La empresa matriz de Peter Lim paga 381 millones de dólares por un hospital mientras restringe gastos en el Valencia

La nota de prensa de Thomson Medical sobre una adquisición parece dictada por Amadeo Salvo. El expresidente blanquinegro dijo que la venta del Valencia a Meriton fue «la mayor transacción del fútbol mundial». Gracias por todo, Amadeo (y Aurelio). Pues el comunicado de la empresa matriz de Peter Lim refleja términos similares, aunque lo reduce a una parte del planeta: «Kiat Lim, de Thomson Medical Group, lidera la adquisición de Vietnam FV Hospital en el mayor acuerdo de atención médica en el sudeste asiático desde 2020». El hijo del máximo accionista del Valencia, actualmente vicepresidente ejecutivo de la firma sanitaria, ha sido el impulsar de una compra que ha costado 381 millones de dólares. TMG se ha hecho con el 100% de Far East Medical Vietnam Limited, que cuenta con una amplia gama de establecimientos de salud en Vietnam, incluido un hospital, una red de atención primaria y clínicas especializadas. La compra se financiará a través de los recursos propios del grupo empresarial de Peter Lim y con apoyo financiero externo.

El propio Kiat Lim se ha hecho eco de la adquisición en sus redes sociales mostrando titulares de la prensa especializada. Todo un orgullo para el heredero tras su reciente nombramiento como ejecutor de los planes de presente y futuro de la empresa matriz del grupo de Peter Lim. Pero mientras se descorcha el champán a once mil kilómetros, otra de sus empresas sobrevive como puede bajo una estricta restricción económica. El Valencia, con Meriton como máximo accionista, tiene difícil hacer compras de futbolistas por la crítica situación financiera derivada de una dirección errática que le ha llevado a alejarse de los puestos europeos. Cada vez son menores los ingresos (sin competición continental, la TV cada vez abona menos al Valencia, sin un campo de 70.000 espectadores que generaría mayor beneficio por venta de abonos y localidades e, igualmente, con la venta del terciario) y todo apunta a que no mejorará próximamente. Es la pescadilla que se muerde la cola. Si no inviertes en hacer una buena plantilla es complicado huir de los puestos cercanos al descenso, como ocurrió la pasada temporada. Y poco a poco el Valencia se va desangrando sin atisbar una reacción desde el máximo accionista.

Porque cada vez Meriton parece más alejado del Valencia. Peter Lim hace años que no aparece por Mestalla, su hijo se dio un baño de masas en diciembre durante la junta general de accionistas y nada más se ha sabido de él. Prometió que estaría más al tanto del fluir diario del club y sólo se le ha visto con Cristiano Ronaldo y ahora presumiendo de la compra del hospital de Vietnam. Y la presidenta del Valencia, Layhoon Chan, lleva casi mes y medio alejada de la ciudad. Aseguran fuentes de la entidad que está al tanto de todo vía telemática pero todavía no ha vuelto. Se marchó dos días después de que acabase la Liga. No ha regresado para posar junto al primer fichaje, el exlevantinista Pepelu, pero sí se ha retratado en un acto de la fundación del máximo accionista, Peter Lim. La ejecutiva ha estado de viaje mientras en el club se han tomado decisiones importantes, la que más la renovación de Rubén Baraja para dirigir al equipo en la temporada 23-24. Tampoco ha estado mientras se diseñaba la totalidad de la pretemporada. Y Baraja tampoco ha sido llamado a Singapur para conocer al jefe, como le ocurrió a Javi Gracia y a José Bordalás. Gennaro Gattuso, en cambio, recomendado por Jorge Mendes, sí tuvo el privilegio de acudir hasta en dos ocasiones a casa de Peter Lim junto a Javier Solís, Miguel Ángel Corona y la presidenta de la entidad.

La prueba más clara del alejamiento de Meriton del Valencia ocurrió cuando el equipo se jugaba el descenso en Sevilla. Ni rastro de la familia Lim. Lo más sorprendente ya no fue la ausencia del dueño de Meriton sino de Kiat Lim, su hijo. No por nada en especial, sino porque el pasado diciembre se escenificó la entrada del heredero dentro del consejo de administración del Valencia, en el que fue su último viaje a la ciudad, y el propio Kiat dejó claro, en una entrevista a los medios oficiales del club, que la apuesta de su padre seguía siendo clara: «Para él, el movimiento se demuestra andando. Todos tenemos diferentes formas de comunicarnos y la suya es con la acción». Ni siquiera hubo un guiño en ninguna de las redes sociales de los miembros de la familia hacia el club del que tienen más del 90% de las acciones. Pero sí tuvo tiempo Kiat Lim de estar con Cristiano Ronaldo en esas mismas fechas para las becas de la fundación de su padre.