De fichaje más caro a prescindible

Gonçalo Guedes pasó desapercibido en la primera parte y fue un espectador en la segunda. Una aportación muy alejada de la esperada para el fichaje más caro de la historia del Valencia. El extremo luso, envuelto siempre por los 40 millones de euros que apostó Peter Lim para su contratación, continúa a medio gas. Tras una potente arrancada, la que protagonizó durante la temporada de su debut como blanquinegro, ha ido perdiendo fuelle. Demasiado. Los problemas físicos y la irregularidad le han privado de la condición de intocable a ojos con todos los entrenadores con los que ha coincidido en Mestalla.

Este curso, habiendo una plantilla mutilada y hambrienta de referentes, el máximo accionista del club le encargó la misión de dar un paso adelante y marcar la diferencia. De momento, los movimientos de Javi Gracia hablan por sí solos. El técnico blanquinegro ha sentado al portugués a las primeras de cambio en las dos jornadas disputadas. Su rendimiento continúa muy por debajo de las expectativas.

Anoche, Guedes enseñó su velocidad y su verticalidad. Pero sin consecuencias. Sus incursiones murieron lejos del área del Celta y no supo conectar con sus compañeros de ataque. Le faltó lucidez. Al igual que a Kang In Lee, otro de los futbolistas capitales dentro del nuevo y austero proyecto de Lim.

El pasado fin de semana, en el derbi, Javi Gracia sentó a Guedes, Kang In y Esquerdo en el minuto 71 para tratar de doblegar al Levante. Fueron las primeras maniobras del técnico navarro durante el partido, ya que la temprana sustitución de Mangala se debió a una lesión. Los cambios de piezas surtieron efecto en el juego y el resultado, mientras que anoche se quedaron en un espejismo.

En Balaídos, Javi Gracia no quiso esperar tanto y aprovechó el descanso para dejar en el banquillo a Guedes y Kang In. En su lugar entraron Jason y Manu Vallejo. Cuando en el minuto 46 marcó Maxi Gómez el gol del empate, el Valencia se imaginó una nueva remontada. Sin embargo, la mejoría experimentada resultó insuficiente para puntuar.

El Valencia espera la explosión de Kang In y Guedes. Sobre todo de este último, ya que el surcoreano tiene 19 años y está asentándose en la élite. Sin embargo, el extremo portugués aterrizó en Mestalla en 2017, cedido por el PSG, y un año después se convirtió en propiedad del club blanquinegro a cambio de 40 millones. Una inversión que, por ahora, no ha sido rentabilizada. El futbolista ha ofrecido actuaciones intermitentes. Sin despegar. Sin dar continuidad a la ilusión que despertó durante su primera temporada en el equipo. Además, su papel se ha visto mermado por la lesiones. La temporada pasada, en la que apenas disputó 1.266 minutos y marcó dos goles en Liga, permaneció más de cien días al margen por unos problemas en el tobillo derecho.

Ayer, la salida de Guedes implicó el debut de Jason Remeseiro con el Valencia en competición oficial. El extremo gallego, quien el pasado verano fue fichado por el club blanquinegro y cedido al Getafe sin tiempo para que se estrenara, trató de aprovechar el segundo acto contra el Celta para reivindicarse. Otro de los protagonistas del encuentro fue Jeison Murillo. El central colombiano estuvo a principio de semana cerca del Valencia, pero la negativa de Lim a su fichaje propició su marcha al Celta. Ayer, con sólo un entrenamiento realizado, fue titular con el conjunto celeste.