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PACO LLORET
Sábado, 8 de diciembre 2018, 00:39
El fichaje de Rep por el Valencia en el verano de 1975 levantó grandes expectativas. Se trataba de un refuerzo de lujo. Una estrella conocida y contrastada. El holandés entraba en la historia al ser el primer valencianista que había disputado una final de la Copa del Mundo. También se convertía en el primer jugador que recalaba en Mestalla con el mérito de haber ganado una Copa de Europa y, al mismo tiempo, haber marcado en una final. Aquel no fue un gol cualquiera, se trataba del tanto del triunfo en la edición de 1973, el único de la final ganada por el Ajax ante la Juventus en Atenas. El tercer título consecutivo del conjunto de Ámsterdam, que desplegaba un fútbol irresistible.
La ilusión por contar con un futbolista de semejante nivel no tardó en verse defraudada. Rep era una sombra de aquel extremo desequilibrante que irrumpía por la banda derecha y que asombraba por su enorme calidad. Al principio se habló de falta de adaptación, pero la paciencia se agotó después de varias semanas. Algo extraño sucedía. El holandés actuaba con una dejadez preocupante. El inicio de la temporada 75-76 resultó tormentoso y a la tercera jornada se procedió al relevo en el banquillo. Mestre reemplazó a Milosevic. El revulsivo surtió efecto pero Rep seguía ofreciendo un rendimiento bajo mínimos: no logró ningún gol en siete partidos y su juego era de lo más vulgar. Se quedó sin jugar dos partidos que coincidieron con sendos triunfos. Cuando volvió a las formaciones seguía sin aportar nada destacado. La situación tocó fondo cuando el Valencia visitó al Sevilla en la séptima jornada. Rep fue expulsado antes del descanso. La gota que colmaba el vaso de la paciencia. Los valencianistas perdieron por 3-1 pese a que los sevillistas actuaban también con un hombre menos por expulsión a Biri-Biri, que vio la roja antes que el holandés.
Y entonces se obró el prodigio y la metamorfosis. Tras cumplir un partido de suspensión, Rep reapareció y ofreció, sobre todo la segunda parte, un partido acorde a su categoría, para asombro de un enfervorecido público. Sucedió el 6 de diciembre de 1975 y el Valencia se impuso a la UD Salamanca gracias a un solitario gol de Planelles. El resultado se quedó corto para los merecimientos contraídos. La mejor noticia fue la resurrección del ex -futbolista del Ajax. Esa recuperación quedó confirmada la semana siguiente, cuando logró sus dos primeros goles. El estreno goleador tuvo lugar en San Mamés en un choque trepidante que acabó con triunfo bilbaíno por 5-4. En la siguiente jornada, Rep repitió el doblete en Mestalla. Ambos goles llegaron en un primer tiempo memorable ante el Barça. La presencia de Cruyff y Neeskens, sus anteriores compañeros de club y de selección, estimuló a Nicolaas Johaannes Rep, su nombre completo, al que cariñosamente se bautizó como Johny, que esa tarde bordó el fútbol ante una grada enloquecida que le perdonó de inmediato la indolencia de sus primeros meses. Rep acabó el ejercicio distinguido como máximo goleador del equipo al sumar 14 goles.
Cuando el Sevilla visitó Mestalla en la segunda vuelta del campeonato, el único partido televisado de aquella jornada, Rep firmó su único triplete goleador como valencianista. De los tres tantos, dos fueron gracias al lanzamiento de sendos penaltis, que 'Súper-Paco' el afamado guardameta del once hispalense, no pudo parar. Sin embargo, el gran protagonista de aquel encuentro fue Salif Keita, el jugador de Malí, cuya actuación destacó de forma poderosa y al que solo le faltó la rúbrica de algún tanto. Rep fue el gran beneficiado del juego del africano que desarmó con su recital a la defensa rival. En la siguiente campaña, la 76-77, Keita ya había abandonado la disciplina del Valencia en la que siguió el holandés por segunda y última temporada, formando parte de la legendaria vanguardia junto a Diarte y Kempes.
Precisamente, uno de los mejores encuentros y más recordados de aquel ejercicio, tuvo lugar ante el Sevilla, cuando el Valencia venció de forma inapelable por 4-0 con un doblete de Rep y otro de Mario Alberto Kempes. La tarde del 1 de mayo de 1977 dejó el sabor de un partido redondo no solo por el número de goles, sino por su belleza. Los pañuelos poblaron el graderío y celebraron el triunfo que acercaba al Valencia a Europa. Rep, que sostuvo un duelo feroz con el lateral visitante Sanjosé, jugó ante los sevillistas su último gran partido y marcó, al mismo tiempo, sus últimos goles como valencianista. Ese día compartió el protagonismo con Kempes, que dejó para la eternidad una de sus imágenes más icónicas, tras anotar el primero de sus dos goles y, dirigirse con los brazos abiertos, hacia la grada del 'Gol Xicotet' para celebrarlo.
Al acabar la temporada Kempes conquistó el Pichichi y Rep causó baja. Un año después, ambos se enfrentaron la final del Mundial de Argentina 78. De esa manera, el Valencia se convirtió en el primer club del fútbol español que había tenido en sus filas dos jugadores que habían participado en el partido que decide el campeón del mundo con las dos selecciones finalistas.
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