Fichaje y partidazo

Cabe recordar que el Valencia, que ha admitido en múltiples ocasiones que tiene autorizado por parte de Peter Lim el fichaje de un lateral derecho para sustituir al lesionado Thierry Rendall, ha seguido trabajando en más apartados y tiene encarrilada, al cierre de esta edición, la llegada de Umar Sadiq. El ariete jugaría a préstamo, con la condición de que supere un exhaustivo reconocimiento médico por su amplio historial de lesiones de rodilla.

También se habían interesado el Getafe y el Sevilla, pero el jugador ha elegido Valencia para relanzar su carrera, que prometía mucho cuando los txuriurdin pagaron 20 millones al Almería por sus servicios. De aquel jugador que brilló en Segunda División queda poco. Era antiestético, lo que le hacía muy difícil de defender, y a la vez, muy efectivo de cara a portería. 18 goles y 12 asistencias impulsaron al equipo indálico al ascenso, con un Sadiq en modo estrella que atrajo el interés de muchos clubes, al ser un jugador muy difícil de defender tanto al espacio como en el área.

El propio Valencia se interesó en 2022, pero claro, cuando escuchó que había que pagar tanto dinero, se retiró de la puja. Ahora, dos años y medio después, tras una rotura de ligamento cruzado anterior, sigue siendo un delantero con un estilo de carrera y choque muy antiestético, pero lo que antes era efectivo ahora es desesperante. El Sadiq post-lesión apenas lleva tres goles y dos asistencias en 47 partidos. Los números hablan por sí solos. Pero la dirección deportiva blanquinegra, con el escaso margen de maniobra que tiene, entiende que es una apuesta que vale la pena probar, porque si recupera el nivel del Almería, es un jugador diferencial que puede ayudar a salvar al equipo.

Y es que hay un dicho muy popular en el mundo del fútbol que dice que un entrenador nuevo es igual a victoria segura. Bueno, segura, segura, no del todo, pero sí es cierto que, sorprendentemente, tiene un alto porcentaje de efectividad. Pero es cuestión de lógica. Imagínense ustedes ser futbolista, y echan al entrenador anterior. Llega uno nuevo. ¿Qué van a hacer? Pues intentar convencerle de que tienen que seguir siendo titulares o de que merecen más minutos corriendo más, siendo más intenso en los entrenamientos y demostrando un mayor compromiso. Hacerle la pelota al nuevo, vaya. Y claro, funciona. Todos quieren lucirse y convencer.

Que se lo digan a Las Palmas, por ejemplo, que cambio a Luis Carrión por Diego Martínez, y pasó de empatar tres y perder seis a ganar seis, empatar uno y perder dos. De sumar 3 puntos a embolsarse 19, con un simple cambio de técnico, porque la plantilla es la misma. Eso mismo busca el Valencia con el estreno de Carlos Corberán. El técnico de Cheste toma las riendas del navío blanquinegra en el contexto más difícil posible: contra el Real Madrid, con varias bajas importantes por lesión —Gayà, Mamardashvili, Mir, Fran, Thierry y Diakhaby— y la ausencia de Pepelu por sanción.

Valencia CF: Dimitrievski, Foulquier, Mosquera, Yarek, Rioja, Barrenechea, Guerra, Almeida, Canós, Diego López y Hugo Duro.

Real Madrid: Courtois, Lucas Vázquez, Tchouaméni, Rüdiger, Mendy, Camavinga, Valverde, Bellingham, Vinícius, Rodrygo y Mbappé.