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«Enseñaba fotos de la gente en la mascletà y los chinos se extrañaban»

«Enseñaba fotos de la gente en la mascletà y los chinos se extrañaban»

Carlos Granero Entrenador del Chengdu|El técnico valenciano lleva desde el 1 de diciembre de pretemporada y recluido con su equipo porque la liga asiática no empieza por culpa del coronavirus

Lunes, 16 de marzo 2020

Nació en Chella hace 56 años, jugó en los ochenta en el Valencia y como técnico dirigió, entre otros muchos equipos, al Levante en 2001. Ahora, José Carlos Granero entrena al Chengdu Better City FC, equipo con el que ascendió a la segunda división china y en el que también están Javi Orero (preparador físico que pasó por el Levante), Dani Saez (fisio que estuvo en el Valencia) y Paco Ruiz (preparador de porteros), además del futbolista Dani Quintana, que salió del Mestalla.

–¿Dónde están ahora?

–Cuando estalló esta crisis, al equipo lo pudimos sacar de China. Estuvimos en febrero en Bangkog (Tahilandia) y ahora estamos concentrados en una ciudad deportiva de Kunming, al sur, en la provincia de Yunan. Llevo 25 años entrenando y es la pretemporada más larga de la historia. La empezamos el 1 de diciembre.

–¿Qué vida hacen ahí?

–Hemos ido viendo la evolución semana a semana. Llevamos quince días aquí. Para que se haga una idea, cuando llegamos de Tahilandia, no podíamos salir de este centro, estábamos aislados. Solo nosotros. Nos tomaban la temperatura antes de entrar al comedor, en el desayuno, a mediodía y en la cena. Siempre íbamos con la mascarilla y a todos los sitios donde íbamos había gel para las manos.

–¿Cómo de aislados?

–No podíamos mezclarnos con ningún equipo. Había dos más, pero esto es muy grande y nunca en el comedor coincidíamos. Y los campos están muy separados unos de otros. En el gimnasio, por ejemplo, cuando terminamos entran a desinfectarlo. Esto era al principio.

–¿Ha mejorado la situación?

–Pues le puedo adelantar que hoy mismo –por ayer– van a venir más equipos. Están levantando las restricciones. El domingo me llevé al cuerpo técnico a comer a un restaurante por primera vez desde que vino la crisis.

–¿Están abiertos los comercios?

–Ahora sí, restaurantes, locales, los grandes almacenes... Esto funciona casi en la normalidad. Ya ha empezado a jugarse aquí la liga local. Hemos ido notando una vuelta a la normalidad pero muy poco a poco.

–¿Cuánto tiempo lleva la liga parada en China?

–Tenía que haber empezado el fin de semana del 29 de febrero. Se aplazó por el coronavirus y todavía no hay fecha concreta para el comienzo. Se supone que empezará el último fin de semana de abril o principios de mayo. Algunos equipos no han podido entrenar, otros han estado en España, como el de Benítez... Algunos equipos no podían juntarse para entrenar porque estaba prohibido. Eso de que se suspende la liga y se puede seguir entrenando... aquí no. De raíz se cortó.

–Desde que surgió todo hasta ahora, ¿qué tiempo transcurrió?

–Esto aparece en diciembre pero la crisis de verdad estalla la última semana en enero, en la semana del año nuevo chino, cuando van a empezar justo las vacaciones de los chinos. El Gobierno toma la decisión de cerrar Jubei, la región donde está Wuhan, que es donde sale todo. La cerró completamente e impuso toda la cuarentena y todas las restricciones de golpe. A mí me pilla yendo a Casinos, a casa, porque era una semana de vacaciones.

–¿Qué hicieron?

–Justo lo contrario que se ha hecho en España. La gente no podía ni ir a trabajar. Todo se cerró. Pero desde el primer momento, no de una forma progresiva ni aconsejando. Yo fui directo de Valencia a Bangkok. Han estado un mes donde se siguió estrictamente lo que ahora se hace en España. Desde el 24 de enero hasta ahora mismo.

–¿Son los chinos más disciplinados en este tipo de cuestiones?

–Todo parte de una posición de educación y forma de vivir. Si al chino le dices, 'no sales de casa', él no sale. Sólo puede salir una persona de la familia cada dos días a comprar y eso lo admiten. Debajo de cada edificio, en los residenciales, en la calle, había comisarios y policía controlando. Lo admitieron y están saliendo ahora después de ese esfuerzo y sacrificio. Han sido muy, muy disciplinados.

–En España...

–A los españoles nos cuesta tomarnos estas cosas en serio, nos reímos de todo. Se hace humor y decimos eso de que parece que a mí no me va a afectar nunca... La responsabilidad individual y colectiva de los chinos es superior a la española. Si a eso le sumas las decisiones de los políticos, entonces es un cóctel explosivo.

–¿Tuvieron desde el primer día la información correcta por parte de las autoridades chinas?

–Aquí, a pesar del régimen que es, se tenía información diaria de lo que estaba aconteciendo. Yo tengo un equipo con jugadores de diferentes regiones de China y tienen familiares y amigos. Aquí funcionan las redes sociales. Le voy a contar una anécdota, tengo un jugador de Wuhan que está cerrado allí y no le dejan salir. Nos cuenta todo lo que está pasando. Somos conscientes de todo, de la misma forma que estoy leyendo lo que pasa en España.

–¿Y qué puede decir sobre eso?

–Yo les anticipo a mis amigos y familiares lo que va a ocurrirles. La principal diferencia que veo fue la decisión tajante del gobierno chino. En España no veo que nadie asuma responsabilidades y todo son excusas. Aquí se exigieron responsabilidades políticas: se han cargado al alcalde y a representantes del Gobierno en Wuhan.

–¿Piensa que los españoles empezamos a tener ahora la percepción correcta?

–Primero creo que nunca hasta hace pocos días hubo la percepción de lo que era el coronavirus. No se trasladó la suficiente información a la gente y las autoridades no estaban preparadas para lo que es realmente. El coronavirus ha ido por delante de las decisiones que han ido tomando los políticos en España. En esta carrera hemos ido por detrás. O vas al ataque o con él no puedes. La impresión que tengo es que ya se les ha escapado.

–¿Por qué piensa eso?

–Porque no le dieron la importancia que realmente tenía. Y, segundo, se está perdiendo un tiempo precioso en la toma de decisiones. Esto se va a disparar. En Madrid, por ejemplo, debían tomar decisiones más drásticas todavía. Eso lo veo con la perspectiva del tiempo y viendo lo que ha ocurrido aquí. No hubo dudas en China. Nada de inseguridades ni a mediastintas.

–Llevamos dos días y hay miedo a la desesperación. ¿Es duro?

–Para el español, por el clima y nuestra forma de vivir, que de repente te digan que no puedes salir de casa es un cambio brutal. Y más yendo hacia las fallas. Eso produce incredulidad. Lo de dejar ir a una mascletà... desde aquí no lo entendíamos. Por eso creo que la gente tiene que empezar a asumirlo desde la responsabilidad individual, o se toma en serio o no se va a atajar. Entiendo que todavía se van a tomar decisiones más drásticas. Hay que pedir a la gente paciencia, seguir las recomendaciones pero sobre todo las sanitarias, mucho más que las de los políticos, que siempre atienden a otro tipo de intereses.

–¿Cree que estamos suficientemente preparados?

–Aquí han salido imágenes y escenas que dices: 'madre mía', pero no sé si estamos preparados los españoles. Y eso que la sanidad española es de las mejores del mundo y sobre todo la valenciana es espectacular, pero se pueden quedar desbordados los hospitales. El contagio es muy rápido y hay que dotarle de todos los medios a los profesionales de sanidad para que desarrollen su trabajo porque son ellos los que nos tienen que salvar.

–Aquí la discusión hasta hace cuatro días era de si el Valencia-Atalanta se tenía que jugar a puerta cerrada.

–Ese debate ya está definitivamente cerrado. El tiempo ha demostrado que lo mejor hubiera sido que no se hubiera jugado. Entiendo que las decisiones de los gobernantes son impopulares, porque los entrenadores también tomamos decisiones que cuestan, pero son necesarias. Voy a aplaudir desde aquí cualquier decisión que tomen los políticos porque entiendo que es una decisión muy grave. A la larga beneficiará al conjunto de la ciudadanía. Este es el momento y no se puede vacilar.

–Entendieron pues que se suspendieran las Fallas...

–Por supuesto. Es más, les enseñaba fotos de la mascletà a los técnicos y directivos chinos y se extrañaban, ¿cómo se puede permitir esto en España si estaba empezando el coronavirus?

–Les pilló fuera pero ¿han tenido algún caso cercano afectado?

–No, afortunadamente. Sólo la situación del jugador de Wuhan. Algún fichaje que hicimos con posterioridad tuvo que pasar la cuarentena porque venía de otra región. Hemos estado también muy bien asesorados por el consulado de España en Pekín. Nos han enviado información continuamente pero los chinos lo han manejado muy bien.

–¿Se pueden tomar esos casi dos meses como referencia?

–Ahora el Gobierno sigue tomando decisiones. Todo lo que llega de España o Europa lo meten en cuarentena y lo han podido controlar. La gente aquí es muy solidaria. En España cuesta entender que es un problema que nos compete a todos. Las decisiones de los que nos gobiernan no están siendo rápidas ni contundentes. No hay que ir a la defensiva. Por eso quizás no tardéis dos meses sino un poco más. Tampoco España es China, en mi ciudad viven 15 millones de habitantes y todo se magnifica.

–¿Han podido jugar algún partido amistoso en esta pretemporada tan larga?

–Hasta hace una semana estaban prohibido los amistosos, ahora ya se permiten. Si han jugado partidos de la liga local, aunque sin gente, es porque ya podremos jugar. No nos ha hecho tanto daño porque no habíamos empezado.

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