El estallido de felicidad en Mestalla

El Valencia rozó en 1995 el título que mereció aquella generación previa a la de los éxitos, primero con Ranieri y luego con Benítez. El sueño de un gran éxito, que se ahogó en la final del agua en Madrid, se fraguó con la heroica eliminatoria de octavos contra el Real Madrid, donde el conjunto blanquinegro fue capaz de ganar los dos partidos. Después de la victoria en el Santiago Bernabeu (1-2), los de Parreira se llevaron otro 2-1 en el partido de vuelta en Mestalla, con lo que consiguieron eliminar al cuadro merengue. El conjunto valencianista se presentó ante el Madrid con timidez , algo conservador. Al percibir este panorama, los madridistas confiaron en que iba a ser un partido más llevadero que el anterior y creyeron en la remontada. El técnico local colocó una línea de cinco en una medular formada por Fernando, Mazinho, Roberto, Mijatovic y Álvaro apoyando a Salenko que se encontraba solo ante la portería contraria.

El equipo blanco salió con ímpetu e hizo acto de presencia según la situación que se estaba viviendo. Esto se vio reflejado en la primera tarjeta amarilla que se le impuso a Zamorano en el minuto uno del encuentro y en el gol que marcaron antes del primer cuarto de hora. A medida que transcurría el partido, el equipo de Valdano (entonces entrenador del equipo madrileño) iba perdiendo fuerza y cayó en las garras de su contrincante, el Valencia. El gol del madridista Laudrup que pasó por encima de Zubizarreta, pareció meter miedo a los valencianos, pero nada más lejos de la realidad.

Los cambios de Luis Enrique y Amavisca de una banda a otra no sirvieron para frenar a los blanquinegros. La defensa del Valencia se vino arriba y ayudó a que los ataques del Real Madrid fuesen insignificantes, haciendo que el equipo de la capital perdiese su fuerza. Una imagen que descuadró a la afición madridista después de ver los buenos resultados que estaba logrando en la Liga esa misma temporada. A pesar de acercarse a Zubizarreta de nuevo, el Madrid falló. Se acercaba el final, con más tensión que nunca viendo el transcurso del partido con el conjunto del Turia más fuerte, pero a un solo tanto de quedar eliminado. Finalmente en el minuto 86, Mijatovic marcó un tanto en un contraataque que culminó la clasificación valencianista. Los del Real Madrid fallaron al intentar marcar un gol que les permitiese forzar la prórroga pero no lo lograron. En el tiempo añadido, el valenciano Fernando Gómez marcó un gol con asistencia de Carlos Arroyo, que definió aún más si cabe el pase a cuartos. Mestalla se convirtió en una fiesta con el pitido final del colegiado. Acababan de pasar a cuartos venciendo a un Real Madrid fuerte en Liga. Los blanquinegros superarína a Mallorca y Albacete para citarse en la final de Copa en la que el título se les escapó contra el Deportivo (2-1). Una de las imágenes de la gesta contra el Real Madrid fue la de Giner celebrando la victoria: es junto a Fernando el icono de una generación que lo dio todo sobre el césped por el club y que mereció aquella Copa.