Empieza otra cuenta atrás para el Valencia. También tiene que ver con la ATE del nuevo y viejo Mestalla, pero esta vez no hay obreros que contratar para que supuestamente reinicien las obras ni arquitectos que diseñen planos para el polideportivo de Benicalap –que sigue ... poco menos que en el limbo– ni visitas de cortesía de Murthy a Ximo Puig para pedirle más oxígeno a cambio de nada. Se trata de un tema en el que van a tener que trabajar los abogados del club que, dicho sea de paso, no tienen tiempo para aburrirse en el último año. En concreto, el Valencia debe confeccionar ahora un escrito para presentarlo en la conselleria de Economía en el que se argumente, con una base algo más sólida que lo que aportó al Ayuntamiento semanas atrás, el porqué no ha podido hacer frente a los plazos que marca el plan estratégico y de ahí su necesidad de contar con la concesión de una prórroga hasta 2030.
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El 18 de mayo pasado, el Ayuntamiento de Valencia remitió a la conselleria de Economía un informe en el que se especificaba, según sus técnicos, cómo estaba la situación de la ATE y en el que se aportaba la argumentación que le había hecho el club para justificar el retraso e incumplimiento de las fases afectadas. Básicamente se recogía en dicho escrito que el Valencia defendía que el principal motivo para su incumplimiento había sido el fracaso de las negociaciones que mantuvo con ADU para vender la parcela del antiguo solar del Mestalla. «Se trata de una cuestión interna a la sociedad que no resulta aceptable», venía a sostener el Ayuntamiento. Así, además, lo manifestó en su dura comparecencia Sandra Gómez, responsable de urbanismo y que en todo momento ha llevado la voz cantante desde el Consistorio. Aseguran, por cierto, los mismos políticos involucrados que aunque Ribó se ha podido en algún momento manifestar ciertamente favorable a aceptar las tesis de Meriton, el alcalde ha terminado por delegar todo este asunto en la concejala socialista. Ribó y Morera, ambos de Compromís, han sido los que en diferentes momentos han coincidido en mostrarse más colaboracionistas con Meriton.
La primera vez que el Valencia aportó un escrito con el nuevo escenario –y su intención de conseguir la prórroga– fue el 16 de abril de este mismo año. La conselleria de Territorio manifestaba su posición contraria a la prórroga y al retraso con los mismos términos que lo había hecho anteriormente el Ayuntamiento. Entre un departamento y otro ha habido bastante coordinación.
Aunque la caducidad total de la ATE se fija para el 17 de agosto de 2025, en la resolución que emitió la conselleria de Economía desestimando también la concesión de esa prórroga que había pedido Anil Murthy de cinco años más, se abría un plazo de diez días hábiles para que el Valencia tuviera la oportunidad de defenderse. Además, el departamento de Rafa Climent (Compromís), explicaba que todavía albergaba una posibilidad el promotor de solicitar una prórroga siempre y cuando, eso sí, pudiera demostrar que es necesario por causas que «no le son imputables». El fracaso de la venta de la parcela no se contempla.
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El Valencia tenía un turno de audiencia de diez días hábiles y ayer mismo desde conselleria se admitía que dicho plazo finaliza el jueves 22 de este mes y que por ahora el club no se había pronunciado todavía al respecto.
«En el caso de que no se presentase ninguna alegación al acabar el citado plazo, se emitirá la correspondiente propuesta y la resolución en el mismo sentido», advertía Economía.
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