Duro después de las salidas de Edinson Cavani y Marcos André, partió como titular por primera vez.

Se colocó en punta de lanza, pero pasó desapercibido. Prácticamente no le llegaron balones en condiciones. El Valencia, atenazado durante los 90 minutos, careció de recursos para inquietar al Betis. Y en tales circunstancias, se limitó a aprovechar su envergadura para jugar de espaldas. Pero lo hizo en contadísimas ocasiones y sin la clarividencia necesaria. Sólo en una acción logró conectar con los centrocampistas con cierto peligro.

Yaremchuk no se sintió cómodo en ningún momento. Ni al asociarse ni al desmarcarse en busca de espacios. Ante esta situación, Baraja aprovechó el descanso para tratar de ganar presencia ofensiva con la entrada de Hugo Duro y Diego López. La tregua duró poco para el delantero getafense. Los cambios tampoco sirvieron para hacer daño. El ucraniano aguarda días mejores.

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