Sin fichajes, nieve a manta y con miedo

Juan Carlos Valldecabres

Valencia

Domingo, 10 de enero 2021, 00:17 | Actualizado 00:56h.

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No le den más vueltas. El Valencia tirita por todos los frentes inimaginables. Dos de ellos son inminentes y algo más tangibles. Sin fichajes todavía que parcheen una plantilla descompensada y con la amenaza de meterse en posiciones de descenso por primera vez en toda la temporada. Así llega hoy el Valencia a un estadio conocido como el de la pulmonía por el frío que se pasa en la grada y que curiosamente para refrendar ese apodo tan sólo habrá que echar un vistazo al termómetro. La previsión es que a la hora del partido la temperatura pueda estar un grado por debajo de cero. Lo bueno, que no va a nevar. Lo malo, que ayer sí lo hizo y de qué manera. De hecho, el Valladolid tuvo que suspender su entrenamiento por la intensa nevada que dejó el campo de trabajo (anexo al estadio) prácticamente inutilizable y también por el positivo que se conoció por coronavirus de El Yamiq. Un manto blanco cubría a primera hora de la mañana Zorrilla y en el club vallisoletano se pusieron en marcha para que hoy el verde sea el único color apreciable que permita que se pueda disputar finalmente el encuentro. Más le vale al Valencia que se pueda jugar como así parece y sobre todo que le sea favorable al resultado porque la situación en la tabla se ha vuelto bastante angustiosa. Así, como quien no quiere la cosa, estamos a una jornada de llegar al ecuador de la temporada y el equipo puede zambullirse en zona de descenso. Al margen de lo que pasó anoche en Pamplona entre Osasuna y Real Madrid, habrá que esperar de cualquier manera a ver lo que mañana hacen Elche y Huesca en sus respectivos encuentros. Ahora se mira a los de atrás en lugar de a los de delante.

Hasta ahí ha llegado este Valencia que no tiene mucha pinta de ser capaz de salir del agujero por sus propios medios. Que se lo pregunten a Javi Gracia, cuyo discurso circula todavía por su prudente resquemor por lo que pasó en el mercado de fichajes anterior, lo que pueda pasar ahora y por la capacidad actual de sus futbolistas de solucionar el panorama. De fichaje –singular o plural–, nada de nada. Una cosa parece que es la promesa que le dijo Murthy al propio Gracia antes de Navidad de que se iba a fichar, y otra bien distinta lo que se ha podido hacer hasta ahora. Con Ferro todavía en Portugal, Gracia sigue sin tener ni idea de cómo está realmente la situación. Ayer, el técnico echó el freno a sus palabras aunque en cualquier otra empresa tendría difícil explicación la escena global. «Realmente no sé en qué punto están las negociaciones de posibles fichajes, no puedo decir nada más. No estoy ni negativo ni positivo, es ésa la situación. Al director deportivo le veo todos los días, le transmito las necesidades que se tiene y ellos trabajarán en el mercado. No he hablado recientemente de ningún jugador». Hace seis días que el Valencia tiene la ventana abierta para fichar.

Con ese panorama, no queda otra solución que apretar los dientes y sacar como sea las castañas del fuego. Porque el peligro empieza a ser más que real. Tanto, que el Valladolid se ha convertido hoy por hoy en un temido adversario. Pese a que tan sólo tiene dos puntos más, lo que llega de Pucela es la sensación de que el equipo local tiene mucho más claro y asumido cuál es su verdadero rol en esta temporada y qué debe hacer conseguirlo. Tampoco es que en casa hayan sido inexpugnables (suman dos victorias, las mismas que el Valencia en Mestalla) pero trasladan al exterior una imagen que ya quisiera para sí el equipo de Javi Gracia, que parece funcionar a golpes y cada vez con un motor más precario. Con un porcentaje acumulado de posesión similar entre uno y otro equipo (poco más del 40%), la duda será ver quién asume esta noche el mando. El Valencia necesita puntuar.