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Fernando Roig posa J. Bermejo
Fernando Roig: «Soy el gestor del club pero los propietarios son los aficionados, el fútbol es sentimiento»

Fernando Roig: «Soy el gestor del club pero los propietarios son los aficionados, el fútbol es sentimiento»

El gestor no esconde su deseo sobre el club del que fue accionista: «Me gustaría que el Valencia estuviera en manos de valencianos»

Domingo, 16 de agosto 2020

Fernando Roig Alfonso (Valencia, 1947) no puede esconder la satisfacción tras la doble firma que ha conseguido esta semana para el Villarreal. No todos los días se ficha al centro del campo titular del vigente campeón de Copa por 6,5 millones fijos. El empresario reconoce que le gustaría que el Valencia estuviera en manos de un accionariado mayoritario valenciano y que la gran oportunidad fue haber realizado una ampliación de capital en la fiebre por la compra de acciones que desataron su hermano Paco Roig y Juan Soler.

–¿Conseguir a dos jugadores del nivel de Coquelin y Parejo por menos de 10 millones es de las mejores operaciones que ha cerrado como presidente?

–Ha sido una buena operación. El consejero delegado ha hecho un gran trabajo y también hay que tener en cuenta que asumimos unos salarios altos de esos jugadores. La iniciativa la tomó el Valencia, de no querer continuar con ellos, y nosotros vimos la posibilidad de poder hacer la operación. Se trabajó un tiempo y al final llegamos a un buen acuerdo. Estoy contento y satisfecho de la operación.

–¿Cuando el club vendedor es el que da el primer paso se pone el comprador en ese momento en una mejor posición en la mesa de negociación?

–Sí, pero repito que hay que ver toda la operación en contexto. Es una operación en global importante. El Valencia tomó la decisión de prescindir de los dos jugadores y buscarles equipo y se presentó la oportunidad. Los jugadores están contentos, nosotros también y me imagino que el Valencia también.

–¿Considera que ha sido una operación marcada en el contexto económico de la pandemia o de las urgencias financieras del Valencia?

–No conozco la situación del Valencia. Vivo el día a día del Villarreal y conozco su situación económica, queremos tener los pies en el suelo y gastar lo mismo que ingresamos. Los ingresos este año van a bajar por el tema de los abonos y habrá que sustituirlo con otros recursos. Lo que tenemos que buscar es el equilibrio económico donde no tengas la necesidad de vender. Lo mejor siempre es que te vengan a comprar pero que no tengas la obligación de vender.

–¿Está el fútbol español preparado para el peor escenario de la próxima temporada entera sin público?

–Ese escenario sería muy malo para el fútbol español porque también lo es que la gente pierda el hábito de ir a los estadios. Todo es malísimo. Debemos recuperar la normalidad lo antes posible pero lo primero es la salud. A través de la vacuna o de lo que tenga que llegar, que sea pronto porque sin público medio año aún podemos aguantar en el fútbol pero más allá de eso sería muy malo. Estamos viendo que el fútbol sin público no es lo mismo, en los partidos de Champions que hay remontadas que con público serían la bomba y quedan desangeladas. Sin la afición no puede haber fútbol porque la vida del fútbol es a través de la afición.

–¿Recuerda el año en el que entró a presidir el Villarreal?

–Sí, en 1997. Tenía 50 años.

–En la época anterior vinieron como cedidos Albelda, Palop o Angulo del Valencia y 23 años después fichan al centro del campo titular del campeón de Copa. ¿Considera que les han adelantado por estabilidad del proyecto?

–Nosotros no nos fijamos en estar por encima del Valencia sino estar entre los mejores equipos de España. No sé que lugar ocupamos en Europa pero nuestro ranking es estar entre los mejores. En la Comunitat me gustaría que fuéramos muchos más clubes en Primera porque es bueno para todos. El primero de la Comunitat no te da premio si estamos todos abajo, lo que te da premio es ser el cuarto o quinto de la Liga. Tengo mucho respecto por el Valencia y no compito con ellos sino con los 19 equipos de Primera que no son el Villarreal y con todos los de Europa.

–¿Como empresario valenciano no le apena que el Valencia sea el único club en manos de capital extranjero?

–Esa opinión es complicada darla. Nosotros (habla también de su hermano Juan Roig con el Valencia Basket) lo que intentamos es trabajar para ayudar al desarrollo de la Comunitat. Me gustaría que el Valencia estuviera en manos de valencianos. En el Levante lo poco que pude hacer, dando mi opinión, fue para que se mantuviera aquí. Dar consejos sin dinero es fácil, lo difícil es ponerlos. Que se animen los que sientan y que lo demuestren.

–Vamos, que es el momento de poner dinero en la mesa si se quiere recuperar esa mayoría accionarial en clave valenciana.

–No conozco en profundidad el estado de las cuentas pero cuando hay una deuda importante es muy complicado que una persona sea capaz de hacerlo. Siempre digo que yo me considero el gestor del club, del Villarreal, pero no el propietario, los propietarios son los aficionados, abonados o no, que se consideran que son groguets, el fútbol es sentimiento. Esos realmente son los propietarios.

–¿Cree que Peter Lim piensa lo mismo?

–Yo pienso lo que yo pienso y es que soy el gestor de un club, donde tengo la mayoría de acciones, pero no el propietario. De Pamesa sí que soy el gestor y el propietario pero del Villarreal soy gestor y la propiedad es de los miles de aficionados del club. El fútbol es sentimiento y hay que vivirlo así, gestionándolo bien. Nosotros hemos tenido años de no buena gestión que nos llevó a descender a Segunda. Eso se paga pero el conjunto de los 23 años que llevamos hemos hecho una muy buena gestión. Los dueños son los que tienen el sentimiento groguet.

–En su momento, tanto usted como su hermano Juan Roig decidieron vender sus acciones del Valencia a su precio nominal. ¿Si hubieran sabido lo que iba a ocurrir después lo hubieran hecho?

–La decisión la tomamos para, con nuestras acciones, democratizar algo más el accionariado. Pusimos varias condiciones, que más de nueve acciones no se podían vender a la misma persona, que tenían que ser socios del Valencia, que no fueran accionistas en ese momento y que durante cinco años no se podían traspasar. Las vendimos a su valor nominal cuando ya se estaban haciendo operaciones de 1.000 euros por cada acción.

–Algunas de ellas por parte de su otro hermano, Paco Roig. ¿Entendió aquella guerra con Juan Soler de compra de acciones por esos precios?

–Al final me estoy metiendo en un terreno que no quería meterme. La realidad es que todo el mundo compró y vendió acciones en ese momento pero al Valencia no le llegó ningún dinero. Todo fueron transacciones privadas entre accionistas. Lo que se tendría que haber hecho es una gran ampliación de capital donde el dinero hubiera llegado directamente a la caja del Valencia. Esa hubiera sido la solución real, lo que se consiguió con aquello es que mucha gente ganó dinero y otros arruinarse con las acciones del Valencia.

–Siempre que hay un descontento accionarial en Valencia hay una corriente que le pide a su hermano Juan Roig que compre el club.

–Juan Roig es hermano mío, amigo mío y accionista del Villarreal (responde con una amplia sonrisa debajo de la mascarilla). Es algo totalmente descartado.

–En el Valencia Basket han tenido un camino juntos. Su sueño siempre fue ganar la Copa de Europa. La actual Euroliga. ¿Cree que será posible?

–Sí, creo que las cosas se están haciendo muy bien. Cuando empezamos nos costaba llenar el pabellón de Mislata y ahora está todo totalmente lleno y es un gran trabajo que lleva ya 34 años. Para esta temporada creo que se ha hecho un gran equipo y Paco Raga ha hecho un trabajo importante. El club está preparado y el futuro que viene es muy bueno, con unas instalaciones impresionantes. Ninguna ciudad de España va a tener L'Alqueria y el Arena. Todo eso hay que agradecérselo a Juan Roig. El promotor siempre fue él aunque yo fui presidente en una época donde ganamos una Copa con Miki Vukovic. Se volverá a ganar otra.

–¿El día que se ganó la ACB fue el más feliz?

–Para nosotros fue un día impresionante, ganar una Liga ganando al Baskonia, al Barça y en cuatro partidos al Real Madrid en la final. Se volverá a repetir.

–Se está construyendo un Arena de 220 millones, con inversión privada, pero el debate se ha centrado en el nombre de Casal España. ¿Lo entiende?

–No lo entiendo. Desde los políticos, lo dejo muy claro, no entiendo la polémica. Lo único que se ha querido poner es Casal, que es una palabra muy valenciana, España, porque la Comunitat es España, y el Arena es el recinto. ¿Qué es lo importante? Antes hablábamos que ojalá hubiera alguien para el Valencia, tenemos a un empresario que pone un montón de pasta y que ha movido todo para conseguirlo y nos centramos en el nombre. Llevamos tres o cuatro años de permisos. Al final van a costar más los permisos que construir el Arena. El recinto va a ser impresionante y el nombre es una decisión de él. Hay que respetarla. No nos perdamos con el nombre y sí con la gran obra.

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